"Te espero afuera oppa". Minho giró su rostro evitando el beso de la omega, la cual besó su mejilla debido al rechazo del mayor.
"Enseguida salgo". Jinha forzó una sonrisa y salió de la habitación.
Choi suspiró, tenía una pequeña entrevista debido a su triunfo en las olimpiadas de natación, pronto lo llamarían ofreciéndole viajar a Japón. Desgraciadamente no quería salir, no quería fingir ser feliz con la vida que sus padres le planearon, no quería fingir ser feliz con su "pareja", la omega que hace poco su progenitora le había presentado.
Después de unos minutos por fin salió, saludando a la entrevistadora y al equipo de grabación, fue respondiendo cada pregunta con una sonrisa fingida hasta qué...
"Y bueno... Ya para acabar... ¿Quiénes han sido los que lo han apoyado durante este trayecto?". Preguntó la beta mirándolo atentamente.
"Todo esto es gracias a mis padres, mi entrenador, mi...". En ese momento la imagen de Taemin pasó por su cabeza.
La primera vez que se conocieron. Había quedado en 2do lugar recibiendo malas miradas de parte de sus padres, Minho se decía todo tipo de insultos hacia él mismo mientras caminaba a la salida del lugar.
"A mí me parece que estuviste genial". Una suave voz lo sacó de su mundo, poniendo toda su atención en el desconocido. "La natación es un deporte de mucha resistencia y tú obtuviste el segundo lugar, wow, eso es realmente genial". Minho se sonrojó al ver la brillante y bonita sonrisa del más bajo, amó esos peculiares colmillos.
"¿Genial? Se supone que debía haber quedado en primer lugar, así que no hay nada que celebrar ni por lo cual alegrarse". Gruñó el pelinegro. Taemin se acercó hasta él, aun sonriendo.
"Yo creo que todos los logros o victorias que tengamos, por muy pequeñas que sean, hay que celebrarlas". Hablaba mientras sacaba algo de su mochila con un poco de dificultad por el balón de basquetbol que cargaba. "Toma, era para una persona muy importante y a la que quiero mucho, sin embargo, creo que es mejor dártela a ti".
Choi alzó una ceja, mirando la cajita de leche de vainilla que el otro chico le había dado. El mayor le sonrió por última vez antes de seguir con su camino.
"¡Espera!... ¿Cuál es tu nombre?". El rubio rió por la pregunta.
"Si nos volvemos a ver, te prometo que te lo diré". Taemin le guiñó un ojo para luego seguir caminando.
Otra ocasión fue cuando Minho estaba a punto de darse por vencido y abandonar una de sus más grandes y pocas pasiones, la natación, pero las palabras de Taemin las recordaba a la perfección: ¿"¿Solo por un jodido error te darás por vencido, imbécil? Nadie dijo que sería fácil, así que levanta ese perfecto culo que te cargas y sigue practicando pero con inteligencia". Para ese tiempo ya eran amigos en los cuales había una ligera tensión sexual.
O esa vez donde Taemin llegó corriendo a su casa tocando la puerta desesperadamente, estaba lloviendo por lo cual se encontraba escurriendo, literalmente.
"Somos destinados". Minho se quedó mudo ante esa oración. "Ya me cansé de fingir que no lo sé, que no lo sabemos... Pero no importa, sabes, porque te aseguro que yo jamás voy a dejarte... Jamás me rendiré, seguiré insistiendo hasta que ya no me rechaces y aceptes mis sentimientos por te amo-". El alfa pelinegro lo interrumpió, tomando la cintura de Taemin, atrayéndolo hacia él, uniendo los labios de ambos, esta era la primera vez que Minho iniciaba un beso entre ellos por su cuenta.
"Eh... ¿Minho?". La voz de la beta lo trajo nuevamente al presente.
"¿Qué?". El alfa por fin la miró después de haberse perdido en sus pensamientos.
"Estaba a punto de mencionar a alguien más...". Recordó la mujer. "¿Quién era? ¿Su omega?". La beta miró a Jinha quien sonreía sonrojada.
"No... A quien más le agradezco es Taemin, mi pareja".
"Oh... Bueno... Debe ser un omega muy afortunado-".
"No es omega, es un alfa y el afortunado aquí soy yo". Sonrió levantándose de golpe, sus padres lo miraban molestos al igual que Jinha, pero eso poco le importaba.
Corrió a la puerta tomando su chaqueta para luego salir a la calle sin siquiera detenerse por la abundante lluvia que caía en ese momento.
Volvió a lanzar el balón fallando nuevamente, joder, nunca había fallado tantos tiros. Estaba molesto, frustrado, triste, no había otra manera para desquitarse que jugando baloncesto, por lo que no le preocupó para nada cuando las gotas de lluvia comenzaron a caer empapándolo por completo.
"Último tiro...". Se dijo a sí mismo comenzando a botar el balón y correr hacia la canasta para encestar.
Sin embargo, en un movimiento en falso llegó a resbalarse con un charco, cerró los ojos esperando el impacto de la caída, caída que nunca llegó gracias a las manos del otro alfa en su cintura.
"Mora azul". Su lobo, tal cual perro pulgoso, comenzó a mover su cola de un lado a otro, evidentemente feliz al ver a Minho.
"¿Qué haces aquí?". Taemin lo empujó lejos de él.
"Vine por ti...". Hizo para atrás su cabello totalmente mojado. "Te amo... Te amo y reconozco que soy un completo imbécil por no habértelo dicho antes...".
"Minh-".
"Creí que podía vivir sin ti, vaya idiota que fui al pensar que podría olvidarte, pero...". Se acercó al mayor tomando sus mejillas. "Quién podría olvidar a un chico tan hermoso y perfecto?".
Taemin se sonrojó por el comentario, quería separarlo, alejarlo, pero al fin de cuentas Minho si lo buscó, por primera vez el pelinegro había tomado la iniciativa, algo que siempre deseó.
"Pero tus padres...".
"Al diablo con ellos...". Unió sus frentes. "Puedo con todo el mundo si solo tú estás a mi lado".
El mayor sonrió y se lanzó a los brazos del pelinegro, abrazó el cuello contrario con sus brazos al igual que la cintura ajena con sus piernas. A pesar de que literalmente estuvieran empapados, se abrazaron, realmente se habían extrañado mutuamente.
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No se olviden de ver "Don't call me" de SHINee.
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Delta estúpido (JAEYONG) Adaptación
FanfictionTaeyong era el omega más codiciado y deseado por la mayoría de los alfas de la preparatoria, los tiempos habían cambiado y aunque la mayoría de los omegas seguían siendo huecos y estúpidamente sumisos, algunos pocos como Taeyong eran algo rebeldes...