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Abrí mis ojos lentamente y sentí los rayos del sol caer por mi ventana, me estiré y solté un bostezo. De la mesita de noche de al lado tomé mi teléfono y revisé la hora, las 7:59 am, tengo una hora para arreglarme e irme a la universidad.

Me levanté de la cama y la tendí, para después entrar al baño; me di una corta ducha y salí de esta. Me puse lo primero que encontré en mi armario y cepille mi cabello. Fui por mis cosas al estudio y después bajé a la primera planta de la casa, escuché ruidos de la cocina, así que supuse que Sergio aún seguía aquí.

Por mi bien, y es lo mejor, salí de casa sin hacer el mínimo ruido. Aún no quiero verlo ni hablar con él. 

Caminé unas cuadras de mi casa para después pedir un taxi por la app que me llevara a la universidad. Al subirme al auto, abrí WhatsApp y respondí los mensajes de mis amigas, hasta que una llamada de mi novio apareció. ¿Le respondo o no?

Pensé muy bien lo que haría, no quiero que una pelea arruiné mi mañana y mucho menos mi día; así que rechace la llamada y bloqueé mi teléfono.

Al llegar caminé por el campus de la universidad, me encontré con unos compañeros, así que me quedé hablando con ellos hasta que entramos al salón para nuestra primera clase del día.

Me falta solamente un año para terminar la universidad, estudio la carrera de Arquitectura. Hace unos meses pedí el intercambio a una universidad de Londres ¿Por qué lo hice? Simplemente, para estar más cerca de mi novio. Sergio hace pocos meses ficho por el Tottenham, club que le dio la oportunidad de seguir creciendo en lo futbolístico, de verdad estoy muy orgullosa de él.

Entramos a nuestra primera clase que fue diseño de interiores, a lo que yo me quiero dedicar en un futuro no muy lejano.

•••

Terminé mi práctica y me aseguro de enviársela al profesor, recogí mis cosas y salgo del salón de clases. Iba caminando por la salida de la universidad y mi teléfono vibra, lo saco y veo de quién se trata, es Fer.

— ¡Hola Val!

— Fer que sorpresa tu llamada.

— Estoy justamente afuera de tu universidad y dije por qué no vamos a comer por ahí. — Reí divertida.

— Siendo así acepto tu invitación, son pocas las veces que vienes a Londres y tengo que aprovechar.

— ¡Perfecto! Estoy frente a la cafetería que la última vez me trajiste.

— Oh, si recuerdo, estoy a dos minutos de ahí. — Le colgué a Fer y guardé mi teléfono en mi bolso.

Seguí caminando hasta la cafetería y con la simple mirada busqué a Fer, hasta que finalmente la encontré, parada afuera de un auto deportivo color negro.

— ¡Por aquí! — Grita mi amiga. Sonreí y me acerqué a saludarla con un beso en la mejilla. — ¿Cómo estás?, Anoche te envié mensajes y no respondiste.

— Ah, ou me quedé dormida. — Mentí, no quería agobiar a Fer con mis problemas.

— ¿Segura? — Fer me conoce muy bien, y casi siempre le atina cuando estoy mintiendo.

— Sí.

— Fernanda, ¿cuánto tiempo más vamos a esperar a tu amiga? — Un chico más alto que yo sale del auto.

— Ya Mason, Vale está aquí, nos podemos ir. 

Mason, el famoso hermano de Fer.

— Creo que ustedes no sé conocen, bueno, Mason, ella es Valeria, mi mejor amiga y Val, este de aquí es lamentable, mi hermano. — Fer me presenta a su hermano, notó que el chico me sonríe, así que le devuelvo el gesto.

— Valeria, que lindo nombre, es un placer.

— El placer es mío Mason. — Mire fijamente sus ojos y perdí la noción del tiempo y momento en el que nos encontrábamos.

— ¡Val! — Asustada y aturdida, miro a mi amiga. — ¿Estás bien?

— Ou. Sí, sí, sí estoy bien — Conteste algo nerviosa, pero sin dejar de mirar a Mason, y cabe recalcar que él hacía lo mismo.

— Vamos, el restaurante que le dije a mi hermana está cerca de aquí — Hablo Mason y asentí.

Junto a Fer me subí a la parte de atrás del auto, y ella en el lado del copiloto. En algunos lapsos sentí la mirada de Mason sobre mí, algo realmente extraño, pero no me molestaba o incomodaba.

— Y Vale, ¿Eres de aquí de Londres? — Noté como Fernanda únicamente miraba a su hermano, no entendía por qué.

— Soy de Madrid, pero estoy aquí en Londres por un intercambio de mi universidad.

— Interesante, Entonces supongo estará más tiempo por aquí, ¿no es así?

— Ahh sí. — Después de ahí Mason siguió la plática, y yo la seguí sin problema alguno.

De alguna manera entre los dos había muchas cosas en común, y sobre todo mucha química.

𝐌𝐄 𝐒𝐎𝐋𝐓𝐀𝐒𝐓𝐄 || SERGIO REGUILÓN & MASON MOUNT ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora