Capítulo 11

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Me encuentro atada, en una habitación oscura junto a mi hay una persona, atada y con los ojos vendados, el ruido de alguien acercándose me incomoda.

El ruido de un cristal siendo roto es todo lo que se escucha dentro del lugar, la persona que camina en nuestra dirección me asusta.

-Las presas están listas

Es un hombre quien habla, sus pasos se escuchan más cerca. Intento liberar me, pero estoy encadenada, observo que mis pies son pequeños. El ruido de una puerta abriéndose me asusta. Grito intentando liberarme. El hombre que entra me toma de los brazos.

- ¡No me toques!

-Amelia despierta

Empujo y pataleo, intentando liberarme.

-Amelia despierta, Amelia

El insistente recordatorio de mi nombre me hace abrir los ojos encuentro a Ethan tomándome los brazos. Estoy sudando mi cuerpo tiembla, me coloco en posición fetal, ignorando a Ethan. Intento cerrar los ojos, pero si lo realizo pueda que me encuentre con esa horrible imagen.

-Amelia relájate no te pasara nada

El acaricia mi pelo intentando tranquilizarme. Recostándose a un costado, no permito que me toque, el respeta mi decisión y solo se mantiene acariciando mi cabello.

La mañana llega no logre dormir nada después del sueño, Ethan se despidió de mí para irse a trabajar.

Salgo de la cama, directamente al baño donde tomo una ducha rápida salgo, encontrando ropa preparada para mí, me visto rápido y peino mi cabello corto. El maquillaje lo dejo casi natural.

Bajando las escaleras del departamento tomo mi bolso, veo que en el comedor hay un desayuno preparado para mí, no tengo apetito solo paso. Caminando por el pasillo del corredor encuentro a un guardia de seguridad.

Sigo adelante caminando, siento su presencia en cualquier sitio que me mueva.

Entrando a mi auto, respiro con calma me siento nerviosas. Tomando el volante, coloco la llave en la entrada de encendido, al encenderse el carro salgo del espacio y conduzco por las calles a mi destino.

Al llegar a la oficina siento las miradas de los empleados, algunos cotillean en vos baja, todos suponen que no los escucho, pero sé que hablan de mí. Al abrirse uno de los ascensores entro y presiono el botón del último piso, entran algunos empleados más al serrase las puertas, espero a que llegue a mi piso. Alguien entra en el sexto piso, cerrándose las puertas de nuevo. Veo a dos empleados reír entre si y uno sin querer empuja al otro haciendo que una persona que tenía una caja tire su contenido.

El sonido me recuerda al tiroteo.

-Dejen me salir- los nervios se apoderan de mi

No resisto, golpeo las paredes, veo como todos se alejan de mí, al abrirse las puertas salgo a toda prisa olvidando el bolso. Corro para esconderme en una habitación.

Escucho los pasos de las personas afuera, las voces me atormentan, me tapo los oídos para no escuchar nada me coloco en poción fetal. Pasan los minutos y escucho que alguien habla afuera dando órdenes de abrir la puerta.

Por dentro entro en pánico no quiero que nadie entre y me vea, me levanto y busco un lugar donde esconderme, hay una mesa a unos metros donde me escondo debajo de ella, tomando mis piernas y abrazándome fuerte mente.

Lagrimas brotan sin parar, de nuevo estoy indefensa odio verme así pero no resisto y dejo que ellas salgan, al abrirse la puerta mi corazón se altera, solo escucho mis latidos acelerados.

En este punto sé que me encontraran.

-Amelia sal

La voz del hombre me atormenta.

-Por favor sal

No contesto no quiero que nadie me encuentre,

-Soy solo yo si me pides que eche a todos los presentes lo are

Sigo llorando sin parar, -no quiero salir, ¿porque salí del departamento? - esa pregunta se arremolina en mi mente una y otra vez.

Siento que me quedo sin oxígeno, todo se vuelve borroso y solo oscuridad me rodea.

Hay voces alrededor de mí, alrededor abro los ojos encuentro algo peculiar la habitación. La nitidez de mi vista me ase reprochar el hecho de no ver con claridad sin los lentes, intento levantarme, pero algo me retiene.

-Esta despierta

La voz de mi madre es la que escucho, girando mi cabeza logro distinguir su silueta aun costado mi padre y alguien más.

-Recomendaría mantenerla sedada para evitar una recaída

-Madre por favor libérame

Ella solo ignora mis palabras

- ¡Como usted ordene!

Todos salen dejándome en la habitación intentando soltarme forcejeo con las esposas.

Mis intentos son insuficientes, solo logro agotarme. Una sirvienta entra para alimentarme solo rechazo la comida. No pruebo bocado, y el olor me incomoda. Tengo nauseas, veo entrar a mi madre, quien pide que me liberen.

-Podrías darme mis lentes por lo menos

-No te los regresare

- ¿Por qué?

-Simplemente no quiero que escapes, al no tener tus lentes tu vista es pésima por lo cual me permite vigilarte

-Dime quien me trajo

-Alguien en la empresa que trabajabas nos contacto

- ¿Por qué has dicho trabajaba?

-Es simple mande tu renuncia hace dos semanas

-Eso no es posible solo paso un día desde que me altere

-No es cierto después de tu ataque de nervios, has tenido varios seguidos por lo cual te trajimos a la casa donde te hemos mantenido sedada

- ¿Por qué no lo recuerdo?

-Hija eres tan simple de leer, cuando tienes algún ataque tu autodefensa reacciona haciendo que olvides lo que pase y despiertes como si nada

-Esto ha pasado antes

-Muchas ves es por lo mismo que te mandamos al psicólogo, el cual acusaste de intentar violarte

-Sigues sin creerme como es de esperarse

-Por dios niña al que acusas de intento de violación es tu tío

El sujeto por el cual intente mantenerme alejada todo este tiempo de esta ciudad y por el cual siempre recibo amenazas de mis padres, es mi tío. El sujeto que intento en muchas ocasiones tomarme a la fuerza.

Una Sola NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora