Calor

62 5 0
                                    

Abro los ojos finalmente, había dejado de caer, el golpe había dolido, me dolía todo el cuerpo, miro el lugar, estaba en un cuarto conocido, sonrió levemente y trato de incorporarme pero un peso sobre mí me lo impide

El pelinegro estaba sobre mi dormido, me quedo quieta, no quería despertarlo, acarició su mejilla congelandola levemente por lo que la apartó, pero parece que ese frío fue suficiente para hacerle habrir los ojos

Me mira y se abraza a mi con fuerza escondiendo su cara en mi cuello, le acaricio sonriendo y le abrazo con fuerza, suspiro aliviada al sentir su calor pegado a mi cuerpo, se quita de encima mío y gracias a eso me incorporo, mis brazos volvían a estar vendados, en mis costados había vendas y en mi cabeza un pequeño parche, mi dedo estaba cubierto por una tirita sacándome una risa por los dibujitos en ella

Me pongo en pié y al instante caigo sobre el pelinegro escuchando un gruñido, no sabría decir si de molestia o satisfacción, pero era un gruñido, soy tumbada en la cama sujeta por las muñecas, mi sonrojo aparece

–Debiste haberte quedado quieta...ahora sí que no te podrás mover...–Sus labios se chocaron con los míos con ferocidad y ansía, sus manos apretaban mis muñecas dejando mis manos completamente inutilizables

Sus besos pasaron a mi cuello dejándolo húmedo y caliente, demasiado caliente, sentia mi piel erizarse bajo su tacto, lo peor llegó al sentir sus dientes mordiendo mi cuello dejando así una marca humeante

–Asi sabrán de quién eres...–Le miro aún incrédula, me había marcado como si nada, pero toda la incredulidad se fue al notar como mis manos eran atadas a la cama y una de ellas bajaba peligrosamente por mi abdomen, se infiltra entre mi ropa y ahí es donde empiezan las caricias

Muerdo mi labio y trato de liberar mis muñecas, sabía que si no lo controlaba terminaría siendo devorada...aunque...tampoco me molestaba mucho...pero no podía

Sus manos se posan en mi cintura dejándome quieta y haciendo de paso dos grandes marcas de sus manos ahí posadas, un leve temblor sacude mi cuerpo, me había gustado, no entendía cómo eso me pudo haber gustado

Ahora sus manos subían peligrosamente a mis pechos y al tenerlos los aprieta dejando otra mordida más en mi cuello, aquello me arrancó un gemido, era algo de lo que fui incapaz de controlar, y su sonrisa ladina me dijo que la había cagado, ya no se detendría

La ropa fue desapareciendo poco a poco, con algún gemido de por medio y muchas marcas en mi cuerpo, derrepente para y me mira al completo sonriendo orgulloso

–Que jodidamente buena estás...–Se muerde el labio con sensualidad y yo como único gesto desvío la mirada roja

–¿Estas lista?–Antes de poder preguntar sentia algo enorme adentrarse en mí, dolía pero a la vez era placentero, aprieto mis puños por el leve dolor, sentía algo calido bajar por mis nalgas, aún no sabía que era ni lo que estaba sucediendo, solo se que cuando paró lo que tenía dentro palpitaba y era demasiado grande

–Parece que la pequeñita es virgen~–Mi respiración estaba acelerada, su sonrisa crecía por momentos

–¿Te duele mucho?–Niego levemente  y al sentir cómo daba una pequeña embestida metiéndola entera no pude evitar gemir

Su mano paso a estar en mi boca y una sonrisa ladina nace de él

–Si no mantienes silencio tendré que callarte de otras maneras~–Ahora su sonrisa era amenazante, trago saliva y al sentir como empezaba a moverse cruzo mis ojos sin darme cuenta de mis actos

Sus movimientos se aceleraban cada vez más y más hasta que llegó un momento en que ni lengua estaba fuera y solo sentía un inmenso placer llevándome al clímax

Dabi tampoco tardó mucho, pero al llegar tuvo que salir con rapidez ya que ardía, su semen ardía y seguramente quemaría la protección de la que no me había dado cuenta que estaba

Me visto y salgo chocando con un peli-azul quien gruñe con rabia, retrocedo asustada pero al verme me abraza levantando un dedo de cada una de sus manos

Suspiro aliviada y sonrio abrazándolo con todas mis fuerzas, acaricio sus cabellos enredados hasta que alguien más me abraza separandome

–¡_____!–Abrazo a Toga sonriendo, estaba con algunas vendas pero estaba bien, suspiró aliviada al ver que estaban bien

Miro a Kurogiri, estaba detrás de la barra como siempre, corro y salto la barra tirándome sobre el abrazándolo, parecía sorprendido pero eso no evitó el hecho de abrazar me

Me levanto sonriendo y miro en busca de Twice, no tardé en encontrarlo ya que sus gritos se hicieron presentes según salió del cuarto

–¡TEMPANITO!–Le miro y salto sobre él abrazándome, río con felicidad pero al sentir una suave colleja me froto la nuca

–Ahi...–Su cara mostraba molestia, no entendía porque, luego volvió a la feliz de antes y sus disculpas llegaron como un rayo

Estábamos sentados en la mesa desayunando no sabía en qué momento había empezado a congelar la mesa pero al darme cuenta todo mi alrededor estaba congelado

Agachó la mirada sintiéndome culpable, hasta que una voz llama mi atención, miro detrás de mí

–WIIIIIII–alli patinaba Toga sin ningún tipo de patín, río y como la última vez le hago unos patines, otra colleja, esta vez más fuerte

Miro a Twice molesta, este se cruza de brazos mirando la mesa, la miro, seguía congelada y la comida como era de esperar estaba fría, agacho la mirada sintiéndome culpable

–Tempanito...–Miro a Twice, me sonríe y me abraza, acaricia mi cabeza como tratando de calmarme o quitarle importancia

–Porcierto tempanito, la colleja no era por la mesa, era por usar tu quirk, estás débil y no debes usarlo–Asiento mirando mis brazos

–Tomura–Susurro no muy alto y le miro, este al momento deja de rascarse y me mira espectante

–¿Puedo ir a ver a mi pequeña?–Gruñe con algo de molestia y se queda pensativo

–Vale, pero irás con alguien...y no vale Dabi...que antes os oí–Me sonrojo hasta las orejas y agachó la mirada avergonzada

–Era eso o quemarla viva, y la verdad no me apetecía quemarla–Le miro de reojo y me escondo en Twice quien riendo me acaricia

Mis brasas azules// Dabi × lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora