Capítulo 11

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El almuerzo con los chicos no estaba siendo para nada agradable, se sentía la tensión entre Seokjin y Mingyu. Namjoon aún no entendía por qué su novio sentía tantos celos de su amigo. Mingyu se iría en una corta semana, después de eso volverían a ser él y Seokjin, claro, más él pequeño creciendo dentro de su amado novio.

Todos comían concentrados, con la vista en sus platos, sin decir una palabra; el único sonido proveniente de la mesa era el de los cubiertos al chocar con los platos de porcelana.

—Y dime, Namjoon... ¿Cómo estuvo Seúl? —preguntó Hoseok para iniciar una conversación, y tal vez así, eliminar la tensión casi palpable.

—Agradable —sonrió—, pero no volvería a ir, a menos que vaya Jin.

—Oh, bueno, entonces… ¿Dices que Mingyu trabajaba en la misma área que tú? —siguió preguntando a la vez que cortaba un pedazo de su carne marinada y se la llevaba a la boca.

Seokjin rodó los ojos al escuchar tal nombre. Para todos estaba claro de que aquel muchacho no era para nada de su agrado.

—Sí, prácticamente yo era su jefe. —contestó Mingyu en burla.

—¡No digas eso! Se supone que nadie debería saberlo. —Namjoon negó riendo. En verdad se divertía hablando con su nuevo amigo.

El castaño suspiró sonoramente llamando la atención del más alto.

—¿Pasa algo, amor? ¿Te sientes mal? —volteó a verlo con cierta preocupación.

Seokjin negó con una pequeña sonrisa.

Namjoon se acercó a su cara y besó su mejilla castamente repetidas veces, causando en su pareja una risilla infantil.

—Termina de comer, quiero ir a casa a descansar. —le pidió

—Nam... —susurró cerca de su oído. El nombrado volteó levemente y alzó las cejas dándole a entender que tenía toda su atención— El jueves tengo una cita con el doctor, quería saber si quieres venir conmigo.

A Namjoon se le iluminó la cara, claro que quería ir. De ahora en adelante no se perdería ni una sola oportunidad de ver a su bebé.

—Claro que sí, amor. —asentía y sonreía efusivamente, su alegría era notoria.

Seokjin picó uno de sus hoyuelos con su dedo y río.

—Perfecto.

Se acomodó en su asiento para seguir comiendo. Se sentía feliz, seguro, y tranquilo de tener a Namjoon ahí a su lado, le gustaba su presencia, le hacía sentir cálido por más que estuviera lejos. Con el simple hecho de saber que su novio estaba en la misma habitación que él lo ponía alegre y de buen humor.

Suspiró, comiendo y pensando en su bebé, ya quería saber si sería niño o niña. Quería tener su pancita abultada y que su novio lo mimara todo el tiempo sin chistar; estaba muy seguro de que lo haría con gusto.

Yoongi fue el primero en terminar su almuerzo, dejó el dinero necesario para pagar y dar un poco de propina, y sin más, salió del establecimiento dejando a cuatro chicos confundidos; uno triste y cabizbajo. Decidieron no darle importancia, tampoco es que lo vayan a dejar pasar, pero esperarían a que él diga cuál es su preocupación.

Preocupación de la cual solo Seokjin estaba enterado.

Se despidieron todos parándose ya pagando la cuenta, dejando una jugosa propina para el mesero.

Namjoon manejó nuevamente, esta vez se dirigió a la casa del castaño. En ese mismo instante recordó que no contaba con muchas cosas ahí, pronto se iba a ver obligado de pasar unas cuantas cosas hasta allí.

—¿Cómo se conocieron? —Mingyu, sentado en la parte trasera del auto, preguntó.

Seokjin, recordando la loca noche que conoció a su novio, sonrió.

—En la comisaría. —contestó sereno.

—Inusual —rió—. ¿Cuánto llevan saliendo? Namjoon me ha comentado que no mucho.

—Estamos yendo por los cuatro meses, algo así. —dijo el nombrado asintiendo con la cabeza, viendo por el espejo retrovisor a Mingyu y sonriéndole.

—No es tan poco, cuatro meses es muy bueno —le devolvió la sonrisa—. ¿Cómo vas con tu embarazo, Jin?

—Seokjin —corrigió—. Hasta ahora bien, no he tenido molestias.

—Asombroso.

Mingyu no volvió a hablar en todo el camino, y Seokjin pareció agradecido con eso.

No es que lo odiara, pero había algo que no le hacía confiar del todo en él. Seokjin no era una persona prejuiciosa, claro que no, solo sentía que algo iba mal con el amigo de Namjoon. No desconfiaba ni un poco de su novio, de Mingyu sí.

Namjoon suspiró relajado, se sentía bien llegar a casa. Le mostró a su amigo la habitación que ocuparía el tiempo que estaría ahí; este dijo que era agradable y mejor de lo que esperaba.

Al entrar al cuarto que, ahora, compartía con Seokjin, escuchó el sonido de la regadera prendida. Su novio se estaba dando una ducha, y él como buen ciudadano que ahorra agua, se unió a él. Quitó su ropa completamente sin hacer mucho ruido, corrió la cortina de baño azul con franjas verdes, y entró.

Puso los brazos alrededor de las caderas del castaño, quien primero se vio asustado, pero que después de darse cuenta de quién era se relajó y apoyó su cabeza en el hombro del otro.

Namjoon acariciaba el vientre de Seokjin, besando a lo largo de su cuello y hombro; no era nada sexual, solo aprovechaba y disfrutaba ese momento acompañado de la persona que más quería.

—Ya quiero verte con tu pancita. —dijo bajito en su oído, haciéndolo sonreír.

—¿Seguro? Estás a tiempo de arrepentirte. —bromeó, volteándose para quedar cara a cara con su pareja.

—Sabes que jamás haría eso. —comentó regalándole a su novio un tierno beso. Besó sus labios pausadamente, acariciando a lo largo de su espalda hasta su trasero.

Le gustaba sentir cerca a su Seokjin, demasiado cerca, a decir verdad. Tenerlo entre sus brazos, suspirando por los cálidos besos y abrazos que le brindaba.

—Es hora de salir, no queremos que te enfermes. —dijo estirando la mano, alcanzando la llave y cerrándolo.

Buscó unas toallas blancas en los cajones debajo del lavamanos y envolvió en ellas a Seokjin como si de un recién nacido se tratase, mientras él solo se enrolló una en la cadera, y con mucho cuidado lo ayudó a salir para que no cayera.

—Eres muy dulce, Nam. —le dijo una vez ya cambiado y acurrucado al lado de su pareja.

—Todo por mis bebés. —besó los labios de Seokjin, suspirando por el dulce sabor a hogar que tenía.

Cuánto lo había extrañado...
















BABIES FOR SEOKJIN. ➸namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora