MI MURO DE BERLÍN

Capítulo 7: "Gritos"

Cristal´s POV

- ¡YA CALLENSE IDIOTAS! ¡¿Qué no ven que son Mari y Joseph?! – Grité para ver si estas niñitas hacían el favor de callarse, las muy cobardes comenzaron a gritar cuando escucharon la puerta abrirse y resulta que solo eran Mari y Joseph, para colmo a Mari se le cayó el pastel de chocolate que traía en las manos por culpa de los gritos de las niñas asustadizas, y por “niñas asustadizas” me refiero a todos los chicos y chicas presentes a excepción de Beth que se está partiendo de la risa y yo que estoy sorda por culpa de ellos.

Los gritos fueron cediendo cuando Mari prendió la luz y los fulminó a todos con la mirada, Joseph se limitó a reír en silencio y dejar las hamburguesas en la mesa y subir… para partirse de la risa seguramente.

Ah para los que no lo hayan averiguado hasta ahora, Joseph es el que le ayuda a Mari con las tareas de la casa y hace de chofer cuando es necesario, él fue quien nos trajo desde el aéreo puerto, aparte de la señora que trabaja de lunes a viernes que se dedica a la limpieza de la casa y lavado de ropa.

- ¿¡PERO QUÉ LES PASA!? – Gritó Mari cuando las nenas se habían calmado – Ustedes limpiaran el desastre que hicieron, porque por su culpa se me cayó el pastel. Y ustedes son los que se quedan sin “selva negra”.

- Perdón – respondieron todos al unísono con las mejillas rojas.

Al fin llegó el momento que esperaba, la risa histérica me atacó.

Alex se levantó a limpiar después de que Noah bajara las cosas de limpieza, Logan se encargó de subirlas de nuevo y llevar la basura. Luego de eso nos pusimos a comer mientras Beth y yo no dejábamos de burlarnos de los chicos y su “valentía”.

Mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Cogí la llamada sin mirar el número.

- ¿Hola?

- ¡Cristal! ¿Por qué no me has llamado para decirme que ya estás en Miami? – Al instante reconocí la voz de mi tía y mi sonrisa hizo su triunfal aparición en mi cara.

- ¡Tía! ¡Llegué ayer mujer, déjame descansar por lo menos! – contesté, mientras me levantaba de la mesa y subía a la cocina para hablar tranquila.

- Eres una ingrata, lo primero que debiste hacer era llamarme. Veo que ya no me quieres. – dijo haciéndose la resentida, cuando yo sé muy bien que está bromeando.

- He estado cansada, además tú estabas en parís y ¿Quién te dijo que ya estoy aquí?

- Bien has dicho, yo ESTABA en París pero ya regresé. Y hablé con tu padre, fue él quien me lo dijo, no puedo creer que me tenga que enterar por Max que ya eres libre.

- oh, ya que estás en los ángeles creo que puedes venir o yo podría ir a visitarte.

- Te equivocas querida

- ¿A qué te refieres?

- ¿Por qué mejor no me abres la puerta?

¡OH MI DIOS! Corrí hacia la puerta principal y al abrirla vi a mi tía que se encontraba al otro lado mirándome con una sonrisa gigante, salté a envolverla en un abrazo de oso y ella me correspondió gritando incoherencias tal y como yo estaba haciendo.

- ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo? ¿Cómo? – en mi cabeza había un caos y mi boca lo expresaba con claridad.

- Tu cumpleaños es en una semana ¿crees que me lo perdería? No todos los días mi sobrina hermosa cumple sus 20 años

FacePalm time

- Es obvio Ash, eso pasa una vez en la vida, así como todos los CUMPLE – AÑOS