❝ ACABA CON TUS JUEGOS O HABRÁ GRANDES PROBLEMAS ❞
個新
donde sandara siempre
hace de su vida un
escándalo y al mismo
tiempo termina
enamorando a
han seojun
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O12. sooah, la nueva doce corazones.
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CUANDO TAN SOLO ERA UNA NIÑA Sandara, con una sorprendente corta edad, aprendió que la mejor forma de prepararse para enfrentar una acción, era analizar los mil y un escenarios donde esta podría terminar. Haciendo que, rápidamente se convirtiera en una persona en extremo cautelosa; ya que si alguna consecuencia no le parecía, se volvía testaruda, tan testaruda que muchos la consideraban solo una pequeña malcriada sin capacidades de comportarse.
Mirándolo desde otra perspectiva era extraño, no lo negaba, la manera en la que solían juzgarla por su—supuesto—, carácter desordenado había causado mucho de que hablar en Gabriela y sus abuelos al estos sentirse avergonzados, lo que ocasionaba una reacción similar en su mente. Se desencadenaba una guerra mental sobre si debía expresar lo que sentía, o si debía retener sus sentimientos. Sin pensarlo, se había vuelto víctima de sus malos hábitos, sobre todo en su manejo emocional existente.
Aquello nos llevaba justo al entorno actual, donde la amargura era la reina innata en su rostro pálido dándole una expresión un tanto confusa, pero sin duda enojada. Su postura en el banco era un tanto conflictiva y su ceño fruncido era una ventana a sus emociones. Esta vez no le importaba mucho mostrar de más por tener una mala postura mientras usaba una falda y menos, en seguir la corriente en la conversación de sus nuevas amigas. A decir verdad, no estaba si quiera enojada, pero el hambre que hacía sus tripas gruñir, no la estaba poniendo en el mejor estado anímico.
Quería gritar. Pero, otra vez sentía esa sensación en el pecho que rezaba por buscar una falsa calma, una que carecía haciéndola extraña.
──Supongo que no podré entrar en una universidad reprobando Matemáticas──contaba desanimada Lim mordiendo uno de sus bocadillos sin evitarlo, el clima estaba algo nublado mostrándose algo frío. Lo perfecto para disfrutarlo con tranquilidad sin preocuparse por ser participes del calor.
Desde su perspectiva, cada pequeña planta se veía con vida, árboles con hojas frescas y tonos naranjados adornaban los mismos ofreciéndole una agradable paz mental. La pelinegra no podía considerarse experta en estaciones al nunca experimentar alguna en su país natal, pero toda esa pequeña naturaleza la hacía pensar que tenía impresión de ser otoño. Los pocos alumnos estaban metidos en sus propios asuntos, mostrándose aburridos y repasaban sus libretas vagamente fatigados ante la falta de movimiento.
──Tú puedes pasar, dudo mucho que te dejen por fuera──añadió con distracción Dara sin apartar su vista del entorno agradable, Soojin al ver brillar los orbes de la castaña con una alegría indescriptible, no tardó en pellizcar a la responsable con algo de recelo──, ¡Qué perra! ¿Y eso porqué?
