❝Miré a mi alrededor y,
paradójicamente, la única
luz que encontraba en mi
vida, era la persona más
apagada que jamás
había conocido.
Intenté agarrar su mano,
pero se desvaneció entre
mis dedos como si fuese
ceniza.
Lo que me atrajo de ella
fue su p...
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to you, when the cycle ends para ti, cuando el ciclo acabe
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Danna miró por la ventana de su casa, la gente estaba peleándose por una barra de pan. Le resultaba ciertamente entretenido. Ese deseo de supervivencia que movía hasta a los más pequeños, ese deseo era, en pocas palabras, la esencia del ser humano. Al final del día, los más fuertes sobrevivían y a los débiles no les quedaba más remedio que sucumbir en sus manos.
—Danna, siéntate en la mesa, vamos a comer —comentó su madre, ella tomó asiento fijándose en que su padre todavía no había vuelto a casa—. ¿Pasa algo? —cuestionó su madre viendo que su hija estaba tocando su frente, poniendo mala cara.
—Solo me duele un poco la cabeza. ¿Dónde está padre? —preguntó la niña mirando fijamente a su progenitora.
—La misión se habrá alargado un poco más, no te preocupes —respondió su madre mientras servía la sopa en el plato.
El padre de Danna, Kris Straufs, era un soldado del cuerpo de Exploración. Justo ese día, por la mañana, debían haber regresado de la nueva expedición, pero se estaba retrasando mucho.
Una vez toda la mesa estuvo puesta, su madre se sentó delante de ella y comenzó a comer. Danna no pudo evitar preocuparse, su padre no solía llegar tarde, además, había más jaleo del habitual. Ena, su madre, se dio cuenta de esto último y decidió observar a través de la ventana la situación.
—Danna, quédate aquí —ordenó la mujer agarrando una chaqueta y poniéndosela. Salió del lugar, cerrando con llave y caminó entre el gentío. De repente, una oleada de personas que llegaba de los barcos, comenzó a correr de manera torpe.
Ena intentó volver a su casa a avisar a su hija, pero la gente no reparó en ella y, presos del pánico, arrollaron a la mujer sin piedad hasta el punto de que sus piernas quedaron casi inutilizables.
Una vez la multitud se había disipado, golpeando todo su cuerpo, se arrastró como pudo hasta su casa. Golpeó la puerta desde abajo, ¿en qué momento decidió cerrarla con llave? Danna abrió, encontrándose a su madre casi desfigurada por culpa de todas las personas que le habían pasado por encima.
