Capítulo 9

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Otro día más en la academia, era muy bueno para Tanjiro, tenía amigos con los que compartían sus tiempos y con los que pasaba buenos momentos juntos, debido a las diferentes horarios que manejaban los tres, a Tanjiro en esa ocasión le tocó estar solo en un horario libre, podían hacer lo que quisieran, era recomendable el aprendizaje de nuevas actividades y para eso existían diferentes clubs a los cuales unirse ya sea permanentemente o momentáneamente, la cuestión es que a Tanjiro le gustaba probar un poco de todo, desde clubes de deporte, lectura hasta clubes de manualidades y habilidades culinarias eran importantes para él... habían algunos clubes a los que no había ingresado... estaba el club de ciencias, el club de guardería, el club de química, el de matemáticas, historia y el de arte... algunos eran dedicados a alumnos con alta reputación en la academia, eventualmente algunas materias también formaban parte de sus clases ordinarias, pero a los clubes se había formado una especie de reputación, en donde solo aquellos con notas excelentes y de comportamiento intachable eran admitidos y eventualmente existían jerarquías dentro de estos grupos... pertenecer a esos grupos solo añadían diferencias notables entre los alumnos, por eso es que los que entraban a estos clubes guardaban con recelo su posición y orgullo... ese era el inconveniente de Tanjiro, no era que no le llamaran la atención, de hecho el estaba calificado para unirse a los clubes, simplemente no quería que otros individuos lo miraran mal si ya no regresaba al club.
Una de esas veces en donde se quedaba solo, se llenó de coraje y decidió que probaría entrar un club, el debía ser lo suficientemente fuerte para enfrentar cualquier situación y esa sería prueba de que puede lograrlo...

Decidió ir al club de Arte, Tanjiro no podía imaginarlo, de seguro habrían tipos expresando sus emociones o sentimientos plasmandolas de diferente forma, se imaginaba colores, olores y toda clase de desorden que de alguna forma era orden para la jóvenes artistas.
Una vez encontró el salón tocó levemente la puerta, se abrió parcialmente la gran puerta, lo recibió un alumno que traía una vestimenta llamativa y cuidada, este preguntó.
—¿Si? — dijo viéndolo de arriba a abajo.

—Hola vengo a unirme momentáneamente al club de arte mi nombre es ... —cuando Tanjiro lo vio enseguida lo reconoció...

—Kamado Tanjiro, sí sabemos quien eres... debemos de saberlo para dejar entrar a los interesados y calificados de pertenecer al club—
—Tu eres...—
—Callate!, no digas nada yo no te conozco tu no me conoces.. —dijo dándole un mirada amenazante al peliburdeo
—Pero como podría olvidarte, si me ayudaste y curaste esa vez, Yushiro San —
—Te he dicho que no me conoces... cuantas veces debo de repetirlo—dijo mirando a Tanjiro mientras quitaba el seguro a las grandes y elegantes puertas de madera talladas con adornos refinados, cuando ambas puertas se abrieron dándole la bienvenida al peliburdeo, este se impresionó ante la vista, parecía otra clase normal, sólo que con detalles lujosos que daban la impresión de clase y gusto, candelabros grandes, alfombras para el suelo, pero sobre todo en esa clase predominaba el orden, lo contrario a lo que había imaginado...

Tanjiro decidio ya no decir nada acerca de Yushiro, de seguro tendría sus motivos, entró, visualizó al maestro Uzui Sensei, quién estaba sentado en su escritorio se había acomodado de tal forma que le relegó la autoridad del club al muchacho peliverde, quien llegó a imponer su propio pensamiento en el club... a pesar de las quejas que recibía el comité de orden acerca del club por parte de su participantes, era eficiente, convencía al director que era lo más importante... cuando Uzui vio al peliburdeos se sorprendió y lo reconoció de inmediato.

—Así que tu eres el mocoso problemático de la escuela... vaya pero eres más común de lo que hablan los rumores...—

—¿Rumores?— dijo Tanjiro

My Sweet TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora