Como no podía ser de otra manera os traigo esta historia llena de imaginas de nuestros chicos favoritos de Cazadores de Sombras.
Prohibida la copia o adaptación sin permiso de la autora.
Los personajes de Cazadores de Sombras y los GIFs no son de mi...
- Ahora no - fue la única respuesta que obtuve del interior.
Algo no iba bien, podía sentirlo aunque no supiera exactamente de qué se trataba.
Después de varios golpes abrí la puerta con una patada.
- ¿Qué está pasando aquí? - pregunté sin poder creer lo que veían mis ojos.
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Raphael estaba atado a una silla mientras era sometido a algún tipo de tortura. Aparté el láser de la dirección del vampiro antes de que pudiera seguir haciéndole daño.
- Te había dicho que ahora no - dijo Aldertree a mi espalda.
- Esto va contra las normas - seguí sin hacer caso a su comentario.
- En mi Instituto las normas las pongo yo.
- La cosa no va así.
- Al contrario, esto va como yo quiera que vaya.
Raphael estaba tan exhausto que no podía mirar a un punto fijo.
- Me lo llevo - empecé a desatarlo.
- No puedes. Es nuestra única oportunidad de obtener información sobre lo que está ocurriendo.
- Siempre existe otra opción.
Tras un par de segundos en silencio, el director siguió hablando.
- En realidad la hay pero requerirá que hagamos un trato. Soltaré al chupasangre y haremos como que nada de esto a pasado si tú te acercas al clan de Nueva Orleans.
Por el rabillo del ojo vi a Raphael negar con la cabeza, ambos sabíamos lo peligrosos que eran los miembros de ese clan. Sin embargo, no podía dejar allí al vampiro, no sobreviviría mucho más.
