Una chica de lo más normal con un quirk un tanto extraño pasa su mejor verano junto a su mejor amigo Shoto Todoroki, el problema llega al empezar el curso ¿Porque van todos a por ella?
Algo llamó nuestra atención, el centro comercial se había cerrado al completo y por los altavoces Sona unas extrañas alarmas
Nos ponemos en alerta, nos colocamos las máscaras y miramos a nuestros alrededores, corremos al baño a escondernos y ahí es cuando escuchamos los altavoces
-"En este centro comercial hay una alumna secuestrada de la UA y una villana en busca y captura, porfavor permanezcan todos en la planta baja y unidos"-Nos miramos entre nosotras y seguimos escuchando
-"La villana es rubia, suele ir con dos moños, tengan cuidado ya que con un poco de sangre puede transformarse en otra persona completamente distinta"-Miro a Toga y miro mis manos sonriendo, las paso por encima de su pelo escarchandolo dejándolo así de un tono más claro, miro la ventana y la congelo, la reviendo y la saco corriendo
-Vete y busca al resto corre-Estiro mi mano a ella y así es como la veo salir volando con esos hilos blancos rodeándolos y seguidamente tres enormes bolsas con ropa
-SE ESCAPA-miro a los guardias de fuera y frunzo el ceño, congelo el suelo haciendo que todos callesen uno tras otro por no ser capaces de patinar
-¡Tiene que estar por aquí buscarla!-Sonrio y suspiró, salgo del baño con la mirada gacha, me mezcló entre la gente y trato de avanzar hacia las escaleras
Chocó con alguien y al girarse me aprisiona haciendo que me congelase, era Shouji, sabía que por fuerza me sería imposible moverme, aparte que me había envuelto completamente por el hecho de haberme encogido
-¡La tengo!-Y así fue como todo se abrió de nuevo, mis temblores se hicieron presentes entre los brazos de Shouji y sin querer empecé a congelarlo
-Tranquila no te vamos a hacer nada...-Su mirada era sincera, parecía que él no sabía lo ocurrido
-¡EXTRA! ¿¡DONDE ESTA!?-Me encojo aún más y como si nada Shouji me levanta apartandome de Katchan
-Dejame verla...ahora...-Noto las negaciones del contrario debajo mía, sabía que no podría moverme por el miedo que extrañamente había adquirido
-Yo fui el encargado de mantenerla hasta llegar a la UA, ya que el resto tenéis algún tipo de aprecio o recelo en su contra-Le miro, la verdad era que con el no había hablado mucho
Un gruñido por parte del chico más bajo y seguidamente empezamos a movernos, al salir miro el cielo, ese día estaba despejado, era un intenso azul el que estaba sobre nosotros tan azul...como los ojos del pelinegro
Sonrió ante esa idea y suspiró esperando así que me llevarán al lugar previsto
Después de una larga caminata llegamos a ese lugar al que nunca creí volver a entrar, miro todo, seguía igual, a excepción de que todos cuchicheaban por el hecho de saber que yo iría en los brazos de Shouji
Me encojo aún más por las charlas, y como si nada, el contrario me cubre cubriendome de las miradas curiosas, derrepente se para, no sabía porque ya que no veía
-¿Es ella?-Esa voz...mi pequeña Eri, era ella, parecía emocionada ante la idea de ser yo, eso parecía
-Si-La pequeña dió un grito de emoción, unas pequeñas manos se cuelan entre los brazos cerrados y tratan de abrirlos, sonrió, acarició sus deditos, sus gritos de emoción y petición eran más altos que nunca
-Te dejaré verla allí dentro-Y así fue como note una arrancada veloz y un movimiento rápido, paramos en seco y finalmente soy liberada, me deja en el suelo y trato de moverme
-¿Que te a pasado? ¿Tienes miedo? ¿Porque?-La miro y sonrió sus manos se posan en mis mejillas y seguidamente volvía a la normalidad
Su mirada fue de ilusión, parecía emocionada ante lo que acababa de pasar, la apego a mi abrazándola, sonrió con toda la felicidad oculta en mi y su risa...me dio mil años...
Suspiró aliviada, estaba bien y era lo que me importaba, su seguridad, noto su mirada en mi pelo y ojos, estaba asombrada por el cambio y era normal
-¿Donde está mi papi?-Aquella pregunta me desconcertó, fuerzo mi sonrisa y me pongo en pié con ella en brazos, camino por la UA con Shouji detrás nuestra y las miradas de sorpresa y los susurros
Al salir miro el cielo y sonrió, miro a la pequeña, parecía esperar mi respuesta, miro el cielo y estiro mi mano , una pequeña nube se crea y seguidamente la nieve empieza a caer
-¡Nieve!-Asiento sonriendo, pongo mi mano dejando que se acumulará bajo la curiosa mirada de Eri
-¿Porque a mí no se me hace una montaña?-Miro mi mano y sonrió, miro la suya y veo como poco a poco se derretía la nieve
-Yo estoy muy,muy fría, y eso hace que la nieve se quede en mi mano, pero como tú estás calentita, calentita no puede aguantar sin ceder, pero si quieres, te puedo hacer una estatua para ti solita, de un hielo tan,tan fuerte que no se rompa
Empezó a asentir con energía, y sin más de mis dedos salen finos hilos blancos empezando a crear una pequeña figura helada
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Se la doy y la dejo en el suelo sonriendo, pero esa sonrisa se esfuma al ver quién la tenía cogida, mi cuerpo empieza a congelarse
-Parece que ya encontraste a alguien a quien aferrarte para tu felicidad-Aprieto los puños y siento mi sangre arder, sentía mis manos temblar de la rabia
Frunzo el ceño pero esa rabia cambia, cambia a una tristeza inmensa al ver como la mitad de la niña explotaba dejando así solo sus piernas caer
Grito, grito lo más alto que puedo callendo de rodillas, miro esas pequeñas piernas ahí tiradas, un fuerte viento empieza, la nieve caía sobre esas piernecitas
Mis lágrimas caen a la nieve, mi incredulidad era insuperable por nada, miro sin parpadear el charco que se había formado
-La puedo devolver, y al profesor tambien-Y es ahí cuando tira un dedo de Aizawa delante mía, le miro espectante y este estira su mano
-Ven conmigo y déjame perfeccionarte-Miro el dedo y las piernas y muerdo mi labio, me pongo en pié
-Primero devuelve los y luego me iré contigo sin rechistar-Asiente y como si nada ambos vuelven a la vida, ahora lloraba de felicidad y sin dudarlo los abrazo, estaban aturdidos pero aún así los abracé con todas mis fuerzas
-Vamos, tengo muchas cosas que hacer-Me extiende su mano, me pongo en pié bajo la triste mirada de Eri y la confusa de Aizawa
La cojo y nos vamos de allí, yo con su brazo por mis hombros y él contento por tenerme porfin bajo su poder
