Capítulo 1: Bienvenidos a Miami

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Estamos en el jet viendo una película y comiendo fresas con nutella, pronto aterrizaremos en Miami y estoy que no puedo con la emoción, no he visto a mis hermanos desde mi graduación y eso fue hace 3 meses, tenemos mucho tiempo perdido por recuperar. Me acomodo más en el asiento y pongo mi cabeza en el hombro de Leo. Liz se quedó dormida hace ya media hora con medio cuerpo encima de Logan y él está más que feliz de abrazarla mientras ella lo llena de sus babas…si, lo descubrieron: Logan esta perdidamente enamorado de Liz.

Mientras veo la película Leo pasa un brazo por mi cintura, yo me recuesto más en su pecho y me dejo llevar en los brazos de Morfeo.

(…)

- Cris, bebe, despierta.

Abro mis ojos lentamente y me encuentro a Ariadna despertándome.

- No quiero. – musito mientras vuelvo a cerrar mis ojos.

- ¡YA LLEGAMOS! 

¡¿QUÉ?!

- ¿POR QUÉ NO EMPEZASTE POR AHÍ? – le grito mientras me levanto de golpe y aliso mi ropa que ahora está arrugada y es en ese momento en que miro que solo quedamos las 2 y la azafata en la puerta

-  ¿Por qué más te despertaría arriesgándome a una puteada tuya? – me responde con el ceño fruncido. Bien, tiene razón… soy un ogro cuando me despiertan

- Buen punto. Lo siento, estoy ansiosa. – le digo mientras vamos saliendo del jet con nuestros bolsos en la mano.

-  Perdonada – me responde riendo – cálmate Cris, ya estamos aquí, en nada los vas a ver.

- Lo sé – respondo con una sonrisa gigante pegada a mi rostro, mientras subimos al auto donde nos esperan los demás.

- Ya era hora de que despertaras pequeña marmota – me dice Leo mientras me rodea los hombros con su brazo.

- Cállate – le dije mientras golpeaba juguetonamente su estómago con mi puño.

El viaje siguió tranquilo hasta llegar a nuestra casa, nos la pasamos hablando de que haríamos esta noche cuando salvajemente rugió la bestia… y todos estallamos en risas histéricas. Cuando nos calmamos mire a todos seriamente.

- Quiero comer, ahora. – dije.

Todos nos miramos serios para luego estallar en risas (si, parecemos locos riendo pero no se equivoquen, ESTAMOS locos). Cuando nos calmamos llamamos a una pizzería y ordenamos 4 pizzas gigantes, dimos la dirección de la casa para que al llegar ya estén ahí.

Cuando llegamos fui la primera en salir del auto para correr a los brazos de Alex que acababa de pagar al repartidor de pizzas mientras Noah las llevaba dentro.

- ¡ALEX! Te extrañé tanto tonto mío

- ¡Pequeña mía! No te haces una idea de lo mucho que te extrañábamos. – dijo mientras me apretujaba más.

- ¡Enana yo también quiero amor! – exclamó Noah haciendo pucheros… Se veía adorable.

- ¡NOAH! – Grité mientras me zafaba de los brazos de Alex y me subía como mono al torso de Noah- Te amo. Te amo. Te amo. Mucho. Mucho. Mucho. – dije mientras depositaba besos sonoros en su mejilla.

- ¿Oigan van a entrar a comer o no? – gritó Logan asomándose desde la puerta principal y si, mientras nosotros estábamos dándonos amor ellos, en vez de saludar,  los muy tramposos ¡se largaron a comer pizza!

- Los amo chicos pero me voy – y dicho eso entré corriendo a la sala a comer, al fin y al cabo la bestia seguía furiosa.

- Ten nena – dijo Logan poniendo en mi mano un vaso grande de coca cola

MI MURO DE BERLÍNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora