ENAMORADA DE UN VAMPIRO ━━ [En curso] 《12》

Kapitel˚9

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Hechizo de amor
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—Marie... —habló (Tn) al caminar hacia ella, para tomarla de las manos—, luces pálida, ¿estás segura de que no quieres descansar?

—Agradezco su consideración pero créame que estoy bien, no es mi deseo causar molestias. —respondió fingiendo agrado por la genuina demostración de preocupación que recibía.

—Y no lo haces, sabes que te adoro como la hermana mayor que nunca tuve —aseveró (Tn), sonriendo al abrazarla afectuosamente.

«Si tan solo supiera que la malagradecida fue a verse a escondidas con su futuro esposo...» pensaba Anna, mirando con cierto enojo a Marie. Dudaba de ella, mas no de Shanks, tenía la certeza de que este la había rechazado, pero debido a su amable naturaleza..., había callado sobre el desagradable hecho.

—Quiero que te tomes el día para que descanses por favor —(Tn) deshizo el abrazo y la miró con mucho cariño—, le pediré a padre que envíe por un médico para que te examine.

—No hace falta, de verdad estoy bien —aseguró con una falsa sonrisa.

En ese instante, tocaron a la puerta de la habitación.

—Yo voy... —dijo Anna, yendo hacia la entrada—. ¿Sí? —habló mirando al mensajero, quien hizo una reverencia de cortesía.

—Su alteza real el príncipe Shanks, solicita la presencia de su prometida, le espera en el primer jardín del castillo.

—Dile que estaré allí en un momento... —susurró (Tn), intentando disimular su emoción. Entretanto, Marie le ayudaba a ajustar las cintas de su corsé.

—Mi ama dice que estará allí en un momento —transmitió el mensaje Anna. El mensajero asintió, y emprendió su camino.

«Espero que el príncipe cumpla su palabra, y no me delate...» pensaba Marie.

Una vez lista, (Tn) y sus damas se encaminaron al jardín, y cuando llegaron, Shanks se puso de pie al recibirles.

—Su alteza... —saludó (Tn), sonriendo muy dulce al hacer una sutil reverencia—, ¿ha enviado por mí?

—Luces hermosa —dijo Shanks, con una expresión de tonto enamorado.

—Much...

—No agradezcas, es la verdad. —le interrumpió encantado por su presencia—, envié por ti porque me gustaría invitarte a dar un paseo por el centro de la ciudad.

—¿De verdad? —inquirió emocionada, había estado encerrada todos esos días, por lo que una salida le sentaría muy bien, mucho más si esta era en compañía de su hermoso príncipe.

—Desde luego —respondió Shanks al extenderle su mano, la cual (Tn) tomó—, con cuidado... —le advirtió al ayudarla a subir las escaleras hacia la carroza, mientras ella sostenía un lado de su pomposo vestido color rosa, el cual acentuaba el tono de su suave piel.

—Señoritas —habló uno de los dos cocheros al ofrecerle su ayuda a Anna, para que esta subiera a la carroza, el segundo asistió a Marie, quien sonrió forzadamente al tener que conformarse con la mano de alguien a quien consideraba un ser inferior, cuando la que deseaba era la cortesía y caballerosidad de Shanks.

Se fueron juntos en una carroza, cuyo capote desplegable iba recogido, permitiéndoles a todos sentir el agradable calor de los suaves rayos del sol de la mañana.

Seguido de ellos, iban algunos guardias a caballo, y otros a unos cuantos metros adelante.

A su paso por las calles principales del reino, (Tn) saludaba muy contenta a los amables ciudadanos que le sonreían y hacían reverencias, al verla acompañando al joven príncipe.