Romance en Nueva York.

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Summary: au moderno en el que Sasuke y Sakura también se van de viaje juntos.

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—No hay nada más romántico que darse un beso bajo la lluvia. —Opinó, a medida que el chico a su lado extendía un paraguas sobre ambos y continuaban con su caminata casual por Central Park.

No sabían explicar cuáles eran las circunstancias que les hicieron parar en la ciudad de Nueva York, puede que, las ganas de expandir sus horizontes y ver cada rincón del mundo que les era permitido, o puede ser, también, las ganas de ambos de ver con sus propios ojos la grandeza de una de las ciudades del mundo más populares. Y vamos, nadie les habría culpado, cuando les surgió la oportunidad, sólo la aprovecharon sin darle mucho preámbulo. Fue una decisión espontánea la que les llevó a parar ahí, ciertamente, pero a esas alturas, paseando por un parque del que sólo habían podido saber gracias a las muchas series y películas ambientadas en la Gran Manzana, poca importancia le podían dar a cualquier atisbo de duda en cuanto a su repentino viaje.

Sakura era la que se encontraba más encantada con su estadía en Nueva York, le consideraba por mucho uno de las lugares más románticas del mundo y estar ahí en compañía de alguien a quien amaba no hizo, sino, aumentar su enamoramiento para con la vida. Para ella, cada sitio de la ciudad servía de escenario perfecto para un momento romántico digno de toda película de su género. Contrario a Sasuke.

Se encogió de hombros con escepticismo luego de que la muchacha permitió que entrelazaran los brazos. Sasuke se encargaba de mantenerlos a ambos cubiertos para no terminar empapados, a sabiendas que cuando llegaran al hotel no serían, probablemente, muy bien recibidos, —aunque no fuese uno muy exigente—, mientras que ella cargaba consigo poca cosa, solo su bolso colgando del hombro izquierdo.

—¿Entonces ves romántico coger un resfriado? —Preguntó con mofa, provocando un mohín por parte de la joven a su lado.

—Vamos, sé que muy en el fondo piensas igual que yo. —Dijo, dando un suspiro enamorado antes de proseguir con su explicación—, miralo de esta forma: es un día lluvioso en Nueva York, has decidido caminar por Central Park con tu pareja, y es casi medio día cuando llegan al reloj Delacorte. De pronto se miran y es como si pudiesen oír en sus cabezas la misma canción de Jazz suave que oían sus padres en el viejo tocadiscos de la sala, no hay nadie más que pueda estorbarles y cuando menos lo han esperado sus rostros ya se han acercado, sus labios se encuentran, y son un par de enamorados que comparten un beso bajo la lluvia mientras que de fondo puede oírse al reloj marcando las doce... Es un escenario perfecto, a mi parecer.

No refutó aquello, puesto que él aceptaba que, la ''amiga'' a su lado, tenía razón al decir que sería un escenario perfecto. No se consideraba un romántico empedernido, a diferencia de ella, pero aceptaba que a veces tenía sus momentos de debilidad en los que cedía ante las fantasías de Sakura, y quedaba igual de encantando que ella en cuanto a estas. No importaba cuanto se esmerara en ocultarlo, él era, muy en el fondo, un romántico a lo tradicional, motivo por el que fue él quien brindó la idea de iniciar con aquella caminata cuando el cielo estaba tan nublado y le llevó no a cualquier sitio, sino al que consideró el escenario perfecto para ambos. Podría quejarse todo lo que quisiera diciendo que los días lluviosos no hacían más que traer resfriados y goteras, pero el amaba caminar bajo esta, y aún más sí era con tan gratificante compañía.

Era un poco egoísta que usaran sus vacaciones para alejarse de sus allegados con la vaga excusa de querer salir a explorar. Sakura, estaba al tanto de que muchos de sus amigos no estaban contentos ante la noticia de ella yendo de un lugar a otro con un chico que no tenía del todo claro que hacía con su vida, y Sasuke, era muy consciente de que su padre seguía en desacuerdo con cada una de sus decisiones y que aquella de irse a conocer el mundo con, no su novia, sino su amiga de la infancia, era la que más repudiaba. Viendo las cosas bien, nadie, sacando del panorama a dos o tres personas que de verdad querían verlos felices, quería que estuvieran juntos, pues todo el mundo pensaba que nada podría salir bien de la unión entre ambos. Puede que esa haya sido la razón inicial por la que decidieron irse tan lejos, querían estar juntos sin nadie que les estuviera señalando.

Cuando Sakura se detuvo no espero que Sasuke se preocupara, lo que era muy tonto cuando él chico había demostrado durante todo el tiempo que llevaban como compañeros de viaje que se preocupaba por todo lo que le pasaba, por cada pequeño pensamiento que cruzara su cabeza. Él le miró con intriga, apunto de preguntarle cuando ella se giró hacia él permitiendo que conectaran miradas.

—¿No te parece de lo más romántico? —le cuestionó, reprimiendo sus ganas de ampliar otro suspiro.

No apartó su mirada de ella, examinando cada detalle de su rostro que le era posible. Amaba su cabello, amaba sus ojos, amaba sus casi impermeables pecas, y amaba el aroma natural a flores que ella desprendía. Había visto muchas obras de arte a lo largo de su vida, pero aquella que tenía frente a sus ojos no se igualaba con ninguna.

—Define romántico, —pidió, inmerso en un no se qué de ella que le atraía con insistencia.

Ella sonrío con dulzura, pasando un mechón de su corto cabello tras la oreja. Estaban cerca del otro, tan cerca que podían sentir sus alientos chocar y el calor natural de sus cuerpos cuando éstos se tocaron con la ropa de por medio. El paraguas aún estaba sobre ellos, protegiéndolos.

Sakura le miró con un ligero rubor en las mejillas debido al nerviosismo que a pesar de los años nunca pudo eliminar. Ante una mirada tan cargada como lo era la del hombre que ahora la veía, con tanto cariño que se sintió desfallecer, no pudo hacer más que mantener su sonrisa y atreverse, como se había hecho costumbre desde que iniciaron con su aventura y pasaron a ser esa clase de amigos que se quieren mutuamente, a ser un poco egoísta. Porque sí a sus amigos y familia no le gustaba que ella estuviera con Sasuke, pues al carajo, ella no se detendría por más que le advirtieran que no era el indicado. Del mismo modo en que él no se detuvo cuando le dijeron que ella no era la indicada.

Por eso le sostuvo la mirada, acercando su rostro al de él, a nada de rozar narices. Un ligero rubor en las mejillas de él que le sirvió de incentivante para susurrarle, perdida en su mirada, y con la sonrisa más hermosa que él nunca haya visto: —Este es el tipo de sitio y momento en el que me gustaría besar al amor de mi vida.

Entonces fue él quien sonrió, sin pensarlo mucho antes de acercarse hasta sus labios dejando que estos se fundieran con los suyos. Un calor abrasador que cegaba sus mentes y no daba cabida a otros pensamientos, mientras que sus labios mantenían un mismo ritmo en un baile lento y apasionado, con el dulzor típico de toda pareja de jóvenes enamorados, el reloj Delacorte resonaba marcando las doce, el paraguas caía, y las gotas de lluvia se deslizaban por el cuerpo de ambos con toda la libertad que les era posible.

Poco importaba lo que el resto de personas pudiera opinar acerca de ellos, pues cuando estaban así, cumpliendo sus deseos y jurando su amor, el resto no importaba, el mundo se paralizaba y sólo eran ellos dos.

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N.A: ya en el próximo volvemos con los one shots en el mundo Ninja, ¿alguna propuesta en especifico? xD

One shots ¦ Sasusaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora