HEAVEN | J.JUNGKOOK

𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟖

NamJoon me acaba de dejar solo, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Ir a hablar con ella? Aunque dudo que quiera verme en estos momentos, lo más probable es que cuando me vea en la puerta de la habitación me lance todo lo que encuentre para que me vaya.

¡Estoy perdido! De seguro se encuentra muy enojada conmigo y no querra hablarme nunca más y se terminará yendo mañana porque no quiere tener que soportar ver mi cara.

Mierda, me está empezando a carcomer la culpa por haberla vuelto a cagar en menos de 24 horas. Siento que mi corazón está latiendo con demasiado fuerza y los nervios se apoderan de mí.

Esto no es por mí, es por la tribu. Me repito varias veces para poder tener un poco de confianza, pero solo provoca que me sienta aún más culpable por no pensar en ellos antes de abrir mi puta boca.

—No sirve de nada esto... —Me levanto del suelo y me dirijo hacia las escaleras, tropiezo con algunos regalo, pero por suerte no me caigo, aunque eso no evita que termine maldiciendo.

Subo las escaleras y voy hacia la habitación principal, ahora que recuerdo estaba hecha un gran desastre a lo que no puedo evitar empezar a reírme al imaginarme a mi esposa intentando ignorar los fluidos que ha dejado en la cama gracias a mí.

Ahora lo que pienso, soy un buen esposo.

Al estar ya en frente de la habitación principal no sé si debería de entrar o esperar a que dejen de hablar, ya que por el tono que está usando mi esposa que es algo serio y demandante, por lo que creo que se trata de algo importante. Sin embargo, todo lo que he podido llegar a escuchar son cosas sobre la ropa, asi que eso me confunde un poco.

De manera indecisa le doy un par de golpecitos a la puerta para hacerles saber que estoy presente, esta se encuentra abierta desde que estoy aquí arriba, pero de igual manera no quiero entrar sin avisar.

—¿Hmn? ¿Por qué tocas la puerta? —Pregunta mi esposa viéndome confundida, ¿en qué momento camino tan rápido como para aparecer en frente de mí de la nada? —¿Estás bien?

—Oh, sí. Solo quería saber qué estaban haciendo. —Ella se me queda viendo confundida por unos segundos, pero al final me da una sonrisa y me deja pasar a la habitación.

—No tienes que tocar cada vez que quieras entrar. Solo hazlo, después de todo también es tu casa. —Me dice sentándose en la cama. Me quedo viendo un poco la habitación, esta se encuentra mucho más desordenada de lo que recuerdo. —Le estaba explicando a la señora Lucy como deberá ordenar mi ropa dentro del armario. Es bastante grande, asi que tengo suficiente espacio para hacerlo como me gusta.

Abro mi boca para preguntarle la necesidad de tener tanta ropa y ordenarla a su gusto, pero recuerdo que debo cuidar de mis palabras, asi que no le digo nada.

—Te dejé un espacio para tu ropa. —Me dice apuntando hacia ese GRAN armario, estoy seguro de que perfectamente podrían vivir tres personas.

—¿Tengo que traer mi ropa? No tengo mucha, estaré bien con una cajón simple o una bolsa. —Ella se me queda mirando nerviosa.