Capítulo 26

1.9K 145 79
                                    

Tanjiro estuvo reposando en la enfermería para garantizar que su salud fuera impecable. Aunque ya estaba francamente cansado de estar sin hacer nada y por cada minúsculo movimiento que hacía le impedían completar su deseo, consideraba que le estaban consintiendo demasiado, pero de alguna manera le convencieron por el bien de su recuperación.

El siguiente día, se levantó y se dirigió al dormitorio,  curiosamente se percato de las miradas de consternación que en esta ocasión le emitían los demás estudiantes de su mismo dormitorio cuando se adentró a la habitación, se encontró con que había una persona recostada en su cama aún dormida envuelta en su sábana... primero se aseó para estar listo para la academia, una vez completo, Se acercó a su cama y comenzó a sacudir levemente a la persona recostada.

Lentamente la persona comenzó a estirarse para despertar finalmente... dejo ver una parte de sus cabellos azabaches despeinados que sobresalieran de la sábana, poco a poco sus ojos se ajustaron a la luz y a la silueta de la persona que estaba frente a él.

— No puedo dejar que se lleven toda su comida... — dijo con la voz ronca...

—mh? — soltó Tanjiro con curiosidad seguramente estaba soñando aún

—OH! Kamado Tanjiro!!! —  se levantó de la cama rápidamente, se posicionó de rodillas sobre el suelo, sentándose en sus mismas piernas con la postura tradicional japonesa con la frente en el suelo, dijo
— Yo lo siento mucho, no fue mi intención que se enfermara, eso fue mi culpa aceptare toda responsabilidad— dijo mientras tenía los ojos fuertemente apretados.

Kamanue estaba totalmente arrepentido de no haber sido el quien enfermara, si Tanjiro se lo solicitaba con gusto se enfermaría para que sintiera lo que el sintió en la enfermería, estaba totalmente convencido que el muchacho no era una mala persona, no como la escoria que en ocasiones el mismo se sentía y le hacían sentir el resto de compañeros que le rodeaban cada vez que le miraban o interactuaban con él.  Con Tanjiro fue diferente desde un principio, sabía que debió haberlo visto, pero no estaba acostumbrado a recibir semejante trato de gentileza y amabilidad por el resto de los compañeros, la escuela era una jungla donde sobrevivía el más apto. 

—  No pasa nada, me alegra que te encuentres bien... después de  todo fue un pequeño resfriado—  dijo para restarle un poco de importancia a su condición. —  Por favor levántate, no es necesario que llegues a estos extremos se bien que no fue tu intención. vamos apresúrate a cambiarte o llegaras tarde—  dijo para tomarlo con ambas manos del rostro obligandolo a que levantara la vista, cuando contemplo las suaves facciones de Tanjiro y la mirada que le regalo de bondad fue suficiente para que comenzara a lagrimear un poco, su vista se nublo ante semejante escena... era para colocarlo en las palabras  más simples que podía... hermoso...

Se levantó y fue corriendo directamente a las duchas, dejo que sus lágrimas se mezclaran con el agua de la ducha y a obedecer a su superior, al final de cuentas Tanjiro era una persona dulce y bondadosa pero el estaría en deuda para siempre.

—  Tanjiro, me alegra que todo ha salido bien—  dijo en su espalda Enmu

—  Enmu kun! Muchas gracias por tu preocupación —  respondió

—  Lamento mucho haber dejado que Kamanue invadiera tus cosas, simplemente se puso agresivo con todos, incluso no dejó que me acercará, es un tonto como si fuera a aprovecharme de tus cosas en tu ausencia... —  dijo con un poco de indiferencia y ofensa en sus palabras, su mirada se perdió en el suelo de la habitación.

—  No importa, creo que forma parte de la disculpa de Kamanue kun—  respondió el peliburdeo, sin dar muchas vueltas, se dirigieron a sus respectivas clases para comenzar el día. 

My Sweet TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora