Capítulo #2

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            Convencer a nuestros padres de que nos dejaran viajar solas Buenos Aires no había sido nada fácil. Habían pasado meses hasta que logramos conseguir el permiso de ellos, y durante esos meses no habían hecho más que vigilar nuestra conducta y ponernos a prueba. Por suerte habíamos conseguido la aprobación; podíamos viajar solas, yo estaba a cargo de cuidar a Agus, y debíamos llamar al menos 5 veces al día para asegurar a nuestros padres de que todo iba bien... Pero había valido la pena.

            Estábamos hospedándonos en un hotel cerca de la casa de los abuelos de mi amiga, a una (relativamente) corta distancia de donde se estaban hospedando nuestros chicos. Los conciertos se realizarían dentro de unos días, y aunque nosotras no teníamos entradas, habíamos decidido viajar para (aunque sea) verlos en el hotel. Pasábamos el día entero en medio de una multitud de directioners esperando el momento en que los chicos se asomaran por la ventana y nos saludaran. Niall y Liam solían ser quienes más se asomaban e incluso se quedaban un largo rato diciéndonos cosas y haciendo bromas, mientras que Harry, Louis y Zayn aparecían por menos tiempo ya que estaban muy ocupados con la grabación de un nuevo demo.

            Desayunamos rápidamente en un Starbucks y al terminar corrimos hacia el hotel, el cual ya estaba lleno de fans a sus alrededores, por supuesto. Los de seguridad tenían el perímetro cerrado e impedían el paso a cualquiera que no permaneciera al hotel. Más de una vez habíamos tratado de entrar, pero nada había resultado hasta el momento.

            Miré a mí alrededor buscando un lugar donde instalarnos.

            — ¡Mira! — exclamé, sorprendida, al ver que la plataforma de madera que usualmente estaba llena de chicas se encontraba vacía. — ¡Es perfecto!

            Agus echó a correr hacia la plataforma y yo la seguí, entusiasmada.

            La plataforma de madera era usualmente una decoración, pero durante la semana que 1D había pasado en el hotel se había convertido en una buena forma de hacerse ver por encima de las demás fans. Tenía un metro y medio de altura, no mucho, pero lo suficiente como para estar más arriba que los otros. Era un lugar muy codiciado que casi siempre se encontraba lleno de gente.

            Nos trepamos a la plataforma a tiempo para ver a los chicos asomándose al balcón... Harry, Louis, Zayn, Liam, Niall y...

            — ¡Adivinen quién vino de visita! — gritó Niall entusiasmado.

            El sexto chico se quitó la gorra y las gafas de sol y esbozó una amplia sonrisa. Lo observé atónita, creyendo que iba a morirme allí mismo.

            No podía ser cierto. ¿Mi ídolo estaba visitando a mis ídolos?

            — ¿Cómo están, chicas? — se rió Justin Drew Bieber.

            Agus soltó un gemidito, gratamente sorprendida de verlo allí... Y yo me puse a gritar, al igual que muchas otras chicas.

            — ¡¡JUSTIN!! — lo llamé a voz en grito. — ¡¡¡JUSTIN, TE AMO!!!

            Por un instante él pareció mirar a la plataforma... Un momento, no a la plataforma, me estaba mirando a mí... ¡JUSTIN ME ESTABA MIRANDO! Mi amiga pareció darse cuenta de eso al mismo tiempo que yo. Me tomó de la mano con fuerza mientras yo miraba a Justin como hipnotizada.

            — Cris, creo que Justin...

            — Pellízcame. — la interrumpí. — Esto no puede ser más que un sueño.

            — P-pero...

            — ¡Hazlo!

            Mi amiga titubeó pero acabó por encogerse de hombros y pellizcarme el brazo con fuerza.

            — ¡AY! — me quejé, volviéndome para mirarla con el ceño fruncido. — ¡Eso dolió!

            Ella se rió y puso los ojos en blanco.

            — Ahora sabes que estás despierta...

            — Pero Biebs ya no me mira. — suspiré con aplomo al descubrirlo diciéndole algo a Niall al oído. Dejé que mis ojos vagaran entre Louis, Liam y... — ¡¡AGUS, HARRY TE ESTÁ MIRANDO!!

            — ¡HARRY TE AMOOO!

            Justin terminó de decirle a Niall lo que le estaba diciendo y me señaló. El irlandés me miró atentamente, yo le devolví la mirada sin decir nada, demasiado anonada por el simple hecho de que JB y NH me estuvieran mirando... Niall me sonrió y me tiró un beso.

            Por un segundo, mi corazón se detuvo.

            Estaba por ponerme a gritar cuando Liam anunció que debían volver al trabajo, entonces todos se despidieron y entraron a la casa.

Stockholm Syndrome // Niall Horan //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora