—Abre la boca bebé.— habló Jungkook quien con una cuchara tomaba un pedazo de pastel de mermelada de fresa.
Hoseok frunció el ceño, nunca había visto algo así y pensaba que sabría mal, no nada más pensó eso con el pastel, también cuando Jungkook le preparó una especie de fideos con mucha carne su cara se frunció al ver la forma rara que la comida tenía. Aunque el sabor no se comparaba con la imagen, incluso llegó a pedir otro plato de lo rico que sabia.
¿Pero y si el pastel no tenía el mismo sabor rico?.
—¿Qué ed?.— preguntó y de inmediato apunto con sus manitas.
—Pastel, ¿nunca lo has probado?.— el infante negó. –Es lo más rico que vas a probar, anda, abre boca.
Jung asintió y con inseguridad abrió su boca sólo un poquito.
Los deliciosos dulces llenaron su paladar y sonrió en grande mientras aplaudía eufórico por la sensación.
—Mad, mad.
Jungkook rió y con la cuchara tomó otro pedazo y lo volvió a dejar en la boca del menor.
—Deñor Jeon.— el nombrado asintió dando a entender que siguiera. —¿Dónde edta du edpodo?.
Jeon suspiró, desde ayer en la noche no había visto a Jimin y solo ha hablado por mensajes, solo sabía que estaba en la oficina trabajando y que volvería hasta en la noche. Claramente seguían enojados.
—Jimin está trabajando mucho. Esta ocupado y hasta hoy en la noche va a volver.— Jung asintió masticando el nuevo pedazo de pastel y meciendo sus pies de un lado a otro por la altura del banco ya que se encontraban en la barra americana. —¿Por qué la pregunta?.
—Lo esstraño.— se esforzó en decir la palabra bien, como le empezaba a enseñar Jungkook. —Él me dió du cobija cuando tenía frío.
Jungkook asintió sonriendo con nostalgia, su esposo tenía un gran corazón y es una de las grandes cosas por las cuales se enamoró de él. Aún seguía sin entender cómo es que él mismo ignoró el claro sollozo de un bebé.
Después de estar un rato más dándole de comer al bebé el postre, el timbre de la casa sonó y Jungkook se levantó del banco para abrir. Sabía que no era Jimin ya que este salía hasta las ocho con treinta de trabajar y apenas eran las cinco.
Cuando abrió la puerta, olvidándose de preguntar quién era, un niño entró corriendo con patines puestos y riendo.
—¡Tío Jungkook!.— gritó el infante dando vueltas al rededor del pelirrojo.
—¿Tu padre otra vez te dio helado?.
—¡De chocolate con jarabe de chocolate y chispas de chocolate!.
Ahora vió como el niño salía de nuevo afuera donde suponía estaba su padre.
—¡Yoongi ven para acá!.— NamJoon gritó desde el carro que le pertenecía, esperando por su hijo a que se acercara para quitarle los patines y ponerle los tenis de la escuela a donde asistía.
Por cierto, Jungkook al ver a su sobrino con el uniforme recordó inscribir a Hoseok igual al colegio para que empezara aprender hablar mejor.
Minutos después NamJoon se acercaba con Yoongi en brazos, mientras el menor besaba el rostro de su padre y soltaba risillas.
—Qué tal Jungkook.
—Cuñado, hasta que te apareces.
Los tres entraron a la casa, dejando los zapatos en la entrada y poniendo unas sandalias más cómodas y limpias.
—Tío Jungkook, ¿Puedo jugar con Minnie en el patio?.
—Primero quiero que conozcas a alguien.
—¿Adoptaste un caballo?, ¿puedo ponerle el nombre?, lo llamaré Donita de chocolate, ¿no es lindo?.
Jeon rió por lo dicho de su sobrino, caminaban por el pasillo antes de entrar a la cocina y ver como Jung comía del pastel pero ahora con sus manos, llenando su rostro se mermelada y chocolate pegajoso.
—¿Quién es?.— volvió a preguntar Yoongi.
—Es Hoseok.— subió al niño en un banco y observó como Hoseok dejaba de comer para verlos curioso. —Tiene casi tu edad, ¿por qué no sales a jugar con él y Minnie?, salgan a conocerse, ¿te gustaría Hobi?.
El nombrado asintió lentamente, sabía que si decía que no tal vez Jungkook le pegaría, como cuando su mamá lo hacía cada vez que no quería hacer algo que le ordenaba. Pero él no tenía la culpa, no le gustaba ver a esos hombres feos hacer gritar a su mamá.
—¡Vamos, yo te llevo!.— Yoongi se bajó del banco con cuidado y se acercó al menor igual ayudándole a bajar. Jungkook limpió el rostro del menor y después los vió correr al patio, abriendo las puertas corredizas y viendo como su perro corría de inmediato y tumbaba a Yoongi llenándolo de baba.
Finalmente rió mientras veía a NamJoon sentarse en donde Hoseok estaba y Jungkook igual tomo asiento.
—Es muy tierno.— habló NamJoon comiendo el resto de pastel.
—Lo sé. La ropa que le compré lo hace ver más tierno.— rió viendo como el menor tenía un overol de mezclilla con una blusa blanca con rayas negras y tenis blancos, corriendo atrás de Minnie mientras reía.
—¿Y Jimin?, ¿qué piensa de esto?.
—Él no tiene voto desde ayer, dijo que no podríamos quedarnos con él.
—Lo dices como si fuera un perro.
Jeon suspiró, lo sabía, Hoseok no era un perro y no quería poner ese ejemplo, pero si no lo tenía con él no sabría como seguir viviendo.
Tal vez su parte paternal volvió a prenderse y aquellos tres días despertando con un niño en sus brazos o saltando en su cama junto a su esposo le hicieron volver a querer ser papá.
Era eso, o que Hoseok estaba destinado a estar con él desde un principio.
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Apareció Yoongi masita bebé 🤧💕
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It's Okay, Baby Hobi「Adap.」(Jikook)
Fanfiction¿Qué haces cuando en las calles desoladas de Seúl, en medio de la madrugada, escuchas a un niño pedir ayuda? Jungkook juraba que era un fantasma y quería huir lo más rápido posible de allí, aunque su esposo Jimin siempre fue muy curioso y nunca dej...