Capítulo 1: Campamento Escolar.

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Era lunes, y cómo de costumbre Reki iba algo retresado. Su hermana apenas le dio el bento, para que se lo llevara.

El pelirrojo tomó su skate y salió de su casa rápidamente. En el camino, su mente se perdió en los recuerdos pasados y en el forzoso amor que profesaba Adam por su amigo Langa. Al pensar en eso, su corazón se sintió incómodo y una sensación extraña se apoderó de su estómago.

-¡Reki!- saludó Langa, viendo a su amigo llegar.

El pelirrojo trató de volver en sí y calmó sus pensamientos.

-¡Langa!- sonrió, mostrando su puño, los chocaron.

Ambos pusieron sus patinetas en el suelo y se dirigieron a la escuela.

-El presidente de la clase dijo que hoy nos darían una buena noticia- le contó Langa a su amigo, mientras entraban.

-Sí, algo escuché- le respondió el pelirrojo.

Hasegawa miró a Reki y le sonrió. La mejillas de Kyan se sonrojaron, Langa lo notó.

Entraron al salón de clases, en esos momentos entraba el profesor.

-Buenos días- saludó a los alumnos.

-Buenos días sensei- respondieron.

-Bien, cómo ya saben quedan dos semana para iniciar las vacaciones, antes del siguiente semestre- dijo el profesor- La escuela realizará un campamento. Se les darán los formularios, para que sus padres les den permiso.

-Ésta debió ser la buena noticia- susurró Reki a su amigo.

Langa sonrió y asintió.

Las horas fueron pasando y finalmente el timbre sonó. Los alumnos se levantaron, para dirigirse al comedor.

-Vamos Reki- le dijo Langa, tomando su mochila y la mano de su amigo.

El pelirrojo tomó sus cosas y lo siguió. No dijo nada por llevar las manos tomadas, caminaron así, hasta que llegaron a la azotea.

-Aire libre- dijo Langa, soltando el agarre.

-Venías casi corriendo- le dijo Reki, sentándose.

-Tenía hambre- dijo el peliceleste, acomodándose a su lado. Sacó sus cosas y comenzó a comer.

Los ojos de Reki vieron el rostro feliz de su amigo. Su corazón se aceleró, y nuevamente sus mejillas se tornaron de carmín. Corrió rápidamente la vista y se dispuso a comer.

-Reki- le llamó Langa- Recuerda que los chicos nos verán en el negocio de Joe.

-Sí- le respondió, mirando al peliceleste.

-Tú boca- dijo Langa, limpiándosela- Comes cómo un niño de cinco. ¿Estás bien?.

El rostro de Reki estaba tan rojo, cómo su cabello. Sentía que se le iba a salir el corazón.

-¿Reki, estás bien?- preguntó algo preocupado Langa. Creyó que tenía fiebre, le tocó la frente.

Ahora sí el chico dio un respingo. El pelirrojo se alejó abruptamente, descolocando a su amigo.

-Yo-estoy-bien- dijo, tratando de no mostrar su rostro. Esto no podía estar pasando, ¿cómo fue que se sintió tan tímido?.

-Bien- Langa continó con su almuerzo.

Luego de comer y dormir un rato, fueron a clases. Las horas de la tarde, eran las más pesadas.

Mientras en el centro de la ciudad, Joe se encontraba en su lugar de trabajo. Estaba tras la barra, limpiando unos vasos, cuándo la puerta se abrió.

La Carrera del Amor❄🛹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora