Capítulo 10

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—Uffg. —Una bocanada de aire transformado en blanco humo debido al extremo frío salió de mi boca.

Quién habría pensado que después de un día común y corriente me encontraría en la terraza, quizá sea donde sea, necesite una, para ver un cielo silencioso.

Donde únicamente se puede escuchar el sonido de los autos a la lejanía, más un sonido directo del residuo de los latidos tenues.

Alma gemela...

Lo conozco desde hace unas semanas, pero tal vez parecen años.

Parece un sueño.

Suelo del cual salí.

Semanas que pasaron, años que vendrán para pasar.

Quizá la igual divagar, empecé a caminar, abriendo y cerrando la puerta corrediza de la terraza.

Caminé un poco más hacía la cocina, pasando por la ahora sola sala de estar. Mi lugar de descanso actual.

Tomé un vaso de agua y fuí al baño, encontrándome en el camino con la puerta abierta de Chan.

Sonriendo inconscientemente entré al baño, cepillé mis dientes y eso acabaría el día.

El día empezó de mala manera, con un dolor de cabeza acompañado de uno estomacal.

Por suerte, era sábado, y el tiempo era lluvioso, lo cual era más conveniente debido a que no saldría en todo el día.

Independientemente de mí, Chan sí que estaba preparado para salir, sin preguntarle nada, solo nos despedimos y él salió.

Causandome un dolor inexplicable en el proceso.

Encendí el televisor, colocando un dorama para matar tiempo y entretener mi cerebro.

Lo cual fué mala idea debido al agravio de mis dolores, por lo que terminé durmiendo plácidamente.

Horas después, ya se había oscurecido.

Me desperté, aparentemente sin ningún dolor físico, emocionalmente, sentía tristeza, sin motivo aparente, aunque todo en mi vida actualmente carecía de sentido.

Me levanté, mi cuerpo anhelaba aire fresco, abrí la puerta, la cerré y empecé a caminar, con cada paso que daba aliviaba un poco más todo de mí.

Calles y calles, luces de izquierda a derecha, neón opacante, autos pasando sin fin.

De repente sentí una necesidad de cruzar a la izquierda en la calle que iba, después otra vez izquierda, posterior subir unas escaleras y entré en un restaurante, en una de las mesas de encontraba un cabello conocido.

Me acerqué para confirmar mis sospechas, al acercarme lo suficiente mis sospechas eran ciertas.

—¿Chan?.

—¿TN? —Dijo él levantando la vista, dejando ver un rostro triste y desabrido a la vez.

—¿Pasó algo? —Pregunté con gran preocupación.

—Ahora todo está bien. —Dijo empezando a llorar, evocado esa misma emoción en mi copiandola.

Me levanté y me puse a su lado, tomé su mejilla y lo abracé.

—Ahora todo está bien. —Digo para darle seguridad, de lo que sea que haya pasado.

Nos levantamos, limpiamos las lágrimas y empezamos a caminar a la salida.

—¿Por qué estás en pijama? —Preguntó él.

Miré mi vestimenta la cual era eso, el pijama.

—Amm... Emm... No lo sé. —Dije riéndome.

—¿Cómo llegaste aquí? —Preguntó mientras seguía abrazado a mí.

—Tampoco lo sé, quizá las estrellas me guiaron aquí.

Empezó a reír un poco y tomamos un taxi, notando en el camino la gran distancia que había caminado, siendo demencialmente larga.

—¿Qué pasó hoy? —Pregunté más calmadamente en en taxi.

—Me dejaron plantado hoy...
—Respondió jugando con sus manos y viendo por la ventanilla.

—Vaya persona la que hizo eso. —Dije volteando a ver a mi ventanilla.

No tardamos mucho en llegar a casa.

Pagamos el taxi y entramos.

Casi inmediatamente volví a caer en el sueño del cómodo sofá.

Sentí un gran vacío, un blanco extenso, casi infinito.

El vacío se hizo presente cuando me encontraba en medio de ese blanco escalofriante vacío.

En un momento determinado de mi pánico debido a la situación, mis sentimientos desaparecieron.

Escuchaba a la lejanía ciertas voces, unas más claras que otras.

"Más cerca..."

"Hazlo."

De fondo, en otro plano empezaba a sentir emociones muy potentes, exageradas, inexplicables.

Dolor, angustia, soledad, tristeza.

Todo termina de una vez por todas cuando de una vez por todas desperté, agitada, sudada y con miedo.

Miedo no de mi ni de ese sueño, miedo de que algo le pudiera pasar a Chan, instantáneamente salí corriendo a su habitación viéndolo desde el marco de la puerta agitado en su cama y de la misma manera que yo.

Salté a su cama y empecé a moverlo hasta sacarlo de su trance y cuando despertó sentí una gran paz en mi, lo abracé después de eso.

—Gracias... No sé que hubiera pasado si no me hubieras despertado. —Dijo casi hablando en mi oído.

—No te preocupes... ¿Puedo dormir contigo hoy? Tengo miedo de que algo vuelva a pasar.

—Te iba a pedir lo mismo... —Aunque no lo dijo ni expresó en ningún punto, sabía que tuve el mismo sueño que él.

—Voy a buscar mis cosas, ya regreso.

Cuando iba a levantarme, noté que estaba sujetado a mí camisa, o bueno, su camisa que estaba usando de pijama.

Sin mediar las palabras se puso de pie y empezamos a caminar, de la sala hasta la habitación otra vez, y dormimos lo poco que quedaba de noche, aunque siendo domingo extendimos el horario de sueño.

Soulmate ℘ BangchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora