HISTORIA 100% DEDICADA A CAMERON BOYCE.
Esta es la última parte de "No Debo Enamorarme".
Unos meses después de la historia anterior, Uma sigue desaparecida y Mal sigue pasando día y noche intentando encontrarla.
Las cosas en Auradon van de maravilla...
Habían pasado tres meses desde que se rompió la barrera y las cosas habían ido de maravilla en Auradon. Garfio, mi padre, y yo nos habíamos vuelto muy cercanos, al igual que Harry y Jay. Harry y Audrey también se habían vuelto muy cercanos pero lo estaban tomando con calma antes de dar el siguiente paso.
El día de la boda, me desperté muy temprano para ir a recoger mi vestido a casa de Evie, después fui a desayunar con Audrey, Harry y Jay y, a eso del medio día, Jay y yo regresamos a casa para comenzar a arreglarnos. Me di una ducha y, cuando salí, me maquillé un poco, me arreglé el cabello y finalmente me puse mi vestido.
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Una vez listos, salimos directo al lugar donde sería la ceremonia. Mal se veía preciosa en su hermosa vestido de novia morado, que obviamente Evie diseñó, y Ben estaba muy apuesto en su típico traje azul.
(...)
Una vez que la ceremonia terminó, la cual fue bellísima, y declararán marido y mujer a los enamorados, la fiesta comenzó.
Evie y yo nos habíamos encargado de organizar absolutamente todo al gusto de la feliz pareja. La comida estaba deliciosa, el pastel se veía bellísimo y estaba igual de delicioso, y por fin llegó el momento de lanzar el ramo.
Mal: ¿Están listas? -dijo y río.
Todas las chicas asentimos. Yo estaba hasta el frente del grupo, con Evie y Uma a mis lados. Mal hizo ademán de lanzar el ramo pero, en vez de eso, se giró y camino hacia nosotras, me entregó el ramo y yo la miré muy confundida.
Mal: Mira detrás de ti.
Me giré y, en lugar de ver a un gran grupo de chicas, vi a Jay, de rodillas frente a mí y con un bellísimo anillo en su mano.
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Por impulso tape mi boca con la mano libre y sentí como mis ojos comenzaban a humedecerse. Harry estaba detrás de él, con Audrey a su lado, y ambos sonreían.
Jay: Voy a ser directo. Hemos pasado por muchas cosas y siempre has estado a mi lado. A estas alturas de mi vida no puedo imaginármela sin tu compañía. Te amo, Lizzie, te amo como no tienes idea y quiero que compartamos el resto de nuestras vidas. Elizabeth Garfio -sonreí- ¿quieres casarte conmigo?
