One shots ¦ Sasusaku

Propuesta de matrimonio

—¿Qué hacemos aquí?

Pregunta equivocada, era obvio qué hacían ahí, o eso pensaba, puesto que llevaban tiempo viajando sin un rumbo fijo y de vez en cuando se daban la libertad de ir a cualquier sitio que les plazca con el único fin de disfrutar de la cercanía del otro. Esto no era distinto, no estaban ahí por una misión en concreto, solo se toparon con una pequeña aldea que presumía de una maravillosa vista al mar y decidieron, sin decir ni una sola palabra, ir de paso. Sakura era consciente de esto, pero dentro de sí, aún intentaba averiguar los motivos por los que su querido novio —¡que extraño sonaba eso!— estaba más callado de lo usual, de un modo casi sospechoso, y le había llevado a sentarse juntos en una banca a las afueras de dicha aldea.

Que no se mal entienda, amaba estar a solas con él, pero teniendo en cuenta que llevaban ya un tiempo viajando juntos, Sakura podía distinguir algo distinto en aquel encuentro que Sasuke trataba de disfrazar por casual. Típico de parejas, supone ella, no le costaba darse cuenta de los sutiles cambios en él ya que estaban casi siempre juntos y se conocían muy bien. Sasuke estaba actuando raro y necesitaba indagar.

Dando un suspiro, él se mantuvo viendo al frente con porte relajado, sin darle muchas vueltas a la pregunta de ella.

—¿Acaso te molesta? —cuestionó, evadiendo la pregunta inicial de una manera que a Sakura le generó más dudas.

Ella negó, por supuesto, que pudiera aquel encuentro molestarle. Era tonto considerarlo siquiera, sobretodo viniendo de Sasuke que le conocía tan bien, Sakura amaba estar con él, eso era un hecho, y no importaba donde ni como, sí podían estar juntos, ella iba a apreciar el momento, y eso él lo sabía, otra razón por la que era tan absurda su pregunta.

—Sabes que no, —respondió Sakura apaciblemente, logrando que Sasuke de girara a verla—, es que, ¿sucede algo? Me refiero a... ¿Algo en especial? Has actuado un poco raro.

Su preocupación era de esperarse, pero aún así Sasuke sintió una ligera punzada de culpabilidad ante la idea de haber estado preocupando a Sakura. No era su intención, y trató, lo mejor que pudo, de disimular lo que sucedía para no inquietarla. Fue un desliz de su parte olvidar que ella lo conocía muy bien, y al final, aunque ella no estaba segura de qué estaba pasando, si sabía que algo estaba pasando. Y sí bien él opinaba no se trataba de nada malo, aún no estaba muy seguro de sí para Sakura sería igual.

A raíz de esto último fue que empezó a actuar ''raro'', necesitaba aclarar un poco sus pensamientos y para ello requería de un tiempo a solas para meditar y considerar las variables, lo que era complicado ya que tenía que hacer esto sin levantar sospechas. Sakura siempre le dio muchas libertades, nunca objetó nada cuando él le avisaba que estaría ausente por un par de horas, pero aún así, siendo sincero consigo mismo, ¿cuánto duraría su silencio? Al menos su pregunta sería respondida, ya que fue hecha en el momento justo en el que estaba por descubrir la razón de su extraño comportamiento.

En un movimiento que Sakura no predijo, la mano de él, saliendo del interior de su capa de viaje, palpó la suya con delicadeza, el breve gesto le hizo sonreír sin quererlo, y prosiguieron a entralazar sus dedos en un contacto con el que ya estaban familiarizados. Sus ojos no se apartaban de los de él, tratando de ver hasta donde le era permitido.

—Sakura, —Le llamó tímidamente. Algo que a su parecer era bastante peculiar... Y lindo—, lamento haberte preocupado.

Con su mano libre hizo un ademán desinteresado.

—Descuida, de todos modos actúes raro o no yo seguiré preocupándome por ti. —Le aseguró, llevando su mano hasta su mejilla y acariciando con gentileza—, no tienes nada de que disculparte.