Mis brasas azules// Dabi × lectora

Pelea por la custodia

Otra mano más, esta vez se posaba con cuatro dedos, mi vista empezaba a fallar, era borrosa, pero es ahí cuando una última mano se posa, el dolor había cesado

Mi vista volvía a funcionar, un golpe en el pecho y todo arrancó nuevamente, pestañeo, una bocanada de aire y seguidamente un quejido de dolor

Tenía los ojos llorosos y aún me costaba respirar, pero aquel dolor seguía allí, justo encima del corazón, me seguía costando respirar, hasta que algo empieza a darme aire, nuevamente esa calidez pero el tacto...no era el mismo

Ese dispensador de aire es retirado y cambiado, volvía a ser esa textura conocida, pero algo pareció dolerle, ya que se aparta gruñendo

Logro mover mi cabeza, y mirar el lugar, el pie de Dabi había desaparecido y en su lugar habia un lugar sangrante

Estiró mi mano, unos suaves hilos blanquecinos se alargan hasta el lugar y lo empiezan a cubrir, hasta finalmente tapar la zona con un fino hielo

Una mano sujeta la mía, miraba la marca en esta, la marca estaba blanca y fría, era como si aquello fuese hielo impregnado en la piel

Con pesadez miro aquella figura, en su cara tenía un pico de...Cuervo, sostenía mi mano y por lo visto sonreía, tira con suavidad de mí pero otras dos manos ardientes lo detienen

Su mano contraria se acerca a su pierna, y como un impulso mis ojos se iluminan creando aquella rafaga que había creado la tormenta, su cuerpo estaba enterrado en la pared, parecía aturdido al igual que el resto sorprendidos

Nuevamente mi mano cae sin fuerzas y mi cuerpo se vuelve pesado dejando mi cabeza caer en el pecho de Dabi

Su mirada era de preocupación y a la vez rabia, parecía molesto por mis actos pero a su vez estaba preocupado por mi estado

El chico de la pared parecía satisfecho con ello, con aquel uso que le daba aún estando a punto de morir

Y de un momento a otro, aparece delante nuestra, su mano estaba en mi mandíbula, estábamos lejos de Dabi, su mano acariciaba mi mejilla

-Eres un sujeto muy interesante, si te portas bien, le devolveré la pierna al cateto ese-Asiento levemente, nuevamente sentía sus labios pero esta vez estaban en mi cuello

Lo besaban, pero de una forma extraña...como preparándolo...y de un momento a otro un mordisco, dolía, dolía tanto como la desintegración de Tomura

Al separarse tenía el trozo entre sus dientes y sonreía, lo oculta en su máscara y me lanza contra Dabi, este me atrapa y mira mi cuello, solo había una marca de mordedura pero por lo demás todo estaba en su sitio

Cierro finalmente los ojos cediendo al desmayo, todo me podía, todo era superior a mis fuerzas ahora no me sentía nada

Al abrir los ojos logré ver con dificultades tres colores de pelo, rubio, azul y...aquel precioso negro

Abro al completo los ojos, y miro con pesadez a mi alrededor, noto a la rubia abrazarme con fuerza pero es quitada con brusquedad por el pelinegro, soy alzada y sujetada con él, me cogía de una forma protectora, como protegiéndome de ellos

Noto que dejaba de pensar y al darme cuenta estaba pegada al techo, aquellos finos hilos me envolvían y hacían una fresca brisa a mi alrededor, daba gusto aquello

Pero una mano tira de mi tumabadome y sentándose a mi lado, era el peli-azul, mi cuerpo empezó a temblar, aquel dolor volvió como si estuviese sintiéndolo nuevamente

Parecía notar mi miedo ya que su mano volvía a su cuello para empezar a rascar lo, Toga nos miraba y sin cuidado le coge del pelo y apega sus labios a mi frente