Siempre te cuidare

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El gran bob por fin se fue, diciéndole  a helga que volvería si esta volvía a encender la luz, helga finalmente se sosego, detestaba pelear con bob y ahora además tenía a arnold en el clóset... ¡el clóset! Helga por fin recordó que guardaba ahí. Y seguro había tenido tiempo de sobra para fisgonear, ella corrio al clóset y entro rápidamente jalando a arnold que sostenía en sus manos su medallón!  Su medallón!

Helga
Que demonios haces  arnoldo! Eso es mío sueltalo ahora!

Arnol
Verdaderamente creo que es mío cariño

Helga
¡No me llames cariño!¡ Tu y yo hemos terminado!

Arnold
Tu y yo¡ jamás terminamos helga! Te alejas, te escondes, corres y prefieres mil veces estar en la sombras  a ¡dejarme estar contigo! Y sin embargo ¡siempre estás conmigo! Me parece injusto sabes...

Helga
¿¡Injusto!? Injusto como me tratan tus imbeciles amigos! Injusto verte pavonearte por la escuela con "doña perfecta" mientras yo ..... aggg  no importa lárgate

Arnold
Mientras que helga? mientras tu cuidas de mi y ella se lleva el crédito?

Helga
Lárgate arnold no tengo nada para decirte, ese medallón es viejo y como verás esta en una caja igual de vieja

Arnold
Lo veo helga pero también veo... que esta recien pulido, que las bisagras están enteras y no se atoran y que mi foto es de hecho, una foto reciente no debe tener más de un año.

A helga se le heló la sangre  todo eso era verdad era su verdad, ella lo amaba como siempre pero ahora lo hacía a dentro hacía ella, no demostraba su amor y sin embargo la quemaba entera todos los días, su maestro de ballet le había dicho que era magnífica pero jamás había podido ser primera bailarina sin importar cuánto practicaba, el profesor le había dicho que su ejecución era perfecta pero carente de pasión no transmitía  nada cuando bailaba y sin embargo era totalmente exactos sus movimientos...

Helga
Déjalo por favor arnold no sabes que es para mi, es verdad todo lo que dijiste es verdad, pero estoy cansada y arta de sentir que soy yo contra el mundo entero y tú que estás del lado del mundo, por favor deja mi medallón y sal de aquí deja mi vida tal cual esta, me a costado mucho trabajo tenerla, y no es justo que tú solo quieras entrar por... no sé una curiosidad  bizarra a mi mundo..

Helga se había quebrado las lágrimas corrían por sus ojos, ella simplemente salió del armario no gritó no dramatizo, solo se alejó, arnold percibió de inmediato el peligro inminente en ella, ya no estaba peleando con él,  ahora la estaba perdiendo de verdad y lo sorprendió el enorme vacío  que percibió la notar que se aleja de él se aterro y fue tras ella, corrió y la abrazo incluso aunque ella no queria, fue tanto su énfasis que perdieron el equilinro en su choque, y fue justo como cuando se encontraban en la calle y chocaban ella calló al piso el quedo encima, se miraron unos instantes fijamente, ambos se sonrojaron, pero ahí,   sobre la alfombra con helga mirándolo arnold decidió que no la iba a soltar jamás, que no la dejaría como ella jamás lo había dejado a él y que  incluso estaba dispuesto a enloquecer tanto como ella, aunque no se imaginaba a si mismo lesionando bailarinas para que helga triunfara... pero si era necesario ¡lo haría por supuesto que si.!

Arnold se lanzó a besar a helga, esta se resisto  un momento pero finalmente  su pasión venció y se dejó llevar

Arnold la besaba cada vez más intensamente, mordiendo sus labios y finalmente se abrió paso con  la lengua dentro de la  boca de la chica, ella al sentir el asalto no pudo más que responder, mordió fuertemente un labio de arnold seguro se le hincharia al otro dia,   pero eso no detuvo a ninguno de los dos, al  contrario parecían más decididos que nunca a besarse como si el mundo se fuera terminar al otro día... y quizás si, ¿que importaba? ese día, en es momento arnold estaba con ella, helga pensó que podría hacerlo suyo y si finalmente no funcionaba, ese momento siempre estaría con ella, helga comenzó a disfrutarlo, de alguna manera quería hacerlo sufrir un poco por como ella había sufrido, arnold comenzó a besar su cuello, sus oídos a susurrarle te amo al oído y poco a poco a bajar sus manos al cuerpo de helga, ella no podía evitar suspirar por el intenso placer que empezaba a recorrer su cuerpo, helga lo empujó y lo derribo para quedar sobre él, era su turno decidió , así que al girarlo quedó sobre él,  los besos apasionados continuaban para ambos, helga sobre arnold comenzó a mover su cadera de forma sensual arrancando del chico pequeños gemidos, tomo las manos de arnold y las colocó sobre su cabeza

Creciendo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora