AMOR SUICIDA

Capítulo 17.

Me quedo mirando a Andrew, sin parar de escanear lo que acababa de decir. Mí estómago está tan nervioso que no puedo imaginar lo que pasa dentro de él. "Mariposas son las que te invaden cuando estás en cierto acto de atracción", no puedo creer esa frase. Estoy tan segura de que no son mariposas, estoy segura de que son abejas asesinas con cuchillos que la golpean por todas partes.

Estoy tan nerviosa..., pero sin embargo no puedo dejar de mirarlo. Sus ojos están clavados en mí. Sus ojos claros me miran fijamente, tan fijo que escaneo cada parte de ellos. Sus rasgos claros están por todas partes; por su cabello, por sus ojos, por su piel, por sus bellos.. por todas partes.

Él me abraza, y puedo sentir la energía térmica, esa que te acoge cuando más la necesitas.

Se separa de mí y lo veo con cara de confusión. Estoy tan emocionada, es el mejor momento que algún día me pudo haber pasado.

-Es increíble -suelta, y camina por la habitación acomodando su cabello claro- es primera vez que esto me sucede, y en verdad es un sentimiento muy fuerte. -hace una pausa- En verdad..., espero que nada de lo que te este diciendo te incomode, porque se que quizá no sientas lo mismo que yo siento por tí. Porque a veces suele pasar, y... estoy preparado para que me digas lo que sientas o lo que no.

Me quedo pensando, y no soy capaz de responder. Hay muchas probabilidades de.. técnicamente.. romper a llorar si digo algo. Nunca me había pasado algo igual, y mi mente y todo no esta acostumbrado a los abrazos, a las caricias, a los besos, a todo el cariño que se él está dispuesto a entregarme. Pero de verdad estoy.. ansiosa de su pregunta, porque nunca antes me habían dicho algo igual, es mi oportunidad de ser quien nunca creí que sería en mi vida.

Andrew se acerca a mí, pero no hace nada. Estoy tan nerviosa por expresar mis sentimientos hacia él, que las palabras no me salen, es mas difícil de lo que creí. Su cara cambia de una ansiosa a una triste, mi mundo se derrumba; esta es mí oportunidad.

Deja de ser tan estúpida y di todo de una vez. Podrías provocar algo malo, algo que luego quizá te arrepentirás. Los nervios son sólo una reacción común, que el cuerpo acostumbra a tomar cuando se trata de una pregunta o una ocasión de desesperación por no poder hacer nada al respecto.

Andrew se alejo de mí, y siento rabia por dentro y en verdad me da impotencia que todo esto me pase. Es decir, lo que me pasa con Andrew es hermoso, él es lo mejor que me ha pasado, pero a lo que me refiero es a mi cobardía, a esa manera en la que tengo de guardarme las cosas.

He aguantado mucho, recibido y guardado odio y molestias, y todo lo que puedan imaginar.

Pero hoy no sera unos de esos días, me arriesgare. Lo daré todo, si él se asusta, o algo parecido, moriré con el intento, y podre decir que lo intente, por primera vez. No creo que él tenga una reacción mala, ya que, despues de todo, el se confesó primero. Él es parecido a mí, debe de haber tenido la misma verguenza, las mismas ideas que yo. Pero sólo hay una diferencia; el se atrevió.

Me paro y le sigo con la mirada. Él esta sentado en la cama, mirando la almohada, y sus ojos están aguados. Ruego que no este arrepentido de decírmelo. Nuestras miradas se encuentran, y puedo sentir un poco de sentimiento de alivio en mí. Me siento a su lado, y juego con mis dedos; que por cierto; siempre cuando estoy con Andrew sudan. Me avergüenzo, pero estoy preparada para decirle todo, cogo aire, y me despego de todo lo que pueda incomodarme, todos esos recuerdos malos;

Ahora mí centro es él. Y nadie más.

-Andrew, yo... -digo, y él me mira, una lágrima cae por su mejilla izquierda. -Siento lo mismo, Gebeot. Es sólo que..., no me atrevía a decírtelo, tú sabes.. los problemas de auto estima, y.. temía a que fueras a rechazarme. Eres lo mejor que me ha pasado, y nunca tuve fé en mí. Y sin embargo siempre me sentí atraída hacia tí, pero, siempre.. bueno.. me refiero a toodo el tiempo que hemos pasado juntos, el cual ya es bastante, ya son meses, y te vi como alguien fuera de mi alcanse, a alguien que quizá nunca le interesaría como persona, como amiga o como algo más. Me arrepiento de no haber respondido altiro, pero, te juro por mi vida de que no me salían las palabras para poder decirte que yo también lo sentía.