Pokémon: Nueva Leyenda

Capítulo 19: Las cosas se vuelven a complicar

Salí de mi habitación y me encontré con Ai y Laila, juntos fuimos a desayunar.

-Pronto lo daremos todo en el torneo- exclamo comiéndome una tostada.

- Si, espero poder llegar a las finales- a Laila se le veía muy motivada.

- Esforcémonos todos juntos- Ai daba alegría y esperanzas al grupo.

-Ahora que me percato, ¿dónde estará Ami?- me dio por decir eso ya que sentí curiosidad por saber de ella.

- Otra vez que mencionan a esa chica- pensaba Ai.

- Pues no se. Desde que finalizamos las Eliminatorias no la he visto- dijo Laila.

- Bueno seguro que pronto nos la encontramos- cuando termino de decir esto todos los presentes en la Cafetería del Centro Pokémon atendimos a la televisión ya que estaban transmitiendo una noticia muy importante.

- Se ha efectuado otro ataque terrorista del grupo de maleantes conocidos como la Brigada Anti-Pokémon, estas personas que odian a los pokémon hacen manifestaciones en lugares públicos y utilizan la violencia casi siempre. Ellos creen que pueden exterminar a cada pokémon tratando de robárselo a los entrenadores. Usan armas de fuego y llevan máscaras. La policía ha apresado a varios miembros pero estos se niegan a cooperar, cada vez aumentan más sus integrantes y nos preocupa que lleven sus inetereses a un nivel mayor- decía la reportera de las noticias.

- ¿Quiénes son esos?- pregunto al terminar de ver el reportaje.

- Son el mayor grupo terrorista que existe actualmente. Tienen el objetivo de eliminar a cada pokémon, mayormente aparecen en sitios públicos donde se realicen grandes eventos, ahí utilizan armas de fuego para amenazar a entrenadores y robarles a sus pokémon. Luego desaparecen pero si te interpones en sus planes ellos no dudarán en matarte- Laila nos daba una descripción del grupo con un miedo notable.

- ¿Han aparecido hasta en la Liga Pokémon?- grité la pregunta llamando la antención de todos.

- En la Liga Pokémon no han hecho su aparición ya que hay una seguridad inmensa y es imposible un atentado de dicha albergadura.

- Ya entiendo. Esos tipos son unos desgraciados, como es posible que alguien quiera eliminar a los pokémon, se supone que ellos son la fuente de este mundo, lo que da color al universo. Si alguna vez me topo con algún miembro no dudaré en hacer justicia- al terminar con mi pequeño discurso todos los presentes me aplaudieron excepto un chico vestido completo de azul quien que se paró y salió de allí.

- Todavía falta un día para que comiencen las semfinales- deía Ai agachando la cabeza.

Yo al no tener mucho que hacer salí a tomar un poco de fresco y me la encontré a ella. La chica con la que después de hablar por un momento perdí recuerdos completos de un día.

- Hola Leroy- se acerca a mi y la cabeza me comenzó a dar vueltas. Me dolía mucho, sentía calor, sudaba, parecía como si mi mente se distorsionara y mi cuerpo se hiciera muy duro para moverlo pero no perdía el control. Ella al llegar a donde yo estaba me besó y para que mi suerte empeorara Laila desde el balcón de su habitación nos vio. En ese beso casi pierdo el control de mi mente pero ver la tristeza de Laila me hizo recuperarlo. Alejé a esa chica de mi provocando una gran confusión dentro de ella y fui corriendo dentro del C.P para ir a la habitación de Laila.

Al llegar toqué lo más fuerte que pude pero no abría, la llamaba por su nombre pero no respondía. Ai salió de su cuarto al sentirme y trató de entrar a donde Laila pero tampoco podía.

- Laila yo a ella no la conozco.

- ¿Cómo es que puedes decir eso Leroy?- me preguntó aquella chica con lágrimas- Estabas engañando a esa chica conmigo- se enfureció- Como has hecho esto, era tu mejor amiga y hace unos días te dije lo que sentía ya que te encontré en esta región y no pude aguantar las ganas. Es increíble como me has mentido- viene como bestia hacia mi- Eres un maldito hijo de- se aguantó la ofensa y me golpeó en la cara muchas veces pero había un problema, yo a ella no la conocía, como es que esa chica podía decir eso si yo no sabía quien era- No me vuelvas a hablar en tu vida, no me escribas y olvídate de que existo- se fue y Laila abrió.