« Lo siento, lamento haberte hecho sentir traicionada, no era mi intención, yo no quiero la gloria eterna, tu eras mi gloria eterna... lo lamento tanto, lamento haberte hecho sentir mal... me dolía no poder estar contigo, y aún estando con ella, sig...
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CHAPITRE DIX NEUF 019
Ya había pasado una semana, en unos días sería el Yull Ball, hacia ya tiempo que Ivy veía a Cedric con Cho, al menos besándose o toqueteándose, lo cual a la chica le agradaba, le provocaba menos dolor. En cuanto a Adrian, su relación iba mejorando, pero para amigos, ambos habían comenzado a guardar su distancia en cuando a espacio personal, solo se tomaban de la mano e Ivy de vez en cuando le daba besos en la mejilla. Ahora, estaba el tema mas importante para la chica en toda la semana pasada y lo que llevaba de esta, ¿QUIEN DEMONIOS ERA SU ADMIRADOR SECRETO?.
Él desconocido, o desconocida, no descartaba esa idea, le había estado enviando notas y obsequios todos los dias, a veces flores, chocolates, dulces e incluso ya le había dado un anillo dorado con una piedra rojo intenso, y todo con tres niños distintos, uno de cada casa, a excepción de Slytherin, la chica suponía que ninguno de los niños había aceptado, Terence de Ravenclaw, quien fue el primero en darle la rosa y las ranitas de chocolate, Ada de Hufflepuf, y Leo de Gryffindor y los tres niños sabían guardar el secreto, no importaba cuando les insistiera la pelirroja.
Ahora Ivy se encontraba caminando por los pasillos fresca como lechuga, tarareando una canción, mientras varias personas la veían y escuchaban con una sonrisa.
- Señorita Lightwood, esto es para usted- dijo él niño corriendo a ella.
- Oh, gracias Terence, ¿ya me dirás quien es mi admirador secreto?- preguntó la chica haciendo un puchero.
- Lo siento Ivy, pero no puedo, mi boca es una tumba- dijo y antes de que la chica dijera otra cosa, le entrego su obsequio y se fue corriendo.
Era una caja, dentro había una cajita musical, de madera de sicomoro, con unas pequeñas olas dibujadas en la tapa, y un cielo lleno de estrellas, cuando la abrió, en la parte interna de la tapa, decía
Look at the stars... Look how they shine for you.
La chica sonrió y sintió sus mejillas comenzaron a calentarse, tomó la nota de hasta el fondo y la leyó
