¿Sueños o realidad?
Reunión familiar.
Llegando a casa nada me podría detener en reprocharle a mi hermana por el pésimo día que tuve.
—¡Tu hija es detestable, Mamá! no puedo ni estar tranquila en el primer día de clases gracias a Elizabeth, ya no la soporto —hago mi queja a mamá caminando de un lugar a otro. —esto es absurdo, se que es mi hermana mayor y que debo de tener respeto hacía ella pero, ¿ella acaso se ganó ese respeto? ¡No! No lo hizo, y ya me cansé mamá quiero irme con papá.
—Entonces lárgate, nadie te está atajando Kendra.
—No te estoy hablando a ti, Elizabeth.
—¿ah si? Pues estás hablando de mi, y no voy a dejar que sigas con tus calumnias hacía mi persona.
—¡Ya cállense porfavor! ¿No se dan cuenta de que estoy cansada y harta de sus peleas? Necesito paz por lo menos un día, todos los días se la pasan peleando como perro y gato son hermanas no enemigas ¿pueden entender por lo menos eso? —El rostro de mamá refleja cansancio y estrés, soy conciente que todo lo provocamos nosotras con nuestras peleas.
—Lo sentimos mamá —Respondemos a la vez.
—Deben quererse y protegerse como las hermanas que son —mientras nos reta, agachamos la cabeza como perritos que están siendo regañados. —Ya están grandes, y no pueden seguir con esas peleas absurdas.
Mamá sale molesta de la sala y se dirige a la cocina, inmediatamente yo y Elizabeth vamos detrás de ella, ahí estaba mamá, sentada agarrándose la cabeza probablemente sea por el estrés que le causamos, ¡DEMONIOS!.
Elizabeth se acerca a mamá
—Ya no discutiremos mamá yo tengo la culpa, se en qué condición te encuentras y aún así provocó tus enojos pero ya no sucederá de nuevo —cada palabra que salió de los labios de Elizabeth caía una lágrima de sus ojos cafes, mamá asiente mientras pasa sus dedos por las mejillas de Elizabeth.
—Mi hermana es una tonta e inmadura —Levanta una ceja Elizabeth —pero aún así la quiero y ambas tuvimos la culpa, ya no volveremos a pelear mamá.
En el intento de abrazarla levanto el polo angosto que llevaba puesto —Al parecer estuviste descuidando la dieta mamá. —bromeo.—Un poco quizá —Sonríe y se separa de nosotras.
Me dirigo hacía mi habitación para finalmente desvestirme.
Desabrocho la falda y bajo el cierre izquierdo que está a su costado no están notorio así que no se ve mal, desabrocho todos los botones de mi camisa, me quito el bra y siento un alivio que recorre por todo mi pecho, estar toda la mañana con bra es muy cansado peor aún si tiene los fierritos.
Me pongo una toalla, alzo la falda de Elizabeth y la llevó a su habitación antes de tocar la puerta escucho un ligero ronquido, empujo la puerta lo más despacio posible para ingresar a la habitación de Elizabeth, ella está acostada en su cama con el uniforme puesto probablemente no baje a almorzar debe estar muy cansada al igual que yo, me siento a su costado observo detalladamente su rostro perfilado; nariz perfecta, toda ella era demasiado bonita pero yo tengo algo que ella no tiene, personalidad.
"Subconciente: Pero ella es bonita, su cutis es mejor que el tuyo y es delgada".
"Me: Eso, en qué afecta a mi carismatica personalidad.
"Subconciente: Sisi pero ¿Y el abdomen plano para cuando?"
"Me: Eso si que dolió"
"Subconciente: Si dejarás de tragar como si la comida se fuese acabar tal vez, solo tal vez tendrías un 90, 60, 90.