Taeyong era el omega más codiciado y deseado por la mayoría de los alfas de la preparatoria, los tiempos habían cambiado y aunque la mayoría de los omegas seguían siendo huecos y estúpidamente sumisos, algunos pocos como Taeyong eran algo rebeldes...
"Lamento mucho la hora...". Jeno ya había desabrochado dos botones de su camisa, con las mangas recogidas mientras que su saco se quedó en el auto de Yuta.
El mayor se lo había prestado solo para dejar al beta en su casa. Ya pasaban más de la media noche y apenas regresaban pues hubo un pequeño (gran) percance cuando el alfa presentó a Jaemin como su pareja con su abuela, ésta última no reaccionó del todo bien y todo empeoró cuando le comentó también de la existencia de Renjun.
Por suerte, Jeno logró sacar al menor antes de que la mayor comenzara a denigrarlo, como acostumbraba a hacer.
"Ya te dije que no hay ningún problema". Respondió el beta, ya estando ambos en frente de la puerta de su hogar hizo un leve puchero.
"¿Pasa algo?". Jeno lo miró con una ceja alzada.
Jaemin abrió su boca para hablar pero no salió palabra alguna, repitió la acción dos veces más, sin embargo, no dijo nada, solamente se sonrojó.
Jeno siguió mirándolo interrogante, aunque sonrió poco después de ver el sonrojo del beta.
"Mañana vendré para disculparme con tu madre por traerte hasta tarde". Besó la frente del menor para luego caminar regreso al auto, de repente su mano fue tomada, haciendo que gire a ver a su chico. "Jaemin qué-".
Sus ojos se abrieron mucho más al sentir los labios de Jaemin sobre los suyos en un muy ligero roce, le costó unos segundos en reaccionar, tomando las mejillas del más chico, impidiendo que se alejara.
Agachó más rostro comenzando a mover sus labios besándolo de manera lenta y tierna. Delineó el labio inferior del beta con su lengua para luego meterla en su boca disfrutando de su cavidad bucal, sonriendo entre el beso al sentir el calor en las mejillas de Jaemin.
El alfa se separó solo unos centímetros, un muy delgado hilo de saliva descendía de la comisura de los labios del más bajo.
"¿Eso es lo que querías decirme?". Preguntó burlón Jeno.
"De hecho...". Susurró. "Si". Confesó Jaemin con una sonrisa siendo correspondida.
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"¡¡¿Qué?!!". El grito del menor de los tres, los hizo sobresaltarse, se encontraban en la habitación del omega. "¿Se besaron?".
Jaemin, quien estaba sentado entre las piernas de Jeno, con su espalda recargada en el pecho del mayor, se sonrojó de golpe al escuchar a Renjun que estaba haciendo la tarea en el escritorio a un lado de la cama donde estaban los mayores.
"Ah... Bueno... Nosotros-". Comenzó a tratar de explicar siendo cortado por el omega.
"Y yo no los vi". Jaemin miró un poco descolocado al menor con un puchero en sus labios.
Renjun dejó de lado sus útiles y se sentó en la cama frente a ellos, mirando atentamente a Jaemin y a Jeno, éste último tenía una sonrisa divertida por el comportamiento del beta.
