5.

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NARRADOR.

La barrera casi se había cerrado por completo, cuando Evie se giró y vio a Hades, el dios del inframundo, atravesar uno de sus brazos por el pequeño hueco de la barrera e intentar abrirlo. Y lo logró, logrando que una parte de su cuerpo la atravesara.

Evie: ¡Es Hades! -los chicos voltearon hacia la barrera- Espera, ¡detén el auto! Intenta escapar.

Jay detuvo la limusina, los chicos bajaron del auto y pusieron a salvo a los niños de la Isla dentro de este.

Jay, Carlos y Ben se pusieron delante de las chicas, para defenderlas.

Hades: ¡Soy un dios! ¡Yo no pertenezco aquí!

Los chicos intentaron acercarse para enviarlo de vuelta, pero Hades los derribo con el poder de su brasa. Los ojos de Mal cambiaron a verde y se transformó en dragón. De igual forma, los ojos de Lizzie se tornaron rosas y se preparó para usar su magia para proteger a sus amigos.

Mal intentó atacar, pero Hades atacó primero con el poder de su brasa, disparándole un rayo azul justo en el pecho. 

Lizzie: ¡Mal! -dijo, preocupada por su amiga.

Puso toda su concentración en sus manos y en su magia. Necesitaba crear una barrera alrededor de Mal, pero era demasiado grande como dragón y nunca había hecho algo así. Se estaba poniendo nerviosa. Apuntó con sus manos hacia Mal y pequeñas chispas salieron de sus manos.

Carlos: ¡Con fuerza, Mal!

Jay: Lizzie, puedes hacerlo, sólo concéntrate.

Lizzie: No puedo, es demasiado grande, nunca había hecho algo así.

Jay se acercó a Lizzie y puso una mano en su hombro. Ella la miró.

Jay: Se que puedes hacerlo, eres muy poderosa y capaz de lograrlo. Creo en ti, cariño.

Lizzie volvió toda su atención a Mal y, un par de segundos después, una barrera de color rosa apareció alrededor de Mal, el rayo que emanaba de la brasa de Hades dejó de hacerle daño a Mal.

Con ayuda de Lizzie, Mal pudo contratacar, provocando que Hades retrocediera y regresará detrás de la barrera y cerrándose por completo. Una vez dentro, Lizzie deshizo la barrera y Mal volvió a su forma humana.

Evie: ¿Estás bien? -le preguntó a Mal.

Mal: No. Sentí que me quitaba toda la magia con esa brasa y también que todo mi poder desaparecía.

Lizzie: Lo lamento tanto, Mal. No te habría hecho daño si hubiera actuado más rápido.

Mal: No, Lizzie, lo hiciste increíble para ser la primera vez. Gracias -sonrío.

Evie: Ya estamos a salvo. Se fue donde pertenece.

Jay: Hay que irnos.

Los chicos asintieron y volvieron a la limusina. Jay la puso en marcha de inmediato y retomaron su camino a Auradon.

(...) 

De vuelta en el castillo, Audrey se encontraba en su dormitorio. Hacía un dibujo, en su diario, de ella como Reina, mientras lloraba.

Desapareció, con la corona de la Reina y el cetro de Maléfica. Y nadie se imaginaba lo que estaba por llegar.

LIZZIE.

El día había sido agotador. Después de lo de Hades, volvimos a Auradon. Los niños de la Isla se quedarían donde Evie durante el resto del verano. Jay y yo llegamos a casa ya de noche. Me quité los zapatos y me lancé al sofá. Estaba agotada.

Lizzie: Ya no puedo más.

Jay me miró con una sonrisa y se sentó a mi lado. Recargué mi cabeza en su hombro y él me abrazó, dejando un beso en mi cabeza.

Lizzie: Debo practicar más. Podría haber evitado que Hades le hiciera daño a Mal.

Jay: Oye, lo hiciste bien allá. Nadie te culpa de nada y todos entendemos que aún no lo dominas del todo.

Lizzie: Aún así, debo aprender a manejarlos por completo. ¿Qué pasará cuando alguien dependa de mi magia y no pueda hacerlo?

Jay: Vamos a manejarlo, juntos, ¿de acuerdo? -lo miré y sonreí.

Mi teléfono sonó. Miré la pantalla y vi el nombre "Ben" en esta. Contesté.

Lizzie: Hola Ben -...- Estamos cansados, pero bien, ¿y ustedes? -...- No tengo otra opción, ¿o sí? -...- Bien, te veré ahí -...- Descansa también. Hasta mañana -colgué.

Jay: ¿Todo bien?

Lizzie: Tengo que ir a una junta mañana a primera hora, con Ben, Mal, mis padres y el Hada. Al parecer es por lo que pasó hoy con Hades.

Jay: Entonces, ya deberías irte a descansar. Sube, relájate y te llevaré algo de comer en un rato. 

Me levanté del sofá y le sonreí.

Lizzie: Eres el mejor -le di un corto beso en los labios y subí a mi habitación.

Me coloqué la pijama y quité todo el maquillaje de mi rostro. Un par de minutos después, Jay entró con una bandeja en las manos.

Jay: Galletas con chispas y un vaso de leche.

Sonreí como niña pequeña y le di una mordida a una de las galletas.

Lizzie: Debes dejar de consentirme tanto. Pronto dejarás de tener novia y tendrás a una niña consentida -él río.

Jay: Lo que sea por verte feliz -besó mi frente y me ofreció otra galleta.

Felices Por Siempre (Jay & Lizzie) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora