15.

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LIZZIE.

Caminé por entre los árboles hasta salir del bosque. Algunas lágrimas rodaban por mis mejillas a la vez que intentaba limpiarlas. Caminé un poco más, buscando por todos lados a Harry, hasta que lo encontré caminando frente al Castillo.

Lizzie: ¡Harry! ¡Uma! ¡Esperen!

Ambos se detuvieron y me miraron. Me apresuré a llegar hacia ellos.

Lizzie: De verdad lo lamento tanto. Harry, te juro que no tenía ni idea de esto.

Uma: ¿De verdad? Creí que eras parte de estas decisiones -se cruzó de brazos.

Lizzie: Y yo también. Ese día tuve que resolver otro asunto y les deje muy clara mi opinión sobre eso. 

Uma: Pues no parece haber servido de mucho.

Harry: Basta, Uma. Podemos confiar en Lizzie. Ella iba a comenzar un programa de remodelación para la Isla.

Lizzie: Programa que iba a iniciarse este fin de semana y, ahora, supongo que será cancelado.

Uma: Oh, no tenía ni idea. Sonaba a una gran idea.

Lizzie: Y lo era. Escuchen, lucharé cuanto pueda por los chicos de la Isla y por ustedes, pero no sé si lograré algo. Por eso, quiero irme con ustedes a la Isla.

Harry: ¿Qué? No. ¿Acaso estás loca?

Lizzie: No quiero volver a perderte ahora que te encontré, Harry.

Harry iba a decirme algo, pero se vio interrumpido por la voz de Mal.

Mal: Uma, espera. Por favor, alto. Tienes que ayudarme. Las necesito a ambas -me miró- Lo lograremos si lo hacemos juntas.

Uma: Te abandonaron todos, ¿cierto? Bien.

Mal: Ben encontró bondad en ti y hoy, Uma, yo también la vi. Te preocupas, Uma. Te preocupas por todos. Y Auradon necesita que lo salven. Ayúdanos, por favor.

Harry: Lindas palabras, pero ella cambió de opinión.

Uma: Tú causaste todo esto, Mal. Intenta resolverlo. Andando.

Harry: Ven, Lizzie. Tenemos una conversación que terminar.

Comenzamos a caminar, hasta que escuchamos la voz de Celia, que venía de lo alto de una de las torres del castillo.

Celia: ¡Ayúdame, Mal!

Audrey: Sí, salva a tu amiguita, Mal.

Vimos a Mal rodearse de bruma morada y, de esta, surgir un enorme dragón que voló hasta lo alto de la torre.

Mal atacaba con fuego y Audrey contratacaba con la magia del cetro. Mal no tenía oportunidad contra ella sin el poder de la brasa. Mal intentó encender la brasa con su fuego, pero fueron intentos en vano.

Uma: No logrará nada sin la brasa.

Lizzie: Debemos ayudarla.

Uno de los ataques de Audrey le dio de lleno en el pecho a Mal, haciéndola descender hasta donde estábamos nosotros.

Uma: Hay que hacer esto juntas -dijo, sacando su collar que ahora brillaba.

Lizzie: Así somos más fuertes.

Uma y yo nos tomamos de la mano, con la mano libre Uma sujetó su collar y yo apunté mi magia hacia la brasa.

U y L: Que tu poder despierte, enciéndete. Encuentra tu poder y enciéndete -recitamos y la brasa recuperó su poder.

Mal volvió a elevarse y apuntó la brasa hacia Audrey. Un rayo azul salió de la brasa a la vez que Audrey contratacaba con el cetro, pero no duró mucho, pues el poder de la brasa la derrotó.

Uma, Harry y yo soltamos un grito de victoria desde donde estábamos. Harry me abrazó y me dio un par de vueltas por el aire.

La habíamos vencido.

(...)

Una hora después, los chicos y yo nos encontrábamos en la habitación de Audrey.

En cuanto Audrey fue derrotada, todos en Auradon habían vuelto a la normalidad. Todos, excepto Audrey.

Al parecer, la magia del cetro combinada con el poder de la brasa de Hades habían sido demasiado para ella. Al ser derrotada se había sumido en un profundo sueño, el cual cada vez empeoraba.

Mal: Hay una solo persona en el mundo con poder suficiente para hacer algo.

Lizzie: Hades -Mal me miró.

Ben: ¿Hades? No lo haría y sería muy arriesgado.

Mal: De hecho, tal vez lo haga por mí -la miramos- Es mi padre.

Todos estábamos sorprendidos por la noticia. Todos, excepto Evie, lo cual no me sorprendía en lo absoluto.

Ben: Enviaré a unos guardias a buscarlo.

Uma: Yo podría llevarlos -la miramos- La Isla es mi hogar y alguien deberá protegerla.

Harry: Entonces, aquí está tu primer oficial -sonreí.

Mal: La Isla estará en buenas manos -ambas sonrieron.

Celia: Yo quisiera ir -se acercó a Mal- Desearía estar en ambos lados.

Mal: Creo que Evie tenía razón -comenzó- Se que podríamos haber sido amigas -le dijo a Uma- Y lamento haberle mentido a todos, de verdad. Se merecen algo mejor que eso.

Jay: Sólo querías hacer lo correcto.

Lizzie: Proteger al Reino -le sonreí.

Evie: Te entiendo -ambas sonrieron.

Lizzie: De hecho -me miraron- Yo también quisiera ir a la Isla.

Jay: ¿Lo dices en serio? -asentí.

Ben: Es una locura, Lizzie.

Lizzie: Lo sé pero, acabo de recuperar a Harry, no quiero volver a perderlo.

Harry: Lizzie, escúchame -tomó mis manos y lo miré a los ojos- Nunca en mi vida me había sentido tan feliz y tan completo como el día en que nos rencontramos. Te amo, con todo mi corazón y nada deseo más que estar contigo, pero no quiero que vayas a la Isla.

Los chicos sólo nos miraban sin decir nada. Yo iba a hablar, pero Harry me interrumpió.

Harry: He visto lo increíblemente feliz que eres aquí. Lo feliz que te hace ser parte del Consejo, lo feliz que te hace Ben y lo increíblemente feliz que eres con Jay. Créeme cuando digo que siempre buscaría el cómo hacerte feliz pero, se que allá nunca serás tan feliz como lo eres aquí. Así que, te suplico, que te quedes aquí. Se que Jay cuidará bien de ti. Confío en eso, ¿cierto?

Ambos se miraron. Jay asintió y luego ambos sonrieron. Un par de lágrimas rodaron por mis mejillas y Harry me abrazó. Cuando nos separamos, miré a Ben.

Lizzie: Al menos permíteme acompañar a los guardias por Hades, para poder despedirme de mi hermano.

Ben asintió.

Felices Por Siempre (Jay & Lizzie) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora