❝ ACABA CON TUS JUEGOS O HABRÁ GRANDES PROBLEMAS ❞
個新
donde sandara siempre
hace de su vida un
escándalo y al mismo
tiempo termina
enamorando a
han seojun
✷ ·
˚ * .
* * ⋆ .
· ⋆ ˚ ˚ ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
O11. tarde de café entre las comadres.
▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔
HAN SEOJUN SE HALLABA RESENTIDO. Sí, lo estaba tanto que no había una palabra que pudiera expresar de forma acertada lo que sentía en ese momento. Cuanto más pasaban los segundos y el movimiento no cesaba, más le resultaba insoportable estar atrapado en ese gimnasio.
Su mano izquierda, convertida en un puño, alternaba la fuerza con la que apretaba. En un instante, estaba a punto de lanzar un puñetazo, dispuesto a iniciar una pelea a puño limpio; al siguiente, su agarre cambiaba, tembloroso, desconcertante. ¿Qué demonios le estaba pasando?
Intentó ignorar ese sentimiento creciente, pero lo que no pudo evitar fue toparse con la expresión pacífica de Suho, lo que lo irritó aún más en un abrir y cerrar de ojos. Era increíble que Suho se sintiera tan cómodo mientras él mismo estaba a punto de asfixiarse por las mismas cuatro paredes opresivas.
¿Cómo podía vivir tan tranquilo, cuando se suponía que ambos debían estar igualmente afectados por la partida de una persona que, supuestamente, fue tan importante para los dos?
No lo entendía, y tampoco iba a perder su tiempo buscando respuestas absurdas. Han Seojun jamás se había permitido preocuparse por esas cosas, y no iba a cambiar ese hábito solo por un estúpido que no valía la pena. Con una excusa en mente, decidió ignorar lo que se suponía debía hacer como parte de su castigo. Se limitó a juguetear con el balón entre sus manos, observando como los idiotas que llamaba amigos murmuraban entre sí, atentos a las acciones del mejor promedio de su grado, y de vez en cuando, a él mismo.
Cerca del grupo, Sandara mordía sus labios, concentrada en la escoba que sostenía. Su aspecto desordenado y visiblemente agotado reflejaba lo mucho que le costaba mantenerse enfocada. La idea de salir lo antes posible de ese castigo se complicaba aún más al ver la cantidad alarmante de polvo acumulado en el suelo.
Si su abuela estuviera allí, habría tenido un infarto por tanto desorden.
──Seojun, ¿no piensas hacer algo aparte de sentarte ahí y jugar con esa cosa?──preguntó, entrecerrando los ojos al notar la presencia del muchacho en las gradas──. Agarra una escoba y haz tu parte, no sé, deja ser tan vago.
──¿Y si no quiero, qué?──le respondió desafiante, arrojando el balón a cualquier parte del gimnasio.
Los chicos, a excepción de Suho, soltaron un "Uhh" al ver la actitud de Seojun. Era claro que nadie podría controlarlo, lo que les dio una extraña sensación de orgullo.
Al escuchar su comentario despectivo, Dara se acercó rápidamente a él, sin soltar el objeto en sus manos. Los chicos callaron, notando que su expresión era seria. La menor estaba decidida a darle la paliza de su vida al chico.