MI MURO DE BERLÍN

Capítulo 2: No jodido playboy ¡NO!

¡Oh Dios mío!... esa mirada... esa sonrisa arrogante...y ¡¿me acaba de guiñar un prostituto ojo?! Este idiota es un completo playboy... No puedo decir que es una sorpresa pero es que el muy prostituto está bueno, me corrijo ¡el muy puto esta violable!

Jajaja Cristal ¿te estás escuchando querida? ¿No? Ah pues te informo pedazo de descerebrada que acabas de admitir que el tal Will está bueno/ violable/ follable/ comible o cualquiera de los sinónimos de éstas palabras.

¿Y qué? Lo está conciencia, eso no significa que yo vaya a tirar con él, todo lo contrario; el hecho de que él sea un playboy me hace repudiarlo y, que sea guapo ¡Y que por eso se haga el chulito! Me hace odiarlo. Pero le prometí a mis manus ser educada con él, y lo seré. A fin de cuentas mis padres me enseñaron a ocultar el asco que siento hacia ciertas personas.

Y no me llames descerebrada jodida conciencia, a fin de cuentas tu eres yo.

Atrás de Will aparece una muchacha con un bebé y ¡Que hermosa! Un buen cuerpo, ojos que desde aquí se ven verdes, cabello castaño, facciones delicadas y una piel blanca ligeramente bronceada... ella debe de ser Angie, y ¡Dios hermoso creador de criaturas hermosas! Angie carga en sus brazos a un bebé precioso de cabellos rubios y dormido cual ángel, ese debe ser Ty.

- Pequeña, ella es Angie - nos presenta Alex - él es Will, y éste pequeño angelito es Ty.

Ugh ¡Cris disimula!

Lentamente bajo los escalones que me faltan para llegar a la planta baja y me dirijo a la puerta de entrada con una sonrisa más falsa que las tetas de una coneja playboy.

- Hola Angie, es un gusto conocerte, soy Cris la hermana de los dobles - me presento con una sonrisa sincera para ella y Ty - Y estoy encantada de conocerte a ti angelito - saludo al bebé y le doy un beso en el cabello.

- ¡Vaya, es un verdadero gusto conocer al fin a la muy nombrada Cristal! - exclamó un muy entusiasta playboy

- Buenas tardes Will - saludé con mi sonrisa falsa.

- Alex, que formal se comporta tu hermanita ¿Salió de un convento o algo así? - lo mataré.

Lo fulminé con la mirada mientras Alex tomaba en brazos a Ty y se iba a la cocina con Angie y Beth.

Idiotas, claro, déjenme sola con este prostituto... si lo mato queda en ustedes... ¡mutos!

- Así que Cris... ¿vas a la playa nena? - preguntó con una sonrisa arranca bragas.

- Eso playboy de quinta no te importa - me di la vuelta con la intención de regresar a mi cuarto cuando un brazo en mi cintura me detiene.

- oh vamos nena... ¿por qué tan rígida? - susurró el susodicho en mi oído, sí, el muy perro me tiene pegada a su pecho.

- suéltame o te dejo sin día del padre - murmuré

- oh nena, vamos, tu no quieres hacer eso... - siguió susurrando en mi oído.

- no lo pienso repetir Will. SUELTAME - hablé amenazadoramente.

Me dio la vuelta en sus brazos para así quedar cara a cara... oh no... ¡NO!

Nos da la vuelta de manera que quedo acorralada entre él y la puerta, se queda mirando mis ojos y... me pierdo en esos ojos café... no quieren transmitir nada, es como si sus ojos estuvieran sellados, como... ocultando lo que siente, pero... puedo ver dolor en ellos... lo sé porque los que vivimos con dolor podemos reconocerlo en otras personas.

Salgo de mi hipnótico trance cuando sus labios se pegan a los míos en un beso suave y... ¿tierno?... nonononononononono

Levanto rápidamente mi rodilla y golpeo su entrepierna para que me suelte.