Una Historia de Amor

15 7 1
                                    

Dev era una chica perfecta, inteligente, con sentido del humor, culta, amable, cariñosa, valiente, y la persona más hermosa que había conocido. Yo era solo un chico que la admiraba en secreto y temía hablarle por miedo a su rechazo, en mi cabeza sólo existía la idea de que semejante diosa jamás le dirigiría la palabra a un mortal como yo.

Una noche, ella publicó en su red social favorita, una pequeña historia de terror que había escrito, y simplemente me encantó, tenía la dosis exacta de pasión , misterio y desgarre emocional para lograr conmover a cualquiera. En un acto de osadía extrema, le escribí, expresando mi admiración hacia su trabajo, y que sin faltarle el respeto, me encantaría invitarla a salir para así conversar sobre algunos proyectos que tenía en mente (yo también era escritor). No esperaba que contestara la verdad, así que mi sorpresa fue enorme al recibir su respuesta, me daba las gracias por mi valoración, y decía que estaría encantada de aceptar mi invitación.

Esa noche estaba muy nervioso, demasiado, como si fuera a conocer a una Estrella de Hollywood, aunque para mí, ella era más que eso, era la chica que siempre había soñado, y esa chica estaba a punto de salir conmigo. Me presenté en su casa a recogerla, y al llamar a la puerta, me recibió; llevaba un vestido blanco, que solo realzaba el negro de sus cabellos, y el brillo a celestial de sus ojos. Solo acerté a exclamar un tímido wow, ella se dio cuenta, y lanzó su arma mortal, una sonrisa que haría sonrojar al más rudo de los hombres. Salimos a cenar, fue una velada maravillosa, conversamos sobre todo y sobre nada, sobre la vida y sus bellezas, sobre nuestras historias, pero también sobre nosotros, sobre nuestras intimidades, sobre quienes éramos y qué queríamos. Luego de terminar, recorrimos el camino hacia su hogar bajo ese cielo bendito, donde habitaba una hermosa luna llena que era testigo de mi felicidad, y entre esa oscuridad característica de la noche, alumbrados solo por pequeños faroles, sus ojos brillaban aún más, como los de una niña en su cumpleaños.

-Muchas gracias por esta noche, la he pasado maravillosamente bien, crees que podamos volver a vernos?

Piensan que esto lo diría yo verdad? Pues me disponía a decirlo, pero ella se me adelantó, para mi sorpresa y deleite.

-Yo también la he pasado de maravilla, por supuesto que me gustaría repetir la ocasión. -le contesté.

Volvió a sonreírme, puso su mano en mi mejilla izquierda, y delicadamente besó la derecha, entonces sentí su aroma, que hasta entonces no había podido apreciar con claridad; era cómo respirar profundamente en un campo de flores holandés, donde el rocío y el perfume invaden tus sentidos y obnubilan la mente.

-Hasta mañana, dulces sueños.

Esas fueron sus últimas palabras hacia mí esa noche. Yo no alcancé a articular sonido alguno, así que hice un gesto con mi mano, despidiéndome torpemente.

Al día siguiente, desperté con un mensaje suyo, me pedía que me encontrara con ella esa noche en su casa, solo había una condición, no quería que nadie lo supiera. Ni siquiera lo pensé, de nuevo esa emoción de joven deleitado por la belleza más inmensa recorría todo mi cuerpo. Esperé frente al reloj todo el día, y créanme que se hizo eterno, no podía pensar en otra cosa que en volver a verla, así que cuando dieron las 8:00 pm, salí de mi casa como un preso al cual dan la libertad tras mucho tiempo, con ganas de ver nuevamente la razón de su felicidad.

Llegué a su hogar, estaban todas las luces del portal apagadas, golpeé tímidamente su puerta, y ella abrió al instante, me tomó de la mano y me invitó a entrar. Me dirigió hacia su comedor, donde había una mesa, con la cena servida, velas, y una botella de vino. Estaba muy extrañado, así que me volteé hacia ella buscando explicación, la cual no fue dada con palabras, sino con una acción, me tomó del cuello y me besó en los labios, un beso suave, pero a la vez intenso, un beso que sacudió todo mi universo.

-Ayer despertaste de nuevo en mí algo que no sentía hace mucho tiempo -me dijo- por eso quiero permanecer a tu lado, para comprobar si este sentimiento es genuino, por favor, bríndame esta oportunidad.

La miré a los ojos, y le dije que había soñado con solo conversar con ella durante incontables días, besarla para mi era algo idílico, así que me encantaría acompañarla por el tiempo que fuera, y adoraría ser la razón por la cual sonría y brillen sus ojos, y sería el hombre más afortunado del mundo con tan solo escuchar su voz cada mañana.

Volvió a sonreír tiernamente, y me besó. Ambos nos dirigimos hacia la mesa, cenamos entre una conversación espléndida, nos conocimos aún más, incluso lancé una broma con respecto a su cumpleaños, el 6 de enero, pues le dije que ella era el regalo que me habían hecho los reyes magos.

Luego de terminada la cena, me pidió que la acompañara al sofá, y hasta allí me dirigí mientras ella buscaba par de copas nuevas para terminar el vino que nos quedaba. Se sentó a mi lado, con las luces bajas, y brindamos por nosotros, por lo bello del momento.

-Eres alguien muy especial - me dijo- tan especial, que me encantaría llevarte por siempre conmigo.

-Me encantaría formar parte de ti, de tu vida y de tus sueños.

-Kael, vivirías por mí?

-Dev, mi vida te pertenece desde el momento en el que pusiste tus ojos en los míos, y me sonreíste al alma.

-Cuidado con lo que dices, puede que me lo tome literal -respondió con una sonrisa-

-Lo digo totalmente en serio, mi vida es tuya, haz con ella lo que quieras, solo por favor, llévame contigo.

Me miró a los ojos, sonrió nuevamente, mientras ponía su mano debajo de uno de los cojines del sofá, como si buscara algo, cuando de pronto, sacó su mano como un relámpago dirigido hacia mí.

Lo próximo que sentí fue un frío recorriendo mi cuello, y como mi camisa se mojaba con algo que lo era vino, bajé la mirada para comprobar que era mi sangre, que brotaba de mi cuello como si de un manantial de tratara. Rápido caí al suelo, puse mis manos tratando de contener la hemorragia pero era imposible; no entendía que había pasado y buscaba con mis ojos alguna explicación , hasta que vi una pequeña navaja en las manos de ese ángel que había compartido conmigo la noche; se dirigió hacia mí y se sentó en mi regazo, ya yo no tenía fuerzas.

-Te amo Kael, eres demasiado bueno para este mundo cruel y maldito, no mereces estar en él, por eso prefiero liberarte de las ataduras de este plano terrenal, para que así busques la felicidad en la próxima vida. No pienses que estoy loca, porque no lo estoy, o quizás sí, a estas alturas ya no importa, pero no veré cómo con El Paso del tiempo dejas de ser quien eres ahora, por eso prefiero inmortalizarte aquí, en tu perfección, y llevarme tu recuerdo exacto de quien eres, libre de la contaminación de este mundo.

Solo atinaba a observar su rostro, todo lo decía en serio, lágrimas salían de sus ojos, mientras los míos se cerraban, ya no quedaba vida en mi cuerpo.

-Quemaré esta casa, todos pensarán que morimos juntos, ya tengo un cuerpo allí detrás para hacer pasar por mí, pero no te preocupes, estaré bien, seré feliz, viviré lo mejor posible, y te transformaré en la mejor de mis historías, al fin y al cabo, todas las que he escrito, están basadas en lo que he hecho con otros como tú. Nos vemos en el otro mundo, te amo.

Acercó sus labios a los míos, y me besó, haciendo que la sangre actuara como maquillaje natural en su delicado rostro. Mi última visión en vida, fue la de la chica que amaba, y lo último que escuché fue un Te amo, creo que hay peores formas de irse, yo nunca entendí completamente lo que sucedía, solo puedo decir, que morí estando feliz, mirando a los ojos a mi asesina favorita, la cual sería recordada años después como una de las más famosas asesinas seriales de la historia, the crimson killer.

Cuentos de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora