Conviértete en humano. (Eremika)

Juntos, aquí y ahora.

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Una sensación horrible recorrió mí cuerpo a medida que continuaba avanzando por la calle. Mis pisadas se hicieron más notorias y mí cabeza poco a poco se hundía debido al peso que llevaba conmigo. Era algo surrealista ver a mis compañeros tan pequeños acabando con todos los titanes que se cruzaban en mí camino. Armin, Sasha, Connie, Reiner, Annie, Jean, Berthold, incluso varios soldados de la legión de reconocimiento estaban aquí reunidos para acabar con esto de una vez por todas.

No podía fallar, no tenía permitido hacerlo. Un simple desliz y todo habrá sido en vano. Apreté mis dedos para que se hundieran en la roca y así tener más fuerza de agarre, observé cómo pude la luz que entraba por la brecha y respiré lo más hondo que podía.

Al llegar finalmente a la entrada dí un paso tan fuerte que mí pie quedó hundido en el suelo, me abalanzé velozmente hacia adelante y con un desgarrador rugido tiré la enorme roca en la entrada de la ciudad. La pared se agrietó luego de que un fuerte estruendo se escuchara y provocara eco en el lugar.

- Lo... Lo hizo...

Finalmente... Todo había terminado. La soldado Rico disparó una bengala para confirmar que la misión había sido un éxito.

Todos los soldados incluyendo a mis compañeros comenzaron a celebrar por la victoria, risas y gritos de alegría llenaban las vacías calles de Trost.

Pero como era evidente mí cuerpo no podía soportar más la fatiga, al caer rendido no solo comenzó a salir gran cantidad de vapor, sino que también mis brazos y piernas reventaron debido a la gran sobrecarga de fuerza que hice. Intenté regenerarme como pude, pero claro, era imposible en este estado. No me quedaba de otra, tenía que salir de este cuerpo y esconderme para que no me atrapen. Me mantendré en la nuca hasta que haya escuchado que todos se fueron.

- Hey... Parece que no se mueve.
- ¿Ha muerto?
- ¡Por supuesto que no, seguro solo está descansando!
- P-Pero... No se regenera.

Observé con mí único ojo el exterior, tal parece que todos están en el tejado.

- ... Estará bien.
- ¿Qué te hace pensar eso, Armin?
- ¡Se está muriendo! ¡Debemos encontrar una forma de ayudarlo!
- ... No, el estará bien. Piensenlo, cuando los titanes lo devoraron apareció de la nada en la ciudad. Después, cuando escapó del cráter reapareció al otro lado para levantar la roca. Estoy seguro de que su habilidad es la de volver de la muerte incluso cuando no queda nada de él.
- Incluso si lo dices así...
- Además, cuando apareció vimos como sus tejidos se formaban en el aire. Eso quiere decir que al explotar ahora esos tejidos ya no sirven, y debe generar unos nuevos. Quizás esa sea su habilidad.
- En verdad... Estos monstruos dan cada vez más miedo.

Observé cómo poco a poco cada soldado volvía a subir la muralla para volver a la ciudad detrás del muro de Rose. Armin bajó hacia aquí y con su mano acarició uno de los restos de mis dedos.

- Recupérate pronto.

Dicho eso, esbozó una sonrisa y activó su dispositivo para ir nuevamente a la ciudad. Luego de un par de minutos todos y cada uno de los soldados había abandonado el lugar, dejándome espacio para finalmente salir de la nuca del Titán y respirar algo de aire fresco. El día ya se estaba yendo, los rayos del sol tenuemente se fueron apagando hasta que el anochecer comenzó a elevarse en el cielo.

Con la muralla sellada los titanes de afuera no serán un problema en lo absoluto, ahora puedo ocultarme en esta ciudad todo lo que quiera. Aunque tampoco es una muy buena idea, después de todo las personas poco a poco vendrán nuevamente a repoblar Trost.

Pero eso no era lo más importante de momento, en lo que debía enfocarme era en descubrir la identidad de la Titán hembra para que pueda decirme cómo dominar la técnica de endurecimiento. Según mis recuerdos esa habilidad se consigue mediante un suero que el portador bebe, tras unos minutos hará efecto y la próxima vez que se transforme su Titán será capaz de forjar una versión cristalizada de sí mismo. Es la habilidad que necesito si quiero continuar sellando las murallas sin necesidad de desgastar de esta manera mí cuerpo.