Capitulo 8

1.4K 162 7
                                    

ᴰᴵˢᶜᵁᴸᴾᴱᴺ ᴸᴼˢ ᴱᴿᴿᴼᴿᴱˢ


Krist

La broma se salió de control. Después de descubrir que Mew y Gulf eran responsables del desastre del armario y del enorme ratón, los engañé para que fueran a una orgifiesta. Sin embargo, yo no estaba del todo horrorizado. Ayudé a cuidar a los enanos con ese idiota de Phubet y Kavitra, mi amiga, la perra. Ella estaba en la ciudad para sacarme a mí, a mi hermano, a las damas y Mild fuera de la cárcel, el resultado de otra broma. Por extraño que parezca, creo que ir a la universidad sería un descanso de la locura.

Agarré mi mochila y me dirigí a mi moto. Tenía planeado ir por mi horario y arreglar todo para vivir en el campus. Iba a extrañar vivir con Gulf. El barrio realmente se había convertido en parte de mí.

—¿A dónde vas?—Preguntó Singty mientras cerraba la puerta.

—Escuela.—Le contesté—. Me voy a inscribir, las clases comienzan el próximo miércoles.

—El campus está casi a una hora de distancia—respondió.

—Sí—asentí—. Como que ya sabía eso.—Se veía un poco apagado—. ¿Estás bien?

Cualquiera que fuese su problema, salió de él—. Sí.—Cogió mi casco—. ¿Por qué no me dejas conducir? Tengo que tomar ese camino de todos modos. Probablemente deberíamos ahorrar gasolina.

—Está bien—dije lentamente. Había algo raro en él hoy.

—Voy a ir a buscar... mis llaves—dijo Singto, con torpeza.

Él estaba actuando extraño de nuevo. Tuvo sus momentos desde que pasé la noche en su casa. Habíamos dormido en la misma cama antes, pero esa fue la primera vez que me desperté acurrucado contra él. Cosa que no odié.

—¿Listo?—Inquirió, cerrando la puerta.

Me subí en el asiento delantero de su Mustang. Todavía estaba oscuro fuera, lo suficiente para que Singto tuviera que encender las luces—¿Qué estabas haciendo despierto tan temprano?

Él no respondió de inmediato—Uh... bueno, se suponía que tenía un turno esta mañana, pero Piers ha negociado conmigo. ¿Quieres desayunar?

—Claro—le contesté, todavía preguntándome qué demonios estaba pasando.

Tomamos algo en un auto servicio, por lo que pudimos llegar a la escuela a tiempo. Singty encendió la radio, yo estaba bastante seguro de que lo hizo para que así no tuviéramos que hablar. Estábamos casi ahí, cuando empezó a sonar Jailhouse Rock. Rápidamente la apagó.

—Singty—hice un mohín burlón—Esa era nuestra canción.

—Es por eso que lo apagué—respondió.

Sonreí—Dices las cosas más dulces.—Se acercó a revolverme el pelo, así que tuve que apartar su mano.

Cuando finalmente llegamos a la escuela, Singto caminó conmigo a esperar en la fila—Creo que has convertido a otra—murmuró.

Miré por encima del hombro para ver lo que estaba hablando. Había una muchacha bonita, con el pelo marrón rizado mirando en nuestra dirección, solo que ella no estaba mirando a mí. Ella veía a Singto. Mi Singto. Saqué mi espada.

Oficial Buenote|ˢᴵᴺᴳᵀᴼᴷᴿᴵˢᵀ|#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora