One shots ¦ Sasusaku

Exponiendo Infieles.

—Asco tu programa amiga. —Replicó el rubio haciéndole una mueca a la cámara. 

Sakura se golpeó la frente. 

—Naruto, por Dios... —Rogó, viendo al chico con su mejor pose de diva frente a la cámara.

Al chico podría disgustarle aquel programa, pero al mismo tiempo, no despericiaba ningún momento de fama, sí así conseguía la oportunidad de aparecer así fuese por escasos segundos en un episodio de aquel programa, pues, ni modo, él lo haría. Sakura, por su lado, no quería, bajo ninguna circunstancia, ser parte de eso. 

—Amigos ¿ustedes son pareja? —volvió a preguntarles Tenten Rodríguez mientras que su fiel compañero, cuya identidad no importa, se encargaba de grabarlos. 

—¿Qué? —preguntaron ambos chicos al mismo tiempo. 

De inmediato se vieron mutuamente. 

—¿Nosotros? —se señalaron el uno al otro, recibiendo un asentimiento por parte de la castaña. 

—¡Obvio! ¿Son pareja? 

Ambos se echaron a reír como sí aquello fuese la estupidez más grande que nunca antes hubieran oído. En especial Sakura, pues Naruto, por extraño que pudiera parecer, se esforzaba en aparentar frente a la cámara y verse lo más ''genial y varonil'' que podía, inflando el pecho, sonriendo coqueto y dando uno que otro guiño a la cámara, tanto así que Sakura pensó que incluso le había entrado una basurita en el ojo o tenía un tic nervioso. 

—¿Él y yo? —preguntó Sakura entre risas—, ¿realmente parecemos una parejita? 

Naruto bufó divertido

—Oh, vamos, no hay manera de que alguien en este mundo piense una tontería de esa magni...-

—Les daremos dinedo.

—... Y es por eso que digo que obvio somos pareja porque lo somos. —Prosiguió el rubio dejando a su compañera totalmente descolocada. 

—Wow ¿qué? —le cuestionó perpleja. 

—Por curiosidad... ¿Cuánto dinero nos van a dar? 

—¡Naruto! —chilló molesta antes de girarse hacia Tenten con una falsa sonrisa—, ¿nos disculpa un momento? 

La castaña ni siquiera atinó a responder cuando Sakura arrastró consigo a Naruto fuera de cámaras y le dio un golpe en la cabeza que nunca olvidaría. El pobre rubio se quejó como pudo, sobando su magullada cabeza y viendo molesto a la chica por tan repentina acción. 

—¡¿Y eso por qué?! 

—¡¿Por qué dijiste eso?! —contraataca más enojada que él. Al comprender, Naruto cambió su semblante. 

—Ah, pues, ¿qué no es obvio? Ganar algo de money, —Sakura frunció el entrecejo, haciéndole bufar—, ¡es nuestra oportunidad de ganar algo de dinero sin hacer nada! 

—Naruto, ¿estás hablando en serio? 

—Muy en serio Sakura, tú tienes un trabajo super estable que te da suficiente para todo lo que quieras, pero el mío no y llevo meses ahorrando para comprarme los objetos que le hacen falta a mi apartamento... 

—Tú solo quieres el dinero para comprarte la muñeca que viste el otro día de una de tus chinas... 

—Figura de acción de Mikasa Ackerman, más respeto —corrigió, actuando sorpresivamente profesional—, aparte, sí el dinero es suficiente para ambos, tú también podrás comprarte unos zapatos nuevos o lo que sea.