E X T R A I I I

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3 años después

La vida junto a Jimin se había sentido como una novela dramática, tal vez con exceso de, llena de altas y bajas, un tiempo tan mínimo para sus planes futuros.

Por primera vez, ambos sentían el total control en sus vidas. Por primera vez, ellos escribían sus futuros, juntos, eso era lo mejor de todo.

Ambos se encontraban a la mitad de sus treinta, cada vez más cerca de los cuarenta y aunque su vida había sido un remolino de emociones, por primera vez Jeongguk entendió el dicho que su madre y Jihyo tanto recitaban: después de la tormenta, sale el arcoiris.

Afortunadamente eso ocurrió con ellos.

-He llamado a mamá después de tanto. Estaba tan feliz... -Jimin suspiró al sentarse junto a su novio.

-¿Sería peligroso ir a verla?

-Mucho, no puedo acercarme al país en muchos años. Al menos hasta que el riesgo sea mínimo o inexistente.

-Desearía que no fuera así. -dijo mientras peinaba los cabellos rebeldes que caían sobre la frente de su chico

Por supuesto en esos años juntos, sus vidas habían tenido un montón de cambios. Empezando por Jeongguk prácticamente viviendo con Jimin y Hana, como una familia.

También, un año atrás, la incertidumbre y el miedo inundó a Jimin, lo que lo obligó a hacer una locura.

Comunicarse con su madre.

Fue caótico y lleno de emociones, lloró como nunca y escuchar la voz de su madre sollozando con tanta fuerza lo había quebrado. Jeongguk estuvo para él, lo sostuvo en todo momento y Hana, quien aún mantenía aquel encanto desde niña, sostuvo la mano de Park y lo abrazó cuando más lo necesito.

Aun así, Susan, quien había sido su amiga, acompañante y miembro de la organización que los acogió y de la que ahora Jimin pertenecía, casi lo patea de regreso al continente asiático ante tal imprudencia.

Como sea, debía estar acostumbrada después de lo sucedido con Jeongguk y Hoseok más tarde.

Jung si había podido reunirse con Hana y con Jimin en si, habían compartido tardes donde la adolescente le contaba de todo a Hoseok, aquella chispa que los unía permanecía ahí.
Pero todos sabían lo peligroso que era aquello, las reuniones siempre fueron lo más privadas posibles y tan mínimas que podías contarlas con sus dedos.

Aun así, cuando Hoseok anunció su compromiso y próxima vida en Países Bajos, Jeon estuvo tan afligido junto a Hana. Su amigo había sido una parte importante en su vida, el dejarlo de ver de nueva cuenta fue duro, pero ambos estaban seguros que era lo mejor para todos.

Y lo fue

Ambos estaban felices en sus respectivos sitios, habian encontrado su lugar perfecto.

Por eso estaba tan complacido con aquella tarde, donde tan solo se encontraban acurrucados en el sillón con un par de cafés calientes y una manta para cubrirse del frío.
Hana había salido con una de sus amigas al cine así que la casa se había quedado sola para ellos.

-No quiero levantarme -dijo el mayor acurrucandose más sobre el pecho del contrario quien no dudo en rodearlo entre sus brazos y poner su barbilla en la cabeza del más bajito.

-No lo hagas, es tu día libre.

-Hana llegará más tarde y tendrá hambre, hay que cocinar y hacer la despensa.

-Suenas como una madre.

-Sueno como alguien responsable -corrigio para después suspirar y alargar el silencio unos segundos más -Hana me llamo papá el otro día... Cuando me presento con su amiga ella dijo que era su papá... Su papá número uno.

Kill me → JJK + PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora