1 8: J U L I A

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Justo como acordaron, Daniel llegó temprano avisando que el trabajo había terminado y aunque Jimin pareció no creerlo en un inicio, los dos hombres se encargaron de convencerlo.
No fue difícil, confiaba en Kang y después de todo, empezaba a confiar en Jeon.

Aquel viaje había provocado un montón de sentimientos y sensaciones nuevas que lo abrumaron, lo llevaron a la cima y luego, cuando la punta de sus dedos estaba por tocar la nube más esponjosa del cielo, cayó sin compasión. Se estrelló contra el frío piso del lugar más oscuro del mundo.

Sus extremidades dolían, punzantes y caprichosas ante su falta de atención. Jimin sabía que aquel día llegaría, que su pasado terminaría por hundirlo en cualquier momento, pero no esperó que fuera junto a aquel hombre. No esperó dejar entrar a nadie más a su vida, hasta que apareció Jeongguk, El fuerte hombre que parecía reacio a ser expulsado de su día a día.

Por eso, en aquel momento se dedicaba a delinear su figura en su mente, la figura de aquel hombre recién duchado que permanecía sentado sobre la cama con el entre cejo fruncido al leer los mensajes de su teléfono.

—¿Sucede algo? —preguntó tras salir de su ensueño —Luces abrumado.

—Es solo que Hoseok me ha enviado mensajes extraños y estoy preocupado.

—No creo que haya pasado algo o Yoongi sería el primero en llamar. —El menor asintió tratando de mantener la compostura —Podrías llamarlo antes de que vayamos al aeropuerto si te esta afectando demasiado.

—Quiere que nos veamos tan pronto llegue a Corea —el rubio formó una perfecta o con sus labios —No te preocupes, no quiero estresarte más.

El rubio asintió antes de sentarse a su lado y mirar directo a sus ojos.

—Antes de irnos realmente quiero agradecerte por todo lo que hiciste aquí, sin ti probablemente ya estaría muerto. Sé que lo he dicho un montón de veces en estos días pero creo que es necesario.

—Yo seguiré diciendo lo mismo, no hay nada que agradecer. —sonrió

—También... no sé qué tan bien se lo pueda tomar Taehyung y Chae pero prometí decirles si las cosas resultaban bien, ¿tienes algún problema con ello?

Jeongguk lo piensa, sabe que sí se enteran de su pequeño trabajo, terminará cada vez más cerca de aquella familia, sin poder salir de ahí y eso lo aterra. No sabe que noticias tendría de Hoseok o de HoJung, no sabe cuán dañinas pueden ser pero por sobre todas la cosas, no quiere ver a esa familia sufrir una vez más, no quiere conocer nuevamente ese lado de Jimin.

—¿Podemos hablarlo en Corea? Creo que debo pensar las cosas.

—De acuerdo, estás en tu derecho —sonríe apenas antes de levantarse de la cama —Iré a ducharme, si tienes algún pendiente para empacar, entonces hazlo.

El pelinegro asiente antes de verlo desaparecer por el pasillo del baño, trata de ignorar la mirada lastimada del rubio y se tira sobre la cama. Eso hasta que el timbre suena y las alarmas inmediatamente se encienden en su cabeza.

Toma la pequeña arma que lo acompaño todo este viaje y camina hasta la entrada con pasos sigilosos. El timbre hace de las suyas una vez más pero esta vez se atreve a mirar a quien está detrás de la puerta antes de abrirla.

Es Solbin.

No duda en abrir y guardar el arma lejos de la vista de la chica. La mujer esta vez está completamente vestida de negro su cabello castaño y lacio cae sobre su espalda, luciendo hermosa como solo ella sabe hacerlo.

—Solbin —dice cuando la chica se ha percatado de la puerta abierta —¿Sucede algo?

—No realmente —juega con sus dedos en señal de su nerviosismo —De acuerdo, sí, estaba preocupada.

Kill me → JJK + PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora