Capítulo 3: Primer Paso.

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Hicieron el recorrido de regreso al campamento. A lo lejos se podía ver una gran fogata, el aroma de la carne los llamaba.

Al verlos el profesor los regañó por pasarse el almuerzo y no llegar temprano.

-Lo sentimos- dijeron ambos chicos.

-Bien, sus compañeros fueron a bañarse a las cascadas. Pidan prestado el baño del guardia, y luego vuelvan a cenar.

-Sí sensei- hicieron una reverencia y luego fueron por sus cosas.

Al rato llegaban al puesto del guardia.

-Disculpe, buenas noches- saludó Reki- ¿Nos podría prestar su ducha?.

-Así que ustedes son los resagados de la cascada. Bien, pero no demoren- dijo el hombre.

-Gracias- ambos se dirigieron al fondo del lugar.

Llegaron al baño.

-Ve tú primero- le dijo Reki- Te espero.

-El guardia dijo que nos dieramos prisa- le dijo Langa- Vamos juntos.

-¡¿Qué?!- el pelirrojo no alcanzó a protestar, fue llevado al interior del baño.

La puerta se cerró.

Langa dejó sus cosas sobre un mueble e hizo lo mismo con las ropas de Reki. Luego comenzó a sacarse las prendas, dejándolas sobre el piso. Al pelirrojo le estallaron las mejillas, se dio vuelta para no ver a su amigo.

El peliceleste quedó completamente desnudo, se acercó a Reki por atrás. El chico seguía pegado, mirando la pared.

-Reki- la sensual voz de Langa, le erizó la piel- Debes sacarte la ropa- tomó de su polera y la deslizó hacia arriba. Los dedos de Hasegawa rozaron sutilmente la piel de Kyan, el pelirrojo no hacía nada. Los nervios se lo estaban comiendo, mientras sentía cómo Langa lo desnudaba.

La mente del pelirrojo era un caos, tenía miedo que su amigo viera la verdad en él. Y las cosas se pusieron mal. Reki miró hacia abajo y con la cara llena de asombro, vio su miembro erecto. Esto no podía ser peor.

De pronto sintió que lo tomaban de un hombro, para girarlo. Rápidamente se tapó la parte baja.

-Reki- le dijo Langa. Sus ojos se fijaron abajo. El pelirrojo quería enterrarse vivo- Vamos a ducharnos- lo tomó de una mano y lo arratró a la ducha.

Una vez dentro, Kyan abrió el agua helada, necesitaba bajar su problema de alguna manera.

-¡Reki, qué haces!- dijo Langa, abriendo la otra llave, para regular la temperatura. Fijó sus ojos en las manos de su amigo, que seguían tapando eso.

Sin pensarlo, el peliceleste tomó ambas manos de Kyan y las sacó, dejándolas pegadas en la pared. Un duro miembro quedó expuesto. El pelirrojo quería desaparecer.

-Yo- dijo Reki, tratando de buscar una explicación- A- pero no alcanzó a decir nada. Langa lo estaba besando.

El pelirrojo creyó que estaba soñando, no podía ser posible que algo así estuviera sucediendo, y además en baño ajeno.

Pero a Langa nada le importaba, su miembro también endureció y comenzó a frotarlo con el contrario.

Unos segundos después el peliceleste se separó del beso, viendo los ojos de Reki.

-Lan-ga- dijo apenas, tratando de procesar lo que estaba pasando.

-Shhh- susurró el peliceste, sobre sus labios. Lo soltó de las manos y agarró ambos falos. Los ojos del pelirrojo quedaron cómo platos- Me gustas- se acercó a sus labios y nuevamente se hundió en un lujurioso beso.

La Carrera del Amor❄🛹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora