El camino hasta llegar a la playa se hizo corto entre canciones, miradas y risas. Al bajarse de los autos todos comenzaron a caminar por las playas de Quintero hasta llegar a la playa favorita de Matilde la playa "Los Enamorados", al llegar, instalaron sus mantas y todo el kit de cosas que llevaban para el día de playa.
Ana y Emma no paraban de conversar acerca de recetas, técnicas de decoración y mil cosas más relacionadas con la repostería. Alonso estaba acostado la arena con unas papas en la cabeza pues su dolor aún no se iba, mientras que Monse estaba a su lado durmiendo profundamente. Javi, Minerva, Valeria, Gonzalo, Matilde y Aurelie estaban en el mar refrescandose del calor insoportable que hacía.
Por la temporada no había mucha gente en la playa así que el disfrute era aún mayor.
-Oigan yo iré a caminar, como siempre- dijo Matilde.
- Okey, pero cuídate Matilde.- dijo Gonzalo.
- Si papá, quédate tranquilo.- respondió tiernamente Matilde.
- Mati, si quieres yo te acompaño.- dijo de repente Aurelie.
- Ehh si, obvio.- respondió Matilde algo nerviosa.
Ambas se fueron a sus bolsos para secarse un poco y ponerse algo encima de su traje de baño. Aurelie se puso un vestido de gasa totalmente transparente y fresco de color celeste pastel encima de su traje de baño entero de color negro simple, mientras que Matilde se puso una polera negra dos tallas mas grandes con una imagen del grupo Metalica encima de su traje de baño azul con flores. Ambas comenzaron a caminar, sus manos se iban rozando lentamente con una suavidad indescriptible, mientras de fondo solo se escuchaban las olas del mar rompiendo al llegar a la orilla. Llegaron a una pequeña playa donde decidieron sentarse un rato...- Que lindo es el mar- dijo Aurelie.
- Es realmente maravilloso, está lleno de misterio, de frescura, de historias, simplemente maravilloso- acotó Matilde.-
-Serendipia, ¿te puedo hacer una pregunta-.
-Si por supuesto.-
- ¿Qué es lo que te pasó? me refiero a que el dia en que te desmayaste en el colegio, Monse y la enfermera me dieron a entender que algo te había pasado, pero que fue lo que te pasó. Solo si quieres contarme.-
-Guau, es un tema realmente difícil para mi, pero confío mucho en ti. En las vacaciones de verano pasadas, en enero con mi papá fuimos al norte porque le había salido un trabajo por el fin de semana y yo me ofrecí a acompañarlo, eran 8 horas de viaje en el auto, así que nos fuimos de noche para llegar al otro día de mañana, en la mitad del camino a mi me dio sueño y me fui a acostar a los asientos de atrás, después de eso solo recuerdo el sentirme atrapada y escuchar voces a lo lejos, habíamos chocado y a mi no me sacaban del auto porque pensaron que solo iba mi papá, estuve dos horas atrapada, se enteraron de que estaba ahí porque cuando llamaron del hospital para avisarle a mi mamá del accidente y de que mi papá estaba hospitalizado, ella preguntó por mi, y ahí los rescatistas volvieron a buscarme, tenía un cuadro de hipotermia y muchas heridas. Al llegar al hospital todo fue un caos, miles de agujas atravesaban mi cuerpo, no lograba ver con claridad, solo podía oir voces pero como si estuvieran muy lejos, hasta escuché a los doctores decirle a mi mamá que sabían si sobreviviría porque había estado más de dos horas sin una atención médica y bueno...- Matilde se secó una lagrima que rodaba por su mejilla- perdón, pero no puedo evitar llorar al recordarlo, bueno, la cosa es que sobreviví pero quedé con un cuadro de estrés post traumático con crisis de pánico incluidas por ese episodio, es por eso que ese día me desmayé, la gente me empezó a empujar y a apretar tanto que me desesperé y la escapada que hace mi sistema nervioso frente a esas situaciones es apagarse, lo que me produce los desmayos. Perdón si fue demasiada información, pero tu querías saber y pues eso.- dijo Matilde para finalizar su historia.
- Guau Matilde, me dejas sin palabras, jamás pensé que sería eso, eres muy valiente, eres una guerrera.- dijo Aurelie para luego abrazar fuertemente a Matilde.
-Gracias-dijo Matilde en el abrazo-pero ya no quiero hablar de cosas tristes, vinimos aquí a disfrutar, así que te tinca si nos metemos al mar?-propuso Matilde.
-Contigo voy hasta el fin del mundo- aceptó Aurelie.
Ambas se sacaron las prendas que cubrían sus trajes de baño y se metieron al mar.
Nadaron por mucho rato, riéndose y encontrando hermosas conchitas o piedritas de mar.
-Okei, propongo una carrera hasta la roca que está allá.- dijo Matilde
-Acepto- dijo Aurelie- ya, uno, dos y...
Y Matilde empezó a nadar sin esperar el número 3.
-Oye eso es trampa- gritó Aurelie- te voy a alcanzar.
Aurelie comenzó a nadar rápidamente hasta que alcanzó a Matilde y la tomó por la cintura.
-Eres una tramposa- Le dijo Aurelie entre risas.
-No, yo estoy segura de que escuché el tres jajajajajjaajja- respondió Matilde atacada de la risa mientras se abrazaba al cuello de Aurelie.
- No puedo creer lo feliz que me haces serendipia- Dijo Aurelie mientras acariciaba el pelo húmedo de Matilde.
-Tiene que creerlo, porque esto es real,es hermoso, es mágico... esto que nos está pasando es como el mar, hermoso e interminable...
Sin necesidad de escuchar otra palabra Aurelie besó a Matilde, la besó con amor mientras las pequeñas olas del mar aportaban todo el romanticismo a eso besos de mar... besos mágicos e interminables.Nota de la autora:
Perdón por demorarme en actualizar, pero Aurelie y Matilde ya volvieron en gloria y majestad, espero que hayan disfrutado este capítulo y que estén disfrutando esta historia de amor, no olviden seguirme en mi Instagram @marcelaamandamonserrat. Mucho amor, luz, zazz y brillo para ustedes💞🌊✨🏳️🌈
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Profe, Creo Que La Amo...
Novela JuvenilMatilde, 17 años, en su último año de colegio Aurelie, 32 años, en su primer año de trabajo en un colegio nuevo...desconocidas totalmente...ambas descubriendo de a poco nuevos sentimientos...¿será verdad que para el amor no hay edad?