BABIES FOR SEOKJIN. ➸namjin

Capítulo 9

Los dos chicos se encontraban acurrucados en el sillón reclinable, situado en su sala frente a la gran pantalla plana. Seokjin, con el mando en la mano, presionó la aplicación de Netflix y con su compañero se pusieron en búsqueda de una buena película o serie para ver. 

—Deberías poner una de terror. —sugirió Namjoon.

—Estás idiota si crees que pondré esas cosas del diablo. No, definitivamente no. Quizá podamos empezar a ver la tercera temporada de Skins.

—¡Cierto!

Seokjin apretó los botones para apuntar en el icono de la lupa, una vez ahí, escribió la palabra "Skins", siguió todo el proceso hasta que el primer capítulo de la tercera temporada se empezó a reproducir. Luego de unos diez minutos aproximadamente, se dio cuenta de algo.

—¡¿Qué?! —preguntó en un casi grito haciendo sobresaltar a Namjoon.

—Joder, qué susto —musitó tocando su pecho—. ¿Qué sucede? —acarició el cabello castaño de su pareja acercándolo más a su pecho.

—Esto es una completa basura. ¿Cómo se atreven a cambiar al elenco? ¿Dónde están Tony, Sid y Maxxie? —se restregó la cara con las manos.

—Oh, bueno... A veces los cambios son buenos.

—No, quítalo. Estoy indignado. —le pasó el control remoto.

—Bien —respondió terminando de quitar la serie—. ¿Ahora qué?

Seokjin tomó la mano de Namjoon y seguidamente la guió a su cabello.

—Hazme mimos mientras yo como estas gomitas e intento dormir. —ordenó mientras se acomodaba en el cuerpo del otro.

—Lo que digas, amor —soltó una pequeña risa tomando entre sus dedos los cabellos ajenos—. Así que... ¿Somos novios?

Hace poco más de un día que Namjoon se había enterado, por medio de Seokjin, que iba a ser papá. Desde el momento que le llevó las donas a su casa no se ha despegado de él; ha comido, dormido y hasta bañado ahí, se sentía cómodo con eso y el castaño parecía no tener problemas, es más, parecía gustarle.

Han hablado sobre el tema de Seúl y habían quedado en que Namjoon iba a ir allá un mes de prueba para ver si le gustaba o no; dejó claro también que aunque le gustara volvería.

—Eso creo, no me lo has pedido formalmente. —comentó distraídamente Seokjin mientras estiraba un poco la mano y le metió algunas gomitas en la boca a su pareja.

—Entonces hay que cambiar eso. Quería hacer esto un poco más... hmm, cómo decirlo... ¿Romántico?

—Tranquilo, cariño —besó la barbilla del más alto—. No te estoy obligando a nada, me siento bien estando así contigo.

—No, quiero hacer esto —suspiró tranquilamente—. Jin, ¿le darías el honor de ser el novio de este pobre hombre de quinta?

Dicho eso, el castaño rió nerviosa y tiernamente ante la propuesta.

—Sabes que sí, Nam. Ahora se un buen novio y llévame a la cama. —rodeó con sus brazos el cuello del otro.

—¿Otra vez? Jin, hace como dos horas lo hicimos... 

—No, idiota —interrumpió y rió brevemente—. Quiero dormir mucho, y contigo.

—Está bien, amor, vamos.

Lo cargó como un pequeño koala, con los brazos enrollados alrededor de su cuello y las piernas enredadas en la cadera. Llegando a la habitación lo recostó en el colchón y lo arropó como un bebé. Trotó hasta el armario en busca de más frazadas para pasar la noche calientitos.