Guerra mental.

820 60 10
                                    


×

... ¿Uh? ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar...?

...

Siento... Que estoy en un largo sueño. Poco a poco en el lienzo negro de mí mente las murallas comenzaban a dibujarse una tras otra. Escuché pasos que se acercaban lentamente hasta mí, eran los titanes. Intenté correr y escapar de ellos, pero todos me ignoraron y continuaron con su camino.

¿Qué está pasando? ¿Por qué me ignoran? Tenía muchas preguntas en la cabeza, pero todas ellas desaparecieron cuando la ví.

Una Titán sonriente, con el cabello corto y rubio. Sus ojos... Sus horribles ojos... Su espantosa boca y sus uñas podridas danzaban a medida que daba pasos tambaleándose debido a que no podía no mantener su propio peso.

Esa maldita Titán... ¡DEBO ANIQUILARLA!

- Tú... Tú... ¡MONSTRUOOOOO...!

Con el dispositivo de maniobras escalé como nunca disparando los cables hacia la copa de dos árboles. Los ganchos destrozaron la madera del tronco y con el impulso del gas salí disparado hacia el cielo gris. Ya estaba detrás de su espalda, todo lo que quedaba por hacer era darle un corte limpio en la nuca. Tras retraer los cables los lancé nuevamente hacia la piel podrida de aquella Titán, con rapidez retraje el mecanismo y usé mis hojas para finalmente acabar con esta bestia.

Pero al hacerlo... Las cosas se tornaron muy oscuras.

- ... ¿Eh...? ¿A-Armin...?

¿Por qué¿ ¿Por qué tenía el cuerpo sin vida de mí amigo Armin en mis manos?

- ¿Eh...? Un momento... ¿Eh? ¿Esos son...?

Los cadáveres putrefactos de Jean y Marco también estaban cerca de mí. Notablemente espantado me alejé de ellos casi sin pronunciar palabras.

- C-Chicos... Por qué están...

Mientras retrocedía mí espalda chocó con algo duro. Al voltear mí rostro volvió a ser de asco y espanto puro. Los cuerpos de Connie, Annie, Christa y Ymir colgados en sacos desde la rama de un árbol. Lancé un grito de horror y me alejé corriendo de ese lugar cuanto antes. En mí camino no paraba de encontrarme con más y más cadáveres: Capitana Hanji, Comandante Pixis, soldado militar Hitch, el resto de mis compañeros Reiner, Berthold y Annie. Incluso el capitán Levi...

- ¿¡QUÉ ES ESTO...!? ¿¡POR QUÉ ELLOS...!?

Desesperado comencé a correr hacia los muros mientras me tropezaba con mí mismo. Caí tantas veces que mí frente comenzó a sangrar lentamente. Finalmente me rendí ante el miedo y en mí última caída no pude más que arrastrarme por el suelo. Mí respiración estaba pesada, el corazón me latía a mil por hora y no podía ni cerrar los ojos sin ver aquellas horribles imágenes. Pero mí mayor miedo vino al ver hacia la entrada de las murallas...

- Hey... ¿Por qué...? ¿Qué es esto...?

Mikasa... Ella estaba... Crucifijada en la entrada de Shinganshina...

Ah... ¿Es esto una pesadilla? ¿El infierno? ¿Es mí propia mente?

...

- Así que tú creaste este lugar. Qué desastre...

Una voz algo familiar apareció de repente entre todo el horror. Al voltear me dí cuenta de que era un hombre con gabardina, usaba lentes y su cabello y barba rubia brillaban incluso cuando no había sol.

- ¿Quién... Eres...?
- Eso no importa ahora, pero... Digamos que tú y yo somos compadres. Escucha, Jaeger, este mundito lo creaste tú solito.
- ¿Eh...? ¿Quieres decir que esto es un sueño...?
- ¿Qué? No, me refiero a que tú provocaste esto.
- ¿Eh...?

Conviértete en humano. (Eremika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora