BABE [+18]

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Ir por ella

Ella se fue técnicamente ignorándolo. La azabache permaneció enmudecida mirando la escena y pocos segundos después se atrevió a comentar algo al respecto.

—Chloé se veía algo extraña, ¿no te parece? —le cuestionó a su acompañante

El muchacho permaneció pensativo algunos segundos más mientras miraba hacia la puerta que aquella mujer rubia había atravesado. Era como si sospechara algo o tuviera una pequeña idea de lo que estuviera ocurriendo y eso le parecía a Marinette aun más extraño.

Volvió su mirada a su compañera ladeó de forma tranquila.

—No tengo idea, mejor entremos.

Avanzaron en el interior sin tener alguna idea de que alguien ahí ya les observaba con atención. Era Luka que prefirió esconderse en una mesa detrás de una planta alta.

Adrien y Marinette no tuvieron problema con escoger cualquier mesa sin ninguna mala intención aparente. La azabache había accedido a tal invitación solo por aquello tan importante que él le mencionó que debía contarle y claro, por la espina de confrontarlo por aquella situación de Alya que ambos ocultaron por tanto tiempo de ella.

Aunque Alya y ella pudieran tener desencuentros, no pasaría sus palabras narradas por alto.

Cada uno emitió su orden, la chica le miró fijamente entonces: —¿Y bien? —preguntó de forma tajante—. ¿Qué quieres contarme?

El muchacho frente a ella jugó con la servilleta, asintiendo de forma nerviosa a su pregunta, fue entonces que suspiró suavemente y le miró a los ojos. Marinette podía percibir una clase de dolor en su mirada.

—Nunca te dije qué fue lo que pasó con mi madre —respondió.

—Bueno —aclaró Marinette— me contaste de que tuvo otra familia —agregó con un poco de incomodidad en sus expresiones.

—Sí, pero hablo de su muerte.

Durante un par de segundos hubo silencio entre ellos.

—Pensé que no estaban seguros de cómo había ocurrido —comentó ella, recordando el pasado.

Adrien mordisqueó su labio inferior, agachando finalmente la mirada: — En realidad, mentí... —entonces ella le miró confundida— mentí porque yo estuve cerca cuando todo ocurrió.

Ocultó la sorpresa en sus ojos, pero su boca se abrió ligeramente sin saber cuál sería la siguiente palabra que debía emitir, pero entonces, el chico comenzó a narrar...

—No me malinterpretes, no es algo que hubiera planeado, muchos dirían que fue una coincidencia. Yo no tenía idea de los distritos en los que ella se ocultaba para ver a su familia, pero debí suponer que estarían bastante lejos de "casa".

Tú y yo habíamos terminado cualquier relación existente entre ambos, lo recuerdo bien. Ya no estaríamos juntos y eso... y eso me hacía sentir tan mal. Tan conflictuado y molesto al mismo tiempo, algo en mí me impedía ir a buscarte y arreglar la situación. Hasta ahora comprendo que el miedo fue lo que me alejó de ti.

La traición de mi madre era reciente y yo creía que no debías estar conmigo porque... mi propia madre había buscado a otras personas, nos estaba mintiendo y no sabía por cuánto más podría soportar dicho secreto en mi garganta.

Me senté en una banca de Les Vosgues, no me preguntes cómo llegué hasta ahí porque no estoy seguro. Lo único que se reproducía en mi mente eran los últimos acontecimientos ocurridos con Emilie, sí, ella. Ella y cargando a aquel niño de una forma tan amorosa, tan alegre, como lo hacía conmigo, pero entonces la vi, la vi con él en la zona de juegos.