Amicitia

"Capítulo 4"

Mis pensamientos abarcan cada espacio de mi cerebro. Interiorizo las palabra de los ancianos en busca del mensaje oculto en sus palabras... Razono... Pero solo lo pronunciado por Trexa ocupa toda mi mente:  «En donde la sabiduría crea al sabio, está la respuesta añorada.»

Veo a mi alrededor, pensando que tal vez exista algo que me de una pista, mas no encuentro nada que me sirva. Distraído por el momento, sin darme cuenta interactúo con un cuerpo ajeno a lo que me disculpo por mi torpeza sin percatarme de quien era: —Lo siento mucho, no fue mi intención.

—No hay por que disculparse Nex, siento que en estos días has estado muy distraído... —responde. Al reconocer su voz, la observo detalladamente, se veía hermosa como siempre, iluminando el día con tan solo su sonrisa. En mi recorrido por su cuerpo me detengo en su mano entrelazada con la de Trex, nuestro mejor amigo. Prefiero no reparar en ese tema.

—De todas formas lo siento Xora, llevo horas pensando y la verdad, no hallo lo que busco... —le respondo pensativo aún.

Ella mira a Trex como interrogándole con la mirada, algo que no puedo descubrir, él solo mueve su cabeza en negación, y se deciden a preguntar: —¿Qué es eso que tanto buscas? Si deseas podríamos ayudarte, para eso estamos los amigos.

—Bueno... Sinceramente, hace rato ando meditando sobre una frase que me tiene intrigado, su solución viene siendo un acertijo de difícil comprensión o eso creo yo... —les comento.

—¿Se podría saber cuál es la frase que te tiene tan pensativo? —inquiere Trex.

— En donde la sabiduría crea al sabio, encontrarás la respuesta añorada... —expreso de la misma manera que Trexa.

—Nex... La respuesta está más que clara —dice Xora, obvia —, piensa en lo empírico de la frase, piensa en el fuego, sabemos que quema porque ya hemos vivido esa experiencia, razona sobre como se crea un sabio y donde podría crearse tal sabiduría...

Me quedo meditando sus palabras y en su razonamiento un buen tiempo... Mientras caminamos juntos sin sentido.

¿Cómo se crea a un sabio? ¿Dónde adquiere tal sabiduría? Los sabios, son seres de mucha experiencia, conocimiento... Los adquieren... Mediante el aprendizaje... A través de... ¡Libros!.

—¡Libros! ¡Usan libros! —digo eufórico ante tal descubrimiento.

Xora me observa mientras se ríe en mi cara: —Hasta que por fin lo hallaste, hasta Trex lo entendió antes que tú. —El mencionado simplemente la miró serio e hizo como que no la escuchó —. Debería darte vergüenza.

—Tienes razón amiga —afirmo solo para molestarlo y rio internamente —, pero realmente me bloquee —continuo mientras rio, esta vez normal —, lo que conlleva a que la respuesta a todo está en la biblioteca ¿verdad?.

—Exactamente, genio —dice Trex mientras se aparta un mechón de pelo del rostro, su cabello largo recogido en una trenza lo hace muy arrogante y popular entre las chicas, pero increíblemente no le hace caso a ninguna.

—Chicos lamento decirles que me marcho. Gracias por su ayuda, nos vemos pronto. —Me despido ya aventurándome hacia la biblioteca de Amacitia.

Es largo el camino, me detengo a observar cada detalle: pequeños corriendo mientras sus madres los regañan, ancianos siendo ayudados por jóvenes generosos, vendedores ambulantes promocionando sus frutos frescos. Amicitia simplemente es un lugar donde abunda el amor y el cariño, realmente no sé que haría si mi mundo se desintegrara, sentiría en ese entonces mi propia destrucción espiritual....

Me detengo frente a la biblioteca pública, aprecio su gran estructura que asombra a penas llegas. Un ángel portando un libro se encuentra a su costado y en pequeñas siglas el libro lleva grabado: «PATERNA PRUDENTIA», a lo que se refiere como sabiduría ancestral. Grandes escalones me llevan hasta la entrada, continuo hasta la recepción y pregunto al encargado sobre la sección de historia, pensé que quizás podría encontrar algo allí, me indica y sigo mi camino.

Las grandes estanterías forman filas interminables, busco por títulos, reseñas y prólogos algo que me sirva. Ya estoy en la séptima ronda de libros y aún no encuentro nada, seriamente estoy agobiado de tanto leer, siento que tanto esfuerzo es en vano...
Hasta que... Una portada llama mi atención, tiene una rara estructura, la abro y me asombra lo que contiene, se plasma ante mí la figura de uno de los más antiguos templos del conocimiento, se ven pequeños habitantes adentrándose a las puertas de saber, me acerco más a la imagen digital y puedo apreciar en su cima en letras cursivas lo siguiente: «ubi sapiens in sapientia create», donde la sabiduría crea al sabio...

Se enciende algo en mi mente, siento que he descubierto parte del acertijo... Rápidamente anoto la ubicación del lugar, nuevamente estoy en busca de ese porqué que tanto deseo descubrir...