CAPITULO 34: EL TROFEO

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Lincoln y Lana se despiden del señor Swetweater, quizás sea para siempre. 

 –Lana: Lincoln que haremos ahora.

 –Lincoln: Regresemos a casa. 

 Pero Lana esta confundida por la dirección opuesta a su domicilio.

 –Lana: Lincoln Livonia no queda para allá. 

 –Lincoln: Me refiero a nuestra casa en Royal Woods.

 Lana queda sorprendida y siguió a su hermano, eran las 7 de la noche cuando llegaron a su casa, el hogar donde crecieron, Lana toca la puerta y Lily les atienda ella se alegra mucho de ver a sus hermanos, cuando entran todas sus hermanas y padres estaban presentes. Hubo un largo e incómodo silencio, hasta que el mismo peliblanco rompe el hielo.

 –Lincoln: Hoy día me entere que Lola falleció- todos quedaron boquiabiertos, Lynn se acerca a su hermano. 

 –Lynn: Yo debí morir. 

 –Lucy: No digas eso Lynn.

 –Lynn: Fue mi culpa en primer lugar, yo ocasione todo esto, una vez trate de suicidarme pero no tuve el valor así que mi castigo fue dejar los deportes.

 –Luan: Yo también me sentí culpable, yo deje la comedia.

 –Lori: Todas dejamos de hacerlo que tanto nos apasiono. 

 –Lisa: Todas menos yo, aunque hubiera dejado la ciencia nada de eso hubiera ayudado a que Lincoln regresara o Lola resucitara. 

 –Lincoln: Lisa alguna vez has tratado de rastrearme con toda tu tecnología, sé que aun guardabas mi ADN pudiste haberme rastreado.

 -Lisa: Luego de un año que desapareciste nosotros creímos que habías muerto, unos policías nos informaron que encontraron el cuerpo de un niño, así que todos nos resignamos en tu búsqueda.

 –Lana: No me incluyas a mí, yo nunca creí que estuvieras muerto Lincoln. Yo y Lola tuvimos la esperanza que aun estabas vivo. Pero cuando la familia se rindió Lola empezó a decaer hasta que paso lo que paso, además Lola tuvo que morir para que esta familia se diera cuenta que nunca distes mala suerte. 

 –Leni: Lana eso no es verdad.

 –Lori: Lisa nunca se interesó en rastrearte porque aun creía que dabas mala suerte, y se deshizo de todas tus muestras de ADN, así que escúchame bien cuatro ojos no nos involucres a todas.

 –Lily: Basta – la pequeña Loud empezó a llorar – ¡mala suerte! Que rayos está pasando que ocurrió en verdad aquí. Mi hermano se fue porque todos creyeron que daba mala suerte.

 Todos los presentes ignoraron el motivo por lo cual Lincoln abandono la casa, Lincoln salió de la sala y subió por las escaleras. 

 –Lincoln: Cuénteles la verdad a Lily, iré a mi habitación.

 Y el peliblanco subió, dejando a su familia charlando con la más pequeña. Lincoln antes de entrar a su cuarto, echo un vistazo a la habitación de Lana y Lola, ahora el cuarto de las gemelas se convirtió en un santuario para la memoria de la ex reina de belleza infantil, con fotos en todas las paredes, sus trajes, y sus trofeos. 

El último trofeo que gano ella estaba en un pedestal, el peliblanco saco el vidrio y tomo el trofeo, recordando lo que le dijo Lana este trofeo iba a entregárselo Lola, así que prácticamente era suyo. El peliblanco se dirigió a su habitación se hecho a su cama y coloco el trofeo en el escritorio. 

 –Lincoln: Me será difícil perdonar a mi familia, Lincoln observa que el trofeo tenía un compartimento con cerradura en la base, reviso el trofeo para encontrar una llave y adentro se encontraba la llave abrió el cerrojo y encontró una carta y un paquete bien envuelto. 

Leyó la carta, la letra era de Lola, y estaba dirigido a él: "Querido Lincoln" si estás leyendo esto es porque he ido al cielo, mi salud está empeorando, la cierto es que yo te he amado, pero no he sabido demostrártelo por medio tanto por nuestra familia que por la sociedad, pero me hubiera gustado decírtelo personalmente, y me he obligado a escribirlo en esta carta, te amo mucho".

CONTINUARA...

Lana y yo (LANACOLN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora