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"Ante todo no hagas daño".

Día 3, miércoles

Esa es una frase muy famosa en el ambiente médico. Los maestros se encargan de repetirla constantemente en el salón de clases. Estoy seguro que el cirujano francés René Lariche no era consciente del significado de esas palabras hasta que se encontró frente a un paciente abierto en la mesa de operaciones al que tenía que salvarle la vida por un procedimiento arriesgado y nunca antes realizado.

Hacen falta 3 meses para aprender a hacer una cirugía, tres años para saber cuándo hacerla y décadas para saber cuándo no hacerla.

Cuando eres joven quieres operarlo todo, eres optimista, eres entusiasta. Después empiezas a acumular malos resultados y empiezas a entender que una operación no es la solución para todo.

Esos malos resultados van a parar al cementerio que todos los cirujanos llevamos dentro.

Miré el corazón que sostenía con mi mano derecha. Dejé de hacer compresiones hace unos segundos porque el tiempo establecido para resucitar había terminado.

—Hora de la muerte, 7:30 am.

Declaré en voz alta para que todo el personal de la sala de operaciones escuchara.

—Prepárenlo, avisaré a la familia—Me quité mis guantes llenos de sangre.

—Sí, Doctor Jung.

Las enfermeras procedieron a retirar todo el material usado. Lancé mi bata y gorro sucios al cesto cerca de la puerta de salida del quirófano y entré al cuarto de lavado de manos.

Azoté mi mano en el lavabo y respiré hondo. Había perdido a un paciente.

Me lavé las manos rápidamente y salí rumbo a la sala de espera. La esposa del señor Park estaba sentada pacientemente mientras tejía un suéter verde. Era de edad avanzada.

—Doctor JaeHyun, mire esto—Extendió el suéter hacia mí—Estoy segura que es de su talla, tengo muy buen ojo.

Los familiares suelen hablar de otro tema que no sea sobre la cirugía para desviar su miedo. Es una clase de protección inicial ante una realidad difícil de enfrentar.

—Señora Park...—Me senté a su lado esperando encontrar la manera correcta de dar la mala noticia.

—Mi querido Hyunjin no podrá cantarme nunca más, ¿cierto?

Sus ojos tristes me miraron, con una media sonrisa. Negué con la cabeza.

—Señora Park. Su esposo no logró soportar la cirugía. Hicimos todo lo que pudimos, pero las paredes de su corazón eran demasiado delgadas para bombear la sangre correctamente. Había mucho daño y dado su edad avanzada...—Ella tomó mis manos y comenzó a llorar. Las apreté para que supiera que tenía que ser fuerte—Lamento su pérdida, señora Park.

—Él ya no sentirá más dolor, ¿verdad?

—No lo hará. Su corazón ya no le dolerá más—Ella asintió, se quitó sus lentes para limpiar sus lágrimas.

—Entonces estoy tranquila por eso—Hizo un nudo final al hilo para después cortar el estambre—Ya lo he terminado, he estado tanto tiempo en el hospital que me ha dado tiempo para tejerte un suéter.

What I Need ☤ JaeYong℠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora