La noche estrellada y la luz de la luna eran las únicas que se colaban por la ventana en esa recámara grande, dos cuerpos estaban acostados en la única cama matrimonial situada en el lugar mientras se abrazaban y platicaban.
Jimin y Jungkook estaban casados desde hace ya tres años, su matrimonio iba de bien a mejor, siempre se contaban todo, a todas horas se mandaban mensajes cuando el mayor estaba en la empresa y siempre hacían cualquier cosa que el contrario quisiera. Era un claro ejemplo para decir que la llama del amor nunca se apagaba si los dos ponían de su parte.
En cierto punto, después de un año y seis meses de casados, a Jungkook se le vino la grata idea de tener un bebé, aunque bueno, muchas veces fueron rechazados en los centros de adopción. Tenían todo para mantener un bebé, dinero, una casa grande, familia que los apoyaba, pero su error, según los del orfanato, era que eran dos hombres y que un niño no podía crecer en un ambiente de dos hombres homosexuales.
Ya después de un tiempo esas ideas fueron votadas, no querían rentar un vientre con el riesgo que la chica al final se echará para atrás y no les entregará al bebé. Finalmente siguieron su vida normal.
Jimin amaba con todo su ser a Jungkook, verle todas las mañanas a su lado en la cama, compartir el desayuno, ver películas todos los fines de semana, salir a pasear a cualquier lugar y a cualquier hora, siendo día o noche. Como en esta ocasión.
—Andaaaaa~.— Jungkook hizo un puchero mientras se subía encima de su esposo.
—Bebé, es muy tarde como para ir por helado con un clima de trece grados.— Jimin rodeó el cuerpo delgado y escondió su rostro en la curva de su cuello y hombro repartiendo besos húmedos. —Mejor entremos en calor.
El menor río y negó mientras se separaba y posicionaba sus manos en el pecho del mayor, haciendo círculos coquetos. Lo único que tenía en mente era convencer a su marido, no era necesario eso, sólo dos besos y el mayor haría lo que quisiera.
—Llegando puedes, no sé.— se encogió de hombros. —Embarrar aquí.— tomó las manos de Jimin y las paso por su cuello. —Y luego aquí.— bajo a su pecho. —Puedes terminar aquí.— paso lentamente los dedos por su parte baja viendo como el contrario tragaba duro mientras lo veía expectante.
—Vamos, antes de que cierren.
Jungkook río y se levantó seguido del mayor para empezar a vestirse.
꒰ It's Okay, Baby Hobi ꒱
La puerta del supermercado que estaba abierto las veinticuatro horas sonó cuando fue cerrada, Jungkook entrelazo su brazo con el del mayor ya que en la otra tenía la bolsa con varios botes de helado y barras de chocolate. Los dos reían por un chiste que el menor contó, aunque bueno, Jimin lo hacía para no hacer sentir mal a su esposo o que se enojara.
—¿Veremos una película?.— preguntó a lo que Jimin negó.
—Tengo otros planes.
Dieron la vuelta en la primera esquina donde se unieron más, sabían que aquella calle no era nombrada por muy segura que era, pero era obligatorio pasar por allí si es que querían llegar al supermercado. Justamente pasaron cerca de un callejón cuando a Jungkook se le fue la sangre del rostro y apretó el brazo de su esposo.
Un pequeño lamentó se escuchó dentro de los botes de basura.
—Veamos qué es.
—Jimin no, que tal y es un fantasma. Sabes que soy muy miedoso, no no no.— negó repetidas veces mientras jalaba al más bajo.
—Cariño puede ser un gato, o un perro ¿no quieres tener una mascota?.— trato de convencer.
—Con Minnie tenemos.
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It's Okay, Baby Hobi「Adap.」(Jikook)
Fanfiction¿Qué haces cuando en las calles desoladas de Seúl, en medio de la madrugada, escuchas a un niño pedir ayuda? Jungkook juraba que era un fantasma y quería huir lo más rápido posible de allí, aunque su esposo Jimin siempre fue muy curioso y nunca dej...