No soy bueno para asimilar los buenos momentos, crecí entre gritos, dolor y soledad. Me enseñaron a ser un macho, no fue hasta ser un muchacho inseguro cuando pude comprender, llorar está bien, nadie es quien para privarte de tus sentimientos, solo los muertos no sienten.
Esos rápidos son aguas tranquilas, mi riachuelo ha anchado, en tiempos de lluvias se desbordaba, inundaba y destrozaba todo. Con el paso de los años se formaron barreras, muros para dirigir el camino a un cauce de cristalina belleza, laguna "familia" así le llaman los lugareños.
Mis sueños no murieron cuando la estrella se estrelló contra mi mundo, el meteoro poseía el tesoro de minerales nuevos capaces de trasformar la materia de suspiros. Los mezcle con sudor, sangre y la intensidad de una estrella colapsando para forjar el arma capaz de transformar sueños, distorsionando la realidad.
Sigo sin ser capaz de aceptar elogios, los lindos detalles me paralizan, mi reacción errática es confundida con desagrado, no obstante agradezco de corazón la molestia de pensar en mí y más allá de eso en mi felicidad, después de vivir en la soledad olvide como sonreír sinceramente.
Mi viejo hogar es un lugar nuevo, tomo décadas lograrlo. Los daños y estragos hechos por mi padre, ya muerto, ya no son suficientemente fuertes para lograr impedir vernos a los ojos, reunirnos más de un par de veces al año, hasta abrazarnos mostrándonos afecto, no podemos hacerlo con naturalidad, no fui el único creciendo en soledad, con odio e impotencia. Les agradezco, tuve dos padres y dos madres, por eso hoy soy responsable del bienestar de mi hermano pequeño, de mi hijo y esposa. Pase de ser el menor a ser un señor protector, logro disimular el dolor como madre dedicada y ser capaz de salir al mundo aun con miedo es la habilidad más grande como padre.
En un año nuevo reuní el valor suficiente para leerles mi poesía, no la comprendieron, sin embargo sentí su apoyo, no hubo halagos de su parte, ni palabras de su apoyo. Simplemente supe, en su mente había esperanza de que un día sea un gran escritor.
Mi vieja familia no es amorosa, no es abierta con sus problemas, no parece ser unida, sin embargo lo somos, entre hermanos nunca nos hemos dicho que nos amamos, lo hacemos, a pesar de ser el menor de sangre me la paso preocupado por ellos, así como ellos de mí. Somos una hermandad honesta, nuestros actos de apoyo dicen más que un "te amo" de quien te apuñalaría por una estúpida herencia.
A ese pobre hombre, su Dios lo bendiga, este en su paraíso sufriendo el infierno de ver nuestro crecimiento, sabiendo bien, su partida fue su mayor acto de amor. De quedarse solo nos pudo enseñar como rendirnos, caer en vicios y morir por la consecuencia del excesos Me hubiera encantado ser mayor para apoyarle, yo ni una lagrima le derrame, mi madre lloro mares, mis hermanos fingieron no hacerlo, mi hermana no lo aceptaba. Solo conocí de su ausencia, ellos le querían, por ellos me hubiera gustado ayudarle a salir de su pozo.
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Sin algo más que la vida y ganas de vivirla
PoezjaUna serie de escrito para mantenerse en el ahora o reflexionar, es mi intento por ser yo en un mar de negatividad y deseos de abandonar lo que amo.