YoonGi
Me sentía en un estado de shock, por todo lo vivido en mi cabeza o más bien, todo lo qué logré captar en un momento de anestesia.
No sabía como sentirme. Quería pensar que solo había sido una simple locura creada por mi mente. Pero es ahí donde me hago la pregunta.
¿por qué todo lo que sentí fue tan real?
Y más si sabía que todo había sido fruto de mi cabeza.
Ahora solo quería encontrar el significado de aquellas emociones y sentimientos.
Aunque una parte de mi me dicte que no debería desnudar esos sentimientos.
¡Joder!
Estoy teniendo una lucha interna. Esto es absurdo.
Pero...
No.
Min Yoon Gi todo fue una imaginación.
—¡Hola YoonGi! ¿cómo te sientes hoy?.
Mire al doctor sin ninguna expresión, sabía que quedaría como un grosero pero simplemente no tenía ganas de ser amable.
Pero me esforcé por que aquel hombre solo hacía su trabajo y no tenía que lidiar con gente tonta como yo.
Aparte me habían tratado bien. Han pasado solo tres días de que todo había sucedido.
Y no es que me sintiera muy mal.
Y antes de poder decir algo, él doctor siguió.
—Okey YoonGi, te tengo buenas noticias.—checó su papeleta antes de volverme a mirar y decir.—mañana mismo podrás regresar a casa.
Dentro de mi mil sensaciones me llenaron. Había cosas que no podía explicarme a mi mismo, al menos no en estas circunstancias.
Solo quería huir y no tener que sentirme así.
Regresar me causaba temor, pero bien sabía que tenía que enfrentar lo acontecido.
—Pero...—habló sacandome de mis pensamientos, y entonces fue cuando me digné hablar.
—¿Pero qué doctor?.
—inquirí, no iba a negar que todo me traía nervioso.—No es recomendable que estés en un lugar en el qué haya un trato agresivo, y tengas que pasar por otra crisis nerviosa.
—suspiró y volvió decir
—Pero tampoco es recomendable que estés solo, eso también puede causarte una crisis nerviosa.No se que expresó mi rostro por que el doctor enseguida dijo.
—YoonGi, se que te da miedo, pero te estoy dando la certeza de que esto es grave, ya eres un hombre adulto que debe ver por si mismo.
—negó con la cabeza un par de veces hasta que volvió a decir.
—Debes ahora ver más por ti que por los demás, por que ahora es tu vida la que está en riesgo.Seguí en silencio, no iba a negar que sentí la presión, lo dicho por el doctor había causado algo en mi.
No lo conocía pero él al parecer había encontrado el punto en donde darme. No lo culpaba, él solo era un doctor que había estado procurando por mi salud, y bien sabía que de aquí debía seguir yo.
4:56 p.m. marcaba el reloj, me encontraba solo en ese momento y estaba a nada de irme de aquí.
Suspiré muy hondo por qué no podía quitarme los nervios de mi cuerpo.